Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018 – POESIA, CONVIVENCIA Y PAZ (HISTORIA DE GUATAQUÍ, CUNDINAMARCA)
Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018
POESIA, CONVIVENCIA Y PAZ [1]
Por
Carlos Arturo Rodríguez Bejarano
Eduardo Carranza Fernández
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Una experiencia individual o local es universal en la
medida que puede replicarse en distintos lugares y sociedades sin aparente
conexión cultural entre sí; claro, sin desconocer la universalidad cultural de
los rasgos que identifican a este hombre planetario por dondequiera que
trasiegue.
Nuestro caso es singular. No todos los pueblos,
ciudades o veredas de nuestros corazones y geografía han tenido o contemplan un
poeta, un vate que predice el futuro o bardo que les cante o haya cantado.
Guataquí ha contado y tiene sin que lo supiera, un predictor de su futuro que
en versos generosos contó su importancia en su periplo vital y para desgracia
de todos nosotros lo ignoramos por más de veinte años pero a partir de esta
hora lo reivindicamos para la vida, la convivencia, la poesía y la paz, tal
como lo predijo el mismo, poeta, profeta y maestro: Eduardo Carranza Fernández.
Casi siempre la humanidad ha existido en desorden bajo
los cielos. Por alguna extraña razón, la sinrazón toma el mando de nuestras
iniciativas y a partir de ahí las desgracias se precipitan en saltos terribles
y profundos hacia la oscuridad, el desenfreno y la paranoia. Eso sí, esa
perturbación mental individual y social se nos presenta como la quintaesencia
de lo mejor (cuando oigáis paz, no lo creáis, porque nada de eso es cierto).
Puesto que esta es una sociedad cristiana, el libro de libros debería reposar
al lado del trabajo y el pan; algo que tampoco ocurre.
Las tecnologías de ahora no las conoció el poeta, ni
falta que le hacían. ¿Desde cuándo cualquier cosa es más importante que la
magia de las palabras, si al principio era el verbo? ¿Y para cualquier
principio la palabra es lo más grande e inmarcesible? Aquéllas no nos hacen
mejores ciudadanos, es decir, la libertad de que hacemos gala la despreciamos y
negamos inundando de dolor todo a nuestro alrededor. A veces desgraciadamente,
el exceso de democracia es una verdadera vergüenza, un acto criminal,
demencial. En este momento nos están diciendo por todos los medios que dispone
el Estado de la necesidad de disminuir el hurto de teléfonos móviles, pero no
se nos dice que ello significa también un mayor control del Estado sobre la
vida y los bienes de todos los ciudadanos que caigan en la trampa. ¿Pero, y qué
podemos hacer?
Parece que no mucho, pero algo puede hacerse; mas, lo
anterior es una piñata de niños nerviosos frente a lo otro, el escenario del
llanto, el dolor, la guerra, la pérdida de la vida por culpa de enemigos
visibles e invisibles. La hemos vivido, presenciado, ayudado a construir con
nuestra cobardía y otros con sus propias manos.
El poeta Eduardo Carranza poco antes de su
fallecimiento se preguntaba por aquello que muchos de manera despectiva
pronunciaban… y la poesía, ¿paraqué?
Es preciso tener claro el panorama en cuanto a las
repercusiones del comportamiento de las sociedades y de los Estados y de los
individuos, porque, sentenció: …. Lo que está en peligro, entonces,
es nada menos que el problema de la libertad.
Y dijo: lo que no advierten muchos o alguien “es
que justamente el o ellos viven como viven y donde viven porque hay, porque ha
habido poetas. Porque Cristóbal Colón, un misterioso poeta de sí mismo, cruza
el océano oyendo cantar ruiseñores del mar. Y otro poeta, un capitán granadino
que traía la Alhambra sobre el corazón, en una marcha inverosímil… abriéndose
paso con la punta de su alma y la punta de su espada, llega hasta la cumbre
andina y funda Santa Fe: Santafé de Bogotá. Y porque otro gran poeta llamado
Simón Bolívar, cruzando pampas devoradoras, trepando riscos y cortando ríos con
su pecho, siempre a caballo y seguido por la ráfaga de sus jinetes llaneros,
fundando patrias y vaticinando fue, a un tiempo, Odiseo, Aquiles y Homero de su
epopeya. Y porque vive, en torno suyo, otro gran poeta que es el pueblo. (Una
vida social civilizada, o si se quiere una comunidad histórica, necesita por
igual los alimentos terrestres y los otros, vale decir, nuestras palabras
cubiertas de cotidiano polvo terrenal o de mágico, dorado polvo sideral).”
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“Es también justo y bueno y saludable, recordar de
vez en cuando la absoluta necesidad de la poesía como atmósfera de la vida
humana. Más allá de las palabras, de los poemas y los versos: cuando la poesía
se llama ilusión, esperanza, ensueño, idealismo, patriotismo, amistad,
nostalgia, generosidad, melancolía, amoroso silencio…”
“Olvidan algunos que la verdadera historia de un
hombre es la de los momentos poéticos que ha vivido. Y que la historia grande
de un pueblo es la de sus más altos momentos de tensión poética y heroica. Y que toda gran política en la
historia universal, desde César hasta Bolívar, fue una política
poética….”
Y que “a los pueblos no los han movido nunca sino los
poetas y a la poesía que destruye hay que oponer la poesía que promete”
“… donde no hay canciones de recuerdo y esperanza, de
vaticinio y profecía, no hