lunes, 25 de enero de 2021

 Edición Número 153, Girardot, Enero 25 de 2021:-GUATAQUÍ, 481 AÑOS




                                                           Edición Número 153 Girardot, Enero 25 de 2021

GUATAQUÍ, 481 AÑOS

1539-2021

 

 

POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO

 

www.anibalvillanavarro.blogspot.com.co

 

 

<<Pido a Dios que coloque su mano fresca sobre mi frente y me permita estar presente en los 500 años de Guataquí (2039)>>



1976. Guataquí. Antigua plaza. A la derecha, Rosendo Trujillo Carranza (padre),

a izquierda, Arturo Rodríguez Trujillo (hijo).

FUENTE: ALBUM FAMILIAR


 

En la semana última de abril de 2019, Guataquí (Cundinamarca), conmemoró 480 años de fundación españolizada, con mucho orgullo y con mucho honor. No son muchos los poblados con ese origen que en Colombia arriban a esa vejez. Con carretera nueva que la interconecta con el sur y el norte del país de forma más rápida y con una futura sede administrativa y nuevas construcciones, se espera que este maravilloso lugar comience a reconocer la  importancia de crear identidad y conocimiento de su historia. Al alcalde, a la población guataquicense, a sus funcionarios, juntas de acción comunal, estamentos educativos, profesores y, en fin, a todos los que aman y tienen un pedazo o pedacito de corazón incrustado en este pueblo, felicitaciones. En un momento dado algún alcalde institucionalizó su conmemoración, luego, la orden por ley local se ha cumplido con tradición y orgullo, que debe afianzarse hasta el infinito. Por ahora preparar dos eventos particulares (2024 y 2029), podría ser la meta de esta y futuras administraciones de la mano con el pueblo. Y sobre todo, apoyar, promover la investigación, conocer y dar a conocer su historia.

Guataquí, ubicado en la margen derecha del río Magdalena, se encuentra a una distancia de 169 Kms. de Bogotá y a 39 kilómetros de Girardot.

 

ASPECTOS GENERALES

El sitio que actualmente ocupa Guataquí, departamento de Cundinamarca, fue tradicionalmente asentamiento de los Panches, indígenas pertenecientes a la familia lingüística Caribe. Entre las muchas tribus en que se dividen los panches, se encuentran los Guataquíes, que poblaban la región comprendida entre las márgenes del río Grande o Yuma (actualmente Magdalena), y correspondientes hoy en día al nororiente del departamento del Tolima y el occidente de Cundinamarca. Guataquí fue el nombre de un importante cacique, cuyo poder político estaba basado en la coerción y la fuerza, la valentía frente a enemigos y vivientes de su misma tribu y, el desprecio por la muerte. Al momento del desembarco español, estos adoptaron (extrañamente) el nombre primigenio (Guataquí), que hasta hoy nos acompaña.

Su fundación para la era moderna, data de abril de 1539 (José Botín y Protasio Solaqués  y Cupitos), sin conocerse exactamente el día y la fecha del suceso; sin embargo su existencia poblacional se remonta a por lo menos mil años antes de la invasión española. Los datos fundacionales posteriores a esta fecha, solo constatan que la fundación no reconocida por la Corona española (1539), era un hecho reconocido por la misma y que la reubicación de nativos y eventuales contradicciones, no fueron más que peleas internas de encomenderos insaciables en su poder monopólico por cuasi esclavizar la población aborigen, fuente de riqueza por el trabajo gratuito obligatorio de estos. Los indígenas en número suficiente continuaron aquí en medio del traslado de unos y otros a lugares cercanos o lejanos. En otras palabras, no fue necesario que Pissa y Urreamendi en 1656 ordenara trasladar indígenas a Guataquí para fundarlo, como erróneamente lo afirman algunos. (Quizás por no reconocerse abril de 1539 como fecha legítima ante la corona y el virreinato).


DIVISIÓN POLÍTICA

El sector urbano comprende ocho (8) barrios (Las Quintas, Santa Bárbara, El Centro, Plazuela, Américas, Luis Carlos Galán Sarmiento y Esperanza I y Esperanza II). El sector rural está conformado por nueve veredas (Los Escaños, Apauta, La Reforma, Buscavida, Mendoza, Porvenir, Las Islas, Bagal-Macanda y Campoalegre, sector Malabrigo).

 

LOCALIZACION

Guataquí es uno de los municipios más antiguos de Colombia, forma parte de la Provincia del Alto Magdalena y se le considera el primer puerto colonial de la misma provincia y a lo largo del río. Su extensión es de 87 Kms2 con centralidad territorial estratégica y su población es de 2780 habitantes (DANE, 2005).

