Mostrando entradas con la etiqueta (Cundinamarca). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta (Cundinamarca). Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de junio de 2020

Edición Número 135, Girardot, Junio 17 de 2020:-LA REGIÓN METROPOLITANA BOGOTÁ-CUNDINAMARCA



                                                            Edición Número 135 Girardot, Junio 17 de 2020


LA REGIÓN METROPOLITANA BOGOTÁ – CUNDINAMARCA

POR ERNESTO CAMPOS GARCÍA
Abogado – Candidato a Magister en Ciencia Política*

ERNESTO CAMPOS GARCÍA


La historia de  las relaciones Cundinamarca – Bogotá, ha sido una historia de amor y de desamor, en dicho escenario podríamos citar como en el año 1860 con ocasión de la guerra propiciada por Tomás Cipriano de Mosquera en contra del gobierno de Mariano Ospina Rodríguez se crea durante la vigencia de los Estados Unidos de  Nueva Granada,  el Distrito Federal de Bogotá como entidad desligada del Estado de Cundinamarca siendo designada Funza como capital de Cundinamarca. La anterior separación se ratificará en el Pacto de Unión de septiembre de 1861 que crea los Estados Unidos de Colombia y posteriormente la capital del Estado Soberano de Cundinamarca se trasladará de Funza a Zipaquirá; si bien dicha separación no duró muchos años ya que Bogotá retomaría su calidad de capital de Cundinamarca en 1864, la experiencia fue un interesante escenario político – administrativo  y que nos muestra como ya desde el siglo XIX se buscaba la mejor opción para las relaciones Bogotá – Cundinamarca.

Otro escenario para resaltar lo encontraremos a partir del año 1905 cuando con ocasión de las reformas constitucionales promovidas en el gobierno de Rafael Reyes, se dividirá Cundinamarca en tres territorios: el departamento de Quesada con capital Zipaquirá; el departamento de Cundinamarca con capital Facatativá y el distrito capital de Bogotá, división que generó un escenario para aquel entonces benéfico y de empoderamiento de las regiones, pero que sólo duró hasta 1910.  Durante el quinquenio de Reyes igualmente se alcanza a crear el departamento de Girardot en 1908 pero a los pocos días dicha decisión será derogada.

La etapa más compleja de esta historia se vivirá a partir del año 1954 cuando Bogotá se organice como distrito especial, ya que Cundinamarca perderá los municipios de Usme, Bosa, Fontibón, Suba, Engativá y Usaquén los cuales se anexionaran a Bogotá y comenzará igualmente durante años un debate  complicado relacionado con la participación en las rentas departamentales producidas en Bogotá y desde luego la lucha por el deslinde electoral Bogotá – Cundinamarca, en donde si bien Bogotá pertenecerá políticamente a Cundinamarca, siendo su capital, en aspectos administrativos no responderá ni a la Asamblea ni al gobierno departamental, más si podrán los bogotanos ocupar curules en la representación a la Cámara en el Congreso por Cundinamarca.

En cierta medida varias de las divergencias Cundinamarca – Bogotá, se solucionaron al expedirse la Constitución de 1991 en donde se organizó a Bogotá como distrito capital, se abrió la posibilidad de conformar un área metropolitana con sus municipios circunvecinos y una región con otras entidades territoriales de carácter departamental y se produjo la separación electoral al establecerse que en las elecciones de gobernador y de diputados a la asamblea departamental no participarían los ciudadanos inscritos en el censo electoral del distrito capital, así mismo se estipuló que para la elección a Representante a la Cámara, cada departamento y el distrito capital de Bogotá conformarían una circunscripción territorial. (Arts. 176, 322, 325 y 327 Const. Política de Colombia).  

En ese devenir de relaciones entre Cundinamarca y su capital que a la vez es la de la República, se tramita actualmente en el Congreso de la República un proyecto de acto legislativo que pretende modificar el Art. 325 de nuestra Constitución y en su lugar constituir la Región Metropolitana Bogotá – Cundinamarca;  el nuevo artículo propuesto  hábilmente en su parágrafo transitorio limita el derecho de los ciudadanos interesados a la hora de crear este tipo de entidad en ir a una consulta popular, al sostener que no es un área metropolitana la que se crea, lo cual si exigiría llevar a cabo una consulta popular, y por considerar la participación del pueblo como consta en los debates entorpecedora del proyecto, estableciendo simplemente que la Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C. y la Gobernación de Cundinamarca consultaran la vinculación con el Concejo Distrital y la Asamblea Departamental, respectivamente; no obstante lo anterior se habla en los debates y sustentación del proyecto, entre otros, por la Representante por Bogotá Juanita Goebertus, que una de las ventajas de crear la Región – Metropolitana, es que la misma permite generar “confianza” entre Bogotá y Cundinamarca. 

Diferentes estudios manifiestan que la consolidación de las áreas y/o regiones metropolitanas no es una cuestión a corto plazo, incluso muchas de las existentes a nivel mundial han tomado más de 60 años en su proceso constructivo, pero de otro lado también se habla que deben existir una serie de características para que se llegue al éxito, una de ellas el sentido de identidad en la cultura regional para generar una visión y acuerdos a largo plazo y desde luego algo de equidad o equilibrio entre los entes territoriales que harán parte del área o región, características que por solo mencionar unas pocas no cumplen Cundinamarca y Bogotá, ya que los bogotanos nunca se han sentido cundinamarqueses, pese a que en los últimos años un significativo número de residentes de la capital se fueron a vivir a Cundinamarca y de otro lado existe una total desigualdad en diferentes aspectos como el demográfico.

De consolidarse la reforma constitucional, la cual consideramos innecesaria y confusa, se vendrán duros debates ya que la solución a los problemas de Bogotá en cuanto a movilidad, recursos naturales, necesidad de territorio para expansión y otros, no son los mismos problemas que aquejan a sus municipios circunvecinos, es decir sus intereses claramente no son los intereses de la región, situación que tendrá un efecto a la hora de definir los hechos metropolitanos y las prioridades en materia de inversión de los recursos de la Región – Metropolitana, sumado a los intereses políticos – burocráticos  que dicha Región generará desde su ámbito administrativo como presupuestal  y que como ha sido tradición serán la prioridad de un buen número de Concejales Distritales, Alcaldes, Congresistas y Diputados a la Asamblea, lo cual puede llegar a generar como en el pasado pérdida para Cundinamarca.

Preocupa aún más que a la fecha el debate sobre la creación de dicha Región – Metropolitana se ha distraído al considerarlo histórico simplemente por el hecho de ser aprobado en varias de sus etapas de manera virtual con ocasión de los efectos de la pandemia, como lo mencionó el Representante a la Cámara por Cundinamarca Buenaventura León, perdiéndose el norte y la verdadera importancia y análisis de fondo frente a sus posibles consecuencias para Cundinamarca; de otro lado la visión de la Región – Metropolitana se está manejando por los sectores políticos de Cundinamarca en que Claudia López la Alcaldesa Mayor de Bogotá es muy querida y que habla bien de Cundinamarca, análisis bastante débil, más cuando hasta ahora se han cumplido solo cinco meses de mandato de los cuatro de Claudia López, es decir insistimos no se está viendo la Región – Metropolitana a largo plazo,  sino con interés inmediato y algunos con la esperanza de que Claudia algún día será Presidenta de Colombia, por lo que hay que hacerle caso a todo lo que ella ordene, diga o mande, así se ponga en riesgo la independencia de Cundinamarca.

Ya la historia nos dirá, si por fin y  luego de más de cien años de relaciones encontradas, Cundinamarca y Bogotá podrán encontrar ese escenario propicio para solucionar ambos sus principales problemáticas, pero por ahora consideramos que la solución no está en reformar la Constitución de manera innecesaria y menos con una política y visión a corto plazo por la actual coyuntura donde muchos políticos de Cundinamarca solo están pendientes de: “Claudia tú que ordenas”. 
________________
*Ernesto Campos García es Secretario de la Academia de Historia de Cundinamarca y presidente fundador del Centro de Historia de Zipaquirá. Su opinión es estrictamente personal.
___________________
ADMINISTRADOR Y COMPILADOR: CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO


Edición Número 135, Girardot, Junio 17 de 2020


**



*

martes, 6 de febrero de 2018

EL CHUPE Y SU INSERCIÓN EN LA HISTORIA GASTRONÓMICA DE GUATAQUÍ

Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018 – EL CHUPE Y SU INSERCIÓN EN LA HISTORIA GASTRONÓMICA DE GUATAQUÍ


                                                            Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018



EL CHUPE Y SU INSERCIÓN EN LA HISTORIA GASTRONÓMICA DE GUATAQUÍ

Por Carlos Arturo Rodríguez Bejarano





Ingredientes del Chupe Guataquiseño 
Plátano, Arracacha, Papas, Achiote, Tasajos de carne de Res y de Ovejo.

(El texto siguiente es parte de una investigación en elaboración sobre el municipio de Guataquí. La receta de El Chupe apareció publicada en el libro de mi autoría “Guataquí Para Principiantes”, en 1994).

Un visitante de Guatiquí, (sic) recibiría de sus anfitriones como el viajero francés, Edouard André, una ración de “Chupe”, sancocho preparado con agua, plátanos, arracacha, papas, tasajos y abundante achiote, sazonado todo ello con cilantro; luego chocolate con queso y dulces de frutas hervidas en melaza como mora, cidra o naranja”.*

(*FUENTE: En “Del Comer y el Beber”. Colombia 1886, p. 82 Programa Centenario de la Constitución. Bogotá-Colombia Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango –julio-septiembre de 1986-Bogotá).

Dada la calidad de puerto primerizo del Alto Magdalena, muchos suponen que los peces del río se constituyen en la preeminencia gastronómica, sin que otras realidades productivas sean conocidas. Es el caso del Chupe, caracterizado por estar constituido básicamente por carnes rojas. Lo conocemos porque un francés pasó por aquí, llamado Edouard André, quien fue invitado a cenar o a almorzar, le gustó todo y lo escribió en francés. Eso fue como en 1872. Puesto que ese es un dato histórico y aquí no se enseña historia y los profesores tampoco saben de historia local, el hallazgo ha pasado un tanto desapercibido. Desde 1986, estoy dando a conocer ese diamante; así, poco a poco, ha crecido el interés.

Es la receta gastronómica documentada más antigua, hasta hoy, de un plato gastronómico en el actual municipio de Guataquí. La primera referencia sin recetas de flora y fauna, en español colonial, data más o menos de finales del siglo XVI. Guataquí en su milenario trasegar ha desarrollado expresiones gastronómicas cruzadas, de acuerdo con su lejanía del río Magdalena, su cercanía con serranías boscosas y con nuevos especímenes trasladados desde la vieja Iberia para solaz de sus seguidores y por supuesto con la cercanía del hilo de agua portentoso que lo apacigua. El ovejo es un maravilloso animal que se reprodujo, a la par con la sábila, por ejemplo, como moscas o como gusanos, que parecía que fueran tres partos anuales y precocidad de un año para el áloe.

De ello nos fue adjunto el asunto de las carnes rojas, que a no ser por un ciudadano francés, habríamos perdido la pista del monte, la montaña o la manigua, de lo que allí podía ocurrir para no morirse de hambre en los tiempos de la pólvora y los perros bravos. La sorpresa más grande nunca jamás conocida, como la de anotar un plato de carnes rojas a escasos metros del gran Río de la Patria, en idioma francés parisino, con caligrafía de cirujano y con amoroso aroma a vino tinto de la zona leticiana, es un gran descubrimiento, tan importante como cuando Nicolás de Federmán al llegar en junio de 1539 al puerto de San Juan (que todavía no se llamaba San Juan), en Guataquí, para marchar a Palos de Moguer a contarle a los reyes nuevos qué se había tumbado  y esas cosas, inevitablemente comenzó a hablar en alemán antiguo para dar órdenes a su tropa, con la mala suerte que los indios del lugar comenzaron a lanzarle piedras medianas y redondas, porque, dijeron luego, ellos no recibían órdenes de un ignorante que presumía de profesor de español y de alemán mal hablado. Y para colmo de males, los perros, los primeros, comenzaron a aullar y ahí sí, exclamaron los primeros españoles, vámonos a misa porque parece que estos indios conocieron Europa antes que nosotros. Y se fueron a escuchar misa.


Pero pasemos al Chupe, primer plato gastronómico del que se tiene registro documental escrito, gracias a la curiosidad bendita de este científico, amador de buen vino, estupendo cronista e inalterable romántico que le dio por venir a glorificarse en tierras americanas. Tiene nuestra bendición.



