viernes, 24 de noviembre de 2017




Edición Número 8, Girardot, Noviembre 24 de 2017 – ( II) UN  DÍA SIGUIENDO A JORGE ELIÉCER GAITÁN (II)








                                                                 Edición Número 8, Girardot, Noviembre 24 de 2017 



                                                          
( II ) UN DÍA SIGUIENDO A JORGE ELIÉCER GAITÁN
POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO
www.anibalvillanavarro.blogspot.com.co
(II)





El maquinista acató la orden del Jefe de Estación de disminuir la velocidad de la locomotora desde Guabinal, dado que la multitud acompañaba la hilera de vagones, pudiendo ocurrir algún destripamiento involuntario como en alguna ocasión.

En el kilómetro uno se escucharon estruendosos voladores con pólvora y un rumor crecía en dirección al Camellón del Comercio con el viento norte sur del Magdalena. A las ocho y media de la noche, Cuando el tren llegó a la estación un clamor unánime se elevó de entre la apretada multitud. Un mar de pañuelos blancos fue agitado con pasión, cuando los dos jefes comenzaron a descender al andén de cemento, iniciando el recorrido de dos cuadras, hasta el Gran Hotel, lugar de concentración y descanso. Se formó una espontánea calle de honor, la Banda municipal de música entonó el Himno Nacional, muestras de aprecio y cariño popular, vivas al partido liberal, a Echandía, a Gaitán, al presidente López, a la victoria en los próximos comicios. Entraron allí acompañados por prestantes unidades de las fuerzas avanzadas girardoteñas. Luego de pocos minutos de incertidumbre, el Maestro Echandía y Gaitán, aparecieron en los balcones, siendo recibidos con una delirante y estruendosa ovación que se prolongó por varios minutos. Más de diez mil liberales los aclamaban, luciendo camisas blancas.

Asunto complicado a partir de la construcción del Ferrocarril fue, dónde construir la Estación. Sin tierra, quién era el dueño o propietarios, qué extensión se requería, qué clase de edificio. ¿Dónde? Frente al Hotel San Germán. Allí no más se construiría el portentoso puente férreo, ícono de la ciudad y de la modernidad. Tras las buenas intenciones y la necesidad apremiante de contribuir al progreso de la ciudad, la administración del recién nacido Distrito Parroquial, donó casi cinco hectáreas para tal efecto. Gesto inmenso, todo por la ciudad.

El lugar donde se encuentra el edificio de La Estación del Ferrocarril, construida tardíamente, en donde comienza y termina El Camellón o Camellón del Comercio, era el sitio más importante de Girardot desde antes de su levantamiento. La riqueza que llegaba y salía desde ese punto cero resultaba incontable. Sitio de encuentro de pobres y pobres, ricos y ricos y de los demás, se diferenciaba de la Plaza de Mercado, porque en esta circulaba el dinero en las transacciones.

En la Estación, la palabra, el discurso, el verbo, las exclamaciones de asombro, los abrazos, los saludes, saludos, se habla alemán, inglés británico y del otro, francés, italiano, árabe, turco, bogotano tolimagrande, adioses y te espero, envíame el telégrafo, no olvides la carta y  el giro en libras esterlinas o dólares, los mensajes secretos de las cofradías masónicas, socialistas, obreristas y liberales tenían el rostro impenetrable del metal con que estaban hechos los rieles de la calzada del monstruo de hierro.





Lugar de llegada y partida de los políticos más importantes de Colombia, intelectuales, pintores, músicos, poetas, escritores, periodistas, presidentes, congresistas, ministros, senadores, gobernadores, secretarios de despacho, espías de lado y lado. El más popular, más querido, más respetado, más escuchado, más aplaudido, el ungido por los Dioses o por un Dios para ser sacrificado: Jorge Eliécer Gaitán. Paralizaba media ciudad cuando la visitaba por actividades profesionales, y totalmente, cuando andaba en campaña política; todo su ser se transformaba por una masa informe que, intuía, lo vengaría si algo malo le sucediera por mano del hombre.

Ese pedazo de calle ancha que él conocía bien, la desandaba con un personaje importante del sur del Tolima y del gobierno lopista. No cabía nadie más en la avenida, sólo lo etéreo se colaba sin complicaciones. El sueño de elegir presidente a Darío Echandía, copaba el ambiente. El levantamiento contra la oligarquía liberal conservadora tendría un rifirrafe esa noche.




1948. REVISTA ÁLBUM, IBAGUE, JULIO DE 1948
DIRECTOR JOSE JOAQUÍN NIÑO ESPINOSA 
CONCENTRACIÓN POR LA PAZ, PLAZA DE BOLÍVAR, BOGOTÁ, 1948 




                                              Edición Número 8, Girardot, Noviembre 24 de 2017

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