viernes, 11 de enero de 2019




Edición Número 51, Girardot, Enero 11 de 2019:-LA INVESTIGACION A TEMPRANA EDAD





                                                            Edición Número 51 Girardot, enero 11  de 2019




LA INVESTIGACION A TEMPRANA EDAD*
Herramienta fundamental de aprendizaje para la vida

La gran pregunta: ¿Y por qué?  (¿Y po’ qué?)

Luz Stella Sánchez Álvarez
Magister en Educación. Maestra de Práctica Pedagógica
Universidad del Tolima

En el siglo XXI, que ya frisa los cuatro lustros, socializar  desde  la experiencia procesos  de aprendizaje infantil, a través de la  investigación pedagógica… deja  de ser un mito - hito; si se tiene en cuenta que la Investigación, en tanto herramienta de aprendizaje, lleva obligatoriamente al enfoque  colaborativo en el  desarrollo curricular, con  métodos, estrategias  y técnicas sistemáticas que privilegian la participación y el protagonismo de los educandos, y organizan desde la temprana edad del preescolar y el ciclo inicial, los conocimientos que se originan en la cotidianidad de los infantes, en su vida en familia y su actividad en el núcleo social próximo, y se convierten en el escenario primigenio de los aprendizajes que, finalmente,  moldean la configuración y el  desarrollo  del pensamiento infantil, lo que se refleja y expresa como capacidades, competencias o habilidades en su permanencia y desempeño en la escuela en el rol de educando.

Esto hace que  el  niño, en su papel de estudiante a temprana edad, busque la organización metódica, ordenada y secuencial de sus percepciones, ideas, nociones, emociones y conceptos en formación lógica, que se originan en su cabeza-cerebro a través en la interacción activa con la realidad poco conocida, y se formula con la pregunta ¿y por qué?, típica del relacionamiento del niño con lo desconocido. Así se configura paso a paso, en espiral, la condición del “niño preguntón”, como auténtico buscador de verdades y cuestionador de la realidad, que se complementan hasta la definición de nociones y conceptos a medida  que  el infante avanza  en edad  con ayuda del lenguaje.

Debe anotarse, en primera instancia, que los procesos epistémicos  en el infante,  se generan a partir de referentes perceptuales y áulicos,  como el hogar, los centros de cuidado infantil, la comunidad vecinal y desde luego, la escuela, como continuidad del hogar y la calle, mediante técnicas naturales, como la observación, la indagación  y el  análisis, que facilitan y potencializan el desarrollo de habilidades de cuestionamiento, duda y reflexión, de carácter investigativo, que a primera vista parecieran no ser más que preguntas y necedades de niño, propias de la edad; pero si reflexionamos más a fondo, son una evidencia del proceso de la episteme o meta-cognición, que se genera mediante la pregunta, modalidad que puede considerarse como actividad  rectora, propia del desarrollo integral en ciernes y se manifiesta en el  lenguaje dimensional dela primera infancia.

En este sentido, cabe plantear que hoy día se requiere de la escuela el enfoque  y desarrollo de currículos incluyentes, orientados a la investigación como cultora de las habilidades para  la  vida, Magistra Vitae, a través de un proceso sistemático y sostenido que permite organizar, entender y validar el sentido de realidades propias del entorno donde el niño pertenece. De tal forma, no resulta procedente hablar hoy de crear un lenguaje de relacionamiento y adaptación en el preescolar y la escuela inicial o elemental, sino de la prioridad de promover y motivar en la cotidianidad escolar escenarios propicios para el análisis y la síntesis, como niveles avanzados del desarrollo de habilidades meta-cognitivas en niños de características y contextos diferentes, marcados por el entorno etno-diverso, propio del siglo XXI, ya andada la globalización.

Partiendo  de la premisa: “la investigación y el  aprendizaje organizan y reorganizan el  proceso cognitivo y meta-cognitivo, referido a la  habilidad que  tiene  el niño de reflexionar y accionar sobre el pensamiento y la forma en que aprende y organiza  información a través  de la pregunta: ¿Y por qué?...desde luego, en la versión a media lengua, ¿Y po’ qué?...

Esta pregunta que hace el niño,  es la  variable dependiente  y pregunta  orientadora del  método  científico de  investigación a temprana edad; como pretexto en su ambiente o clima  familiar  y áulico, que le pertenece y caracteriza  su desarrollo integral en despegue biológico.

La intención   de esta reflexión aboga por un nuevo modelo de aprendizaje en la escuela inicial, comprometiendo nuevas instancias de política pública y a todos los actores de la educación en el lenguaje del método como el camino que permite llegar a metas y resultados, tal como lo plantean autores como Ackerman y Perkins (1989, págs.  80-81) al proponer que “las competencias relativas al pensamiento se impartan como un “meta-currículo entrelazado con las materias centrales tradicionales”.

Conley (2007), a su vez, destaca la importancia de que los estudiantes desarrollen “hábitos mentales”, incluido el análisis, la interpretación, la precisión y la rigurosidad, la resolución de problemas y el razonamiento para apoyar el pensamiento y la reflexión.

Levy y Murnane (2004), por su parte, dan preeminencia a las competencias de construcción del “pensamiento especializado” y al uso de meta-conocimientos y conocimientos detallados para apoyar la adopción de decisiones (pág. 75).

De tal manera, se puede afirmar que es así  como  el método  de investigación  a temprana  edad  permite  el desarrollo del espíritu crítico, justificando  las nuevas actitudes y aptitudes en los nuevos  escenarios  de formación.


