Edición Número 160, Girardot, Abril 29 de 2021:-BREVE BIOGRAFÍA DE JORGE ELIÉCER GAITÁN
BREVE BIOGRAFÍA DE JORGE
ELIÉCER GAITÁN
(Fuente: EL DIARIO de Girardot (abril 9 de
1954)*
COLOR DIGITAL, Leo Ortiz
Nació Jorge Eliécer Gaitán el 26 de enero de 1903, [23 de enero de 1898] siendo sus padres
Don Eliécer Gaitán y Doña Manuelita Ayala, prestigiosa institutora fallecida en
1937. Su padre vive aún. [1954].
Levantado en las más precarias condiciones económicas
hizo estudios de bachillerato en el colegio Araújo, alternando sus estudios con
diversas actividades juveniles para lograr sostenerse. En 1919 obtuvo su título
de bachiller. Desde estos claustros empezó a perfilarse el político y
conductor, pues allí organizó movimientos estudiantiles, presidió cenáculos
literarios y en todo fue marcando su huella de regente.
En 1919 realizó su primera salida política por el
departamento de Boyacá, en campaña de agitación ideológica.
En 1920 fue el momento crucial de su vida: sin un
centavo para continuar estudios, se le abría la posibilidad de un empleo
mediocre y un porvenir más mediocre aún. No se dejó vencer. Se ingenió
actividades diversas, colaboraciones en periódicos y revistas, etc.,
consiguiendo honradamente un peso aquí, otro allá, y valerosamente se matriculó
en la Escuela Nacional de Derecho, donde dictaban su saber Abadía Méndez,
Carlos Bravo, Antonio José Uribe, Pedro María Carreño y otros humanistas.
Los patios del Capitolio son testigos de los desvelos
de esa figura morena y grácil que a la luz de las bombillas del alumbrado público
doraba las fuentes de la sabiduría.
Sin un desmayo y también sin una falla, siguió estudios, siendo en el colegio, desde el primer momento, una de las figuras más populares. Cuando cursaba tercer año de derecho estaba muy ducho en materias penales y conocía como pocos los tejemanejes de los estrados judiciales. Era apasionado por el parlamento, a cuyos grandes debates en tiempos de Concha, Valencia, Antonio José Restrepo y otros grandes asistía con deleite. Antes de obtener su grado, fue defensor de oficio en muchos jurados, experiencia que le sirvió enormemente para ir madurando su trayectoria hacia la cumbre del dominio del derecho penal.
10 de Abril de 1948. Bogotá. Cementerio Central.
Fuente: Sady González (color Blanco y Negro).
En 1923 apareció realmente el jurista. Se juzgaba en
Bogotá a los asesinos de una mujer del hampa, crimen llamado de “La Ñapa”, y
que por sus características de ferocidad fue el más resonante en su tiempo. Ahí
pronunció grandiosas oraciones, interesó a la opinión pública por espacio de
varias semanas y se consagró como joven maestro del derecho penal.
Su cartón de Doctor lo recibió el 20 de octubre de
1924, pero para entonces su bufete de abogado tenía más clientela que los de
muchos juristas de renombre. Su tesis de grado la tituló “Las Ideas Socialistas
en Colombia”, y en ella desarrollaba la idea de que el liberalismo debía acudir
a las canteras doctrinarias del socialismo científico para actualizar y
modernizar sus programas. Su tesis causó horror en el viejo profesorado pero la
dialéctica del nuevo togado le abrió todas las puertas.
Durante tres años, obteniendo cada día mayor fama y
prestigio, ejerció la profesión en Bogotá, ahorrando cuidadosamente dinero para
realizar su ambición de ir a especializarse en la Real Universidad de Roma, en
la cual ingresó y en la cual recibió con los máximos honores el diploma de
Doctor en jurisprudencia con la distinción, “Magna Cum Laude”, el 11 de julio
de 1927. La Real Universidad le otorgó además el Diploma de Especialización
Jurídico Criminal. Allí fue uno de los discípulos predilectos del gran Enrico
Ferri, el más alto exponente mundial de la Escuela Positiva, y quien otorgó a
Gaitán un premio especial.
De su madurez en Europa dejó un fruto imperecedero; su
teoría sobre La Premeditación, que en todos los modernos tratados de derecho
penal es buscado como fuente nutricia.