 

Altitud: 250 metros sobre el nivel del mar. Temperatura: 29° centígrados en promedio con máximas de 42º  y mínimas de 18º centígrados.  Régimen pluviométrico: Bimodal 1.000 mml, promedio anual.

 

Límites: Oriente: Municipios de Nariño y Jerusalén. Occidente: Departamento del Tolima y río Magdalena. Norte: Municipios de Beltrán y Pulí. Sur: Municipio de Nariño.

Guataquí en el periodo colonial  y hasta bien entrado el siglo XX, mantuvo una extensión considerable de territorio, a pesar de las decisiones políticas sobre distribución y ordenamiento territorial, como quiera que los municipios de Jerusalén, Nariño, Piedras (Tolima), Beltrán y Coello (Tolima), pertenecieron en buena medida a su territorio ancestral antes y luego de la ocupación española.

 

CLIMA

Su característica es similar a la del territorio del valle Alto del Magdalena: clima tropical seco, con dos marcadas y definidas épocas en el año, lluviosas en los meses de Marzo, Abril y Mayo, Octubre y Noviembre, intercaladas con tres periodos secos que se presentan en los meses de Diciembre-Enero-Febrero, Junio-Julio, Agosto-Septiembre. Hoy el cambio climático ha creado paréntesis climáticos acerca de los cuales no está claro cómo enfrentar para mitigar impactos negativos.

 

GEOGRAFÍA Y  TOPOGRAFÍA

Presenta un relieve plano en los valles de los ríos Magdalena y Seco, con variaciones entre onduladas y terrenos fuertemente quebrados en las colinas y serranías al oriente; al occidente limita con el río Magdalena y el valle del Magdalena tolimense entre las cordilleras central y oriental. Hacia el norte y el sur franjas planas y estrechas facilitan su comunicación con el alto y medio magdalena.

 

HIDROGRAFIA

Guataquí, se ubica en una altimeseta que la protege del río Magdalena, y a orillas del mismo. A un kilómetro del casco urbano y proveniente del oriente, desemboca el río Seco; más abajo y en territorio tolimense limítrofe (municipio de Piedras al occidente), desembocan los ríos Piedras y Totare, en orden río abajo. Estos cuatro cuerpos de agua han sido fundamentales para la sociedad, la economía y la cultura guataquisence a lo largo de su historia.

 

VÍAS DE COMUNICACIÓN

 

TERRESTRES

Guataquí cuenta con una buena carretera, que corre paralela al gran río, la Troncal del Magdalena, que la interconecta con los municipios de Nariño (12 Kms.) y Girardot al sur (39 Kms.); Beltrán (30 Kms.) y Cambao (50 Kms.) al norte, que al virar al occidente sobre el magdalena, interconecta con el centro y norte del departamento del Tolima; con Jerusalén (12 Kms.) y Tocaima (35 Kms.) al oriente de aquel, por un carreteable sin pavimentar, en buen estado. Al occidente con el río Magdalena y el municipio de Piedras, cuya cabecera se encuentra a 10 kilómetros, a través de carretera de tierra  en estado regular.

 

Hacia el norte, esta extraordinaria vía conduce al caribe colombiano, al Magdalena medio con todas sus variantes viales de forma rápida y económica. En términos generales, por vía terrestre se encuentra bien conectada. Una nueva carretera con especificaciones internacionales la comunica con Puerto Salgar (Magdalena medio). No cuenta con conexión aérea.

 

FLUVIAL

Puerto fluvial moderno de vieja data, floreció durante el periodo inicial de transporte a vapor (a partir de los años cincuenta del siglo XIX) y gasolina, hasta mediados de los años cincuenta del siglo XX. La sinrazón de la desaparición del transporte de carga y pasajeros, recuerda la ambición por la prosperidad de lograr desarrollar en el mediano plazo el turismo acuático y el ecoturismo.

 

FÉRREA

En algún momento del siglo XIX, Guataquí pudo ser punto férreo de importancia nacional; se mantuvo dentro de varias opciones como punto terminal para unir Bogotá, capital de la República y el río Magdalena, arteria vital del naciente país. Probablemente el escaso territorio plano, a pesar de su importancia geoestratégica, torció su destino que se trasladó hacia el sur (Girardot).