Fuente: RÍO MAGDALENA NAVEGANDO POR UNA NACIÓN - MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA SEGUNDA EDICIÓN, 2010


Los intercambios  casi milenarios (momentos de tregua y o paz) entre panches y muiscas por productos que mejoraban su calidad de vida, mirado desde los nutrientes (tipos de maíz, carnes de tierra caliente, pescado en sus múltiples variedades, oro, collares elaborados con piedrecillas de colores indescriptibles, colmillos de animales prehistóricos, cuernos de animales extraños, pero siempre presentes en el instante de la negociación, cueros de la mejor fauna y cuanta flora farmacopeana declarada en sus intenciones de supervivencia elemental, un trasvase en temporadas de recolección y épocas de lluvias o veranos), fue constante hasta cuando el factor español desdibujó el mapa florido de guerras y los panches domeñados fueron, más rápidamente que los muiscas por tantas razones que hoy no sorprenden. Sin embargo el mestizaje de sangre y el cultural continuaron con su retroalimentación que por supuesto a todos convenía; no se detuvo, simplemente otros tomaron el lugar, hasta hoy.

Esta es la razón elemental de porqué alimentos de climas medios y fríos tienen presencia por estas regiones. En ese delirante proceso hubo cambios de tipo demográfico y de tecnología. El añil y la quina precedieron al tabaco y el café como productos agrícolas que hicieron soñar a varios gobiernos con un repunte de nuestra precaria economía nacional, pero no fue suficiente.

Las embarcaciones fluviales a vapor comenzaron a frecuentar las riberas del Tolima Grande  y Cundinamarca transportando de subida pasajeros, ganado, cueros, leña, maderas y los productos típicos de allí y de bajada tabaco, dado el boom de la hoja en el extranjero. La importancia del café aparecería 40 años luego. Y Guataquí cercano a Ambalema (el centro de la producción tabacalera por excelencia) reconocido puerto del Alto Magdalena y ubicado en punto geoestratégico, continuó siendo puerto y los caballos de Troya de agua dulce, nuevas y viejas mercancías expulsaban, transadas en dinero; ya no había trueque: lo que no podía abastecerse por tierra para llegar a Guataquí y de allí hacia el valle del Magdalena en Tolima, llegaba al puerto de Peñalisa en el actual municipio de Ricaurte en Cundinamarca, cinco kilómetros río arriba del Girardot actual; aquel era el puerto de embarque de exclusivo tabaco nacional de fama mundial  a mediados del siglo XIX en los mercados europeos y norteamericanos y desde luego de lo que llegaba de la altiplanicie muisca; los caballos y mulas reemplazaron definitivamente la fuerza bruta de los aborígenes para transportar cualquier objeto pesado.

 A partir de 1881, comienza a construirse el Ferrocarril de Girardot (creado Distrito parroquial el 9 de octubre de 1852), entregado al servicio en 1883, convirtiéndose Girardot en puerto entre otras cosas ayudado por una zona de aguas profundas entre los actuales puentes Férreo y Ospina Pérez. Por tanto, los productos de climas medios y fríos demoran menos tiempo en arribar al límite del camino de hierro para descargarlo en Girardot y oficinas de tren remotas y desoladas.

La Sultana del Magdalena (Girardot) otro de los nombres con que se le ha conocido, reemplaza definitivamente el primigenio puerto de Peñalisa, que no es de aguas profundas, no tiene tren ni telégrafo ni teléfono; además, en 1882 se construye un puente que ya no existe, entre el casco urbano de Girardot y la población de Flandes en Tolima, por lo que los productos del valle ardiente grantolimense con los del valle de Ibagué, llegan más rápido que de costumbre.

En conclusión, todas las poblaciones ribereñas con sus clases sociales degustan lo que la tecnología, los negocios, las oportunidades del día a día y las oportunidades del capital ofrecen. En este contexto es cuando Edouard André aparece en Guataquí como un extraterrestre parisino en el trópico dispuesto a pasar a la historia en Europa con la idea de “contribuir al adelantamiento de la ciencia”. Sus apuntes son tan refrescantes que el oleaje del Magdalena fue mayor mientras estuvo allí; por lo demás dejó con sus acompañantes siete impresionantes grabados para memoria eterna del puerto. “Imágenes de una belleza deslumbrante”.


De todas las vicisitudes de la ocurrencia española en Guataquí surgieron nombres para designar ciertas zonas desde aquí hasta allá y por allá y más allá, denominadas veredas, con nombres tales como ApautaMendoza, Buscavida, La Reforma, Los Escaños,  Macanda, Las Islas, El Bagal, Campoalegre, entre otras. Las seis primeras se encuentran relacionadas con la parte quebrada y alta del territorio actual, región distante del río Magdalena. Las restantes limitan con el río…



Adición de las carnes al chupe para su cocción final


Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018

**
*