Foto: Sady González / Color digital: Leo Ortiz
De regreso al país su primer encuentro fue con la
aciaga tragedia de Las Bananeras donde las armas oficiales acribillaron a los
trabajadores de la compañía frutera. A despertar la sensibilidad del país ante
este crimen de Estado consagró toda su energía y todo su tiempo, y promovió
debates que resuenan en Colombia. Unido a Gabriel Turbay en la acusación al
ministro de Guerra de entonces, los dos juveniles caudillos consiguieron un
resonante triunfo al obtener que las sentencias dictadas por los Consejos De
Guerra fueran revisadas por la Corte Suprema.
Sus más constantes actuaciones fueron al servicio de
Bogotá, en su posición de Miembro del Cabildo, en el cual comenzó a actuar
desde 1929.
Fue alcalde de Bogotá bajo la administración López.
Desde 1929 estuvo concurriendo en forma casi permanente a la Asamblea, la
Cámara y el Senado, elegido unas veces por Cundinamarca, otras por Antioquia,
otras por Nariño.
En 1930, como premio por su labor para la reconquista
del poder por el Liberalismo, fue elegido Segundo Designado para ejercer el
poder.
En 1932 realizó una gira por Centro y Sur América como
mensajero de buena voluntad del presidente Olaya para demostrar ante el
continente la justicia de Colombia en su problema de límites con el Perú.
En uno de sus quebrantos políticos, cuando creyó que
las fuerzas más poderosas del Liberalismo actuaban en contra suya, fundó su
propio partido, “Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria llamada La Unir, a
cuyo servicio fundó un periódico.
En 1937, al morir Olaya Herrera, surgieron dos
candidaturas presidenciales; Eduardo
Santos y Darío Echandía. Al frente de esta última se puso Gaitán. Vencido
Echandía y elegido Santos, este llamó a Gaitán a ocupar la cartera de Educación
Nacional, desde donde realizó importantes campañas populares como la del
calzado escolar, democratización de la cultura, alfabetización del país, etc.
En presencia de un nuevo debate presidencial,
surgieron otra vez dos candidatos liberales: Alfonso López y Carlos Arango
Vélez. Con éste marchó a fragorosa lucha en la que salió derrotado. De esa
derrota le compensó la elección de Senador por el departamento de Nariño en
1941.
De ahí en adelante empezó realmente su verdadera
batalla de caudillo, con su ideal de “Restauración Moral de la República”. En
1943 López se retiró del poder, y el Designado encargado, doctor Echandía,
llamó a Gaitán al Ministerio del Trabajo, donde realizó una trascendental labor
de carácter social.
Retirado López del poder, asumió al Mando Alberto
Lleras como designado, y fue entonces cuando el liberalismo se abrió en dos
grandes alas, propiciando la división que lo condujo al vencimiento. Los
nombres de Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay se enfrentaron. A Turbay lo
lanzó una convención en el Teatro Colón y a Gaitán una convención popular
reunida en el circo de toros de Bogotá, con asistencia de 1.000 delegados, el
23 de septiembre de 1945.
Ante la división liberal, surgió el candidato
conservador Ospina Pérez, quien, como era natural, se llevó la victoria en las
urnas. Anunciados los resultados de los escrutinios, Gaitán aceptó el hecho,
pero desde el mismo momento recogió la bandera del partido y emprendió la
campaña llamada “Por la reconquista del Poder”. Fundó el periódico “Jornada”,
reagrupó las fuerzas liberales y, abandonando completamente su profesión, se
dedicó a organizar las fuerzas liberales, lanzándose al debate electoral para
elegir senadores, representantes y diputados. Recorrió todo el país y su nombre
encabezó las listas de los 14 departamentos. En todos obtuvo una victoria
aplastante sobre el conservatismo.
Fue entonces cuando las mayorías parlamentarias lo aclamaron
como Jefe Único del Liberalismo.
Desde 1947 se perfiló en Colombia una época de
persecución y de violencia. Gaitán recorrió toda la nación clamando seguridades
para los liberales y alentándolos con su presencia. Así continuó su vida hasta
el trágico 9 de abril del cual nos ocupamos en otra sección de este mismo
diario.
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* El artículo aparece sin autor. Se presume que el
periódico asumió la misma.
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