 

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Una historia con más de 500 años o muchas historias con más de 500 años, es un asunto o tema o temas prolíficos, hasta casi el infinito, para recrear la imaginación poniendo a prueba su consistencia frente a un pelotón de carencias en todos los frentes de su economía. El maíz, producto y cultivo emblemático a cuyo rededor crecieron 480 años, sin darnos cuenta, hoy es un recuerdo lejano.

La pesca en el río grande de la Magdalena es escasa, ya no vale la pena trasnochar en la colosal Subienda de pescado de enero-febrero para admirar la abundancia de todo tipo de peces, y derrochar agradecimiento al creador, tomando tinto (café, para que entienda el mundo entero) caliente para alejar el frío de la madrugada, mientras los mecheros de querosene o petróleo iluminan el milagro de la naturaleza hecha carne para prolongar la vida y la muerte.

También nos ensimismábamos con loterías formadas kilómetros abajo, anunciadas por radio y hoy por diminutos teléfonos, de puntas (especie de bolsones de todo tipo de pescado que subían (río arriba), que casi siempre convocaban al hartazgo, nadie pasaba hambre, pero el aroma de pescado sin cocinar se batía entre el puerto de San Juan y las calles paralelas al río, señal de que la abundancia existía). Las cercas de guadua sujetas con hilos de alambre de púas o alambre dulce o lazos de tripa de calceta de cachaco o de bejucos en los más pobres, sostenían estoicamente toneladas de libras de pescado salpreso, que con el paso de las semanas se constituían en pescado seco. Carne de pescado, comida de pescado, caldo (¡sustancia del pescado al que se le agrega cebolla larga, ajo, tomate y con la sal del pescado, suficiente!).  ¡Tiempos aquéllos!

Café, cachaco, yuca, plátano asado o a medio asar, cebolla larga y ajo. ¡¡Dieta aquélla!!

Pero, bueno, eso también es historia, pues lo que hacían, indistintamente las mujeres, claro que los varones sabían y saben cómo se prepara, pero el sello lo daba la mujer, perfecta cocinera, transmisora in situ de la cultura gastronómica de Guataquí. Cada mujer tenía y tiene su forma particular de cocinar y su sabor es diferente. Entre tantos, los verdaderos pescadores son los catadores de ese milagro encontrado en el río para solaz de todos. Hambrientos y no hambrientos.

Las peleas eternas entre indios,  entre indios y mestizos, entre indios y españoles por la destrucción de sus cultivos de pancoger por cerdos y ganado criollo coparon su existencia por más de 350 años.

La revolución de Galán, la revolución de 1810, con el padre Pescador al frente, el paso cercano del gran Antonio Nariño, el paso de Simón Bolívar en 1821, en diciembre, nueve años antes de su muerte (nunca en Guataquí se imaginó que nueve años después, decepcionado y traicionado por enanos mentirosos, moriría en la Quinta de San Pedro Alejandrino, pasando a la inmortalidad sin equivocaciones y ya para qué, si un genio muerto es como el calor del verano, te sacude pero no te mata). La violencia goda desde finales del siglo XIX hasta 1957, (dónde meter y guardar ese miedo, que se parece a un gallo en la bolsa de trapo de su dueño antes de soltarlo en el ruedo de la gallera de Argemiro Tafur).

Los buques y barcos nos hicieron sonreír. No importaba no tener energía eléctrica, pues agua abundante fluía diariamente. Qué pesar, poco a poco derribamos el bosque para alentar las calderas de esos buques que nos hacía sonreír y soñar. Quienes ascendieron a ese sueño, desaparecieron para siempre. Era un buen negocio venderle leña a ese diablo encantador. ¿Qué más se podía vender? Los gringos y los ingleses dijeron después de perforar el suelo y arrasar con grandes bosques de guayacán, cumulá, cedro y cuala, que no había petróleo para negocio. Bye, bye, cacique Guataquí. Esa fue la venganza anglosajona.

Y existen un montón de vainas para contar del periodo de la violencia, los partidos políticos, la guerrilla liberal del Diablo Agustín Bonilla, etc.; varias personas se han levantado en el cementerio y han alzado el brazo, quieren hablar. Dejemos la cosa aquí, hasta la próxima congregación que será pronto. Don Jesús Albadán y Belisario Torres son los alumnos más atentos. Que conste.

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*ADMINISTRADOR Y COMPILADOR: CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO

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**Inicialmente se publicó en el periódico EL DEMOCRATA de Girardot en julio de 2018. Esta versión tuvo algunas correcciones mínimas y en su título. El texto final es nuevo para esta edición.


Edición Número 153, Girardot, Enero 25 de 2021

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