FOMENTO DEL ESPÍRITU CRÍTICO

 
Fuente:   autor

La investigación como método en el aula a temprana  edad, permite  ver y generar  el conocimiento desde la cotidianidad para  transformar; el inicio del aprendizaje del niño que  nace desde la observación del entorno, la exploración, la búsqueda permanente  de  respuestas que  están previstas  de creatividad e invención del conflicto cognitivo generado por situaciones particulares  a resolver  mediante  la identificación  de la pregunta ¿Y por qué?... ¿Y po’ que?...

En este  sentido, se debe incluir  nuevas  formas de pensar  y repensar la  escuela, el método,  metodologías ágiles que den razón y sentido  al ¿por qué? de los niños  en  primera infancia, y así a la mejora continua  del currículo aplicado  a métodos propios de la generación de una cultura  de la investigación desde temprana edad.

La necesidad de inculcar y desarrollar una educación científica adaptada a las condiciones del mundo de hoy la hace relevante la  UNESCO cuando ve en  la investigación de disciplinas novedosas como la “neurociencia” en las aulas, el  fomento y fortalecimiento de la mentalidad investigadora, escrutadora, cuestionadora y crítica:

“en este sentido hay investigaciones en los últimos  años que señalan como la enseñanza de las ciencias en edades tempranas favorece el aprendizaje de la lengua  materna, lo cual incide en el desarrollo del pensamiento, en el autoconocimiento y en el desarrollo de la identidad.

Desarrollar las habilidades meta cognitivas en los niños desde la investigación a muy temprana edad, es una exigencia pedagógica en el mundo moderno y en el desempeño del docente de preescolar y de básica primaria. Sin entrar en la discusión piagetiana del lenguaje  de la percepción y la noción;  pero sí enunciando la explicación que da Jean Piaget de la relación de los sentidos y el conocimiento, al verlo como producto de la abstracción  y de la capacidad humana específica de la inteligencia, que desde  el vientre va tomando  forma   de apropiación y transformación para un mundo de toda la vida.

La experiencia docente que se ha podido seguir y sistematizar preliminarmente como parte de una investigación que apenas arranca, con niños de primera infancia en escuelas del departamento del Tolima, pone en evidencia la necesidad y urgencia de atender este fenómeno del despertar de los menores a la realidad, a su realidad cercana, como la ventana de asomo al mundo real, pasados los mimos y los remedos de los padres, como una tarea propia de los docentes en materia de investigación pedagógica.

Las preguntas de los niños, más que curiosidades, son la manifestación lógica y natural de su relacionamiento inicial con el mundo real, y en la medida en que las respuestas sean ciertas, conceptuales, pedagógicas, y no salidas del paso de padres atareados, se puede lograr un mejor “enganche” del niño al conocimiento y al aprendizaje. Sin caer de ninguna manera en una posición conductista, sino, por el contrario, dentro de un concepto absolutamente constructivista, inducir al niño a hallar el camino del entendimiento y la explicación de la lógica del mundo, es el primer acto educativo de aprehensión del conocimiento en forma autónoma.

Para  finalizar, proponemos una reflexión de tipo interpelativo al sistema educativo y a sus actores principales, los colegas docentes, en el sentido de dejar y ayudar a que los  niños investigadores  a temprana  edad demuestran que ellos  pueden y saben observar, saben pensar, pueden organizar y sistematizar el pensamiento en representaciones propias de su edad y desarrollo integral, y concluir que todo lo que se haga como política pública para estimular y promover espacios físicos y entornos pedagógicos apropiados para incentivar la educación e investigación en la primera infancia, de las nuevas generaciones, será la mejor inversión que la sociedad presente pueda hacer de cara al futuro.

REFERENCIAS:

Estrategias para la formación de investigadores: una propuesta en construcción.

Mauricio Castillo Sánchez, de la Subdirección de Evaluación y Seguimiento de la Secretaría de Educación Distrital de Bogotá, en la Universidad del Cauca, nos presenta el siguiente artículo. Página  1
Tomado del url: estrategias para la formación de investigadores: una propuesta en construcción.

Mauricio Castillo Sánchez, de la Subdirección de Evaluación y Seguimiento de la Secretaría de Educación Distrital de Bogotá, en la Universidad del Cauca, nos presenta el siguiente artículo
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Tawil, S. y Cougoureux, M. 2013. Una mirada actual a La educación encierra un Tesoro. Evaluar la influencia del Informe Delors de 1996. Contribuciones temáticas. Investigación y prospectiva en educación. París: UNESCO. http://unesdoc.unesco.org/ images/0022/002200/220050s.pdf

Pink, D. 2008. Una nueva mente. Ilustrae.
PALOMINO, J.L. (2008) Proyecto Atlántida. Las competencias básicas. Recuperado el 25 de junio de 2011 en http://www.entretizas.org/proyecto-atlantida.

PEREIRA, N. (1976) Educación personalizada un proyecto pedagógico en Piere Faure. Madrid: Nárcea,.

Charpack,G(2004). El desafio del razonamiento  científico.de como lo revolucionario no  es transformar la propia enseñanaza de la ciencia. En revista al tablero.No30.Junio-Julio de 2004.

Puche Nacarro,R(200).Formacion de herramientas  científicas en el niño pequeño.Editores Arango. Universidad del Valle.
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Luz Stella Sánchez Álvarez es oriunda de Ibagué, Licenciada en Ciencias Sociales, Magíster en Educación, Especialista en docencia universitaria y en metodologías de autoformación MAF y Andragogía. Ha laborado como docente en la Universidad del Tolima y el Servicio Nacional de Aprendizaje-SENA- Escuela de Instructores. Actualmente, es catedrática del programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil en la U. del Tolima y Líder  Coordinadora de la Escuela Nacional de Instructores, Regional Tolima del SENA.   



Edición Número 51, Girardot, Enero 11 de 2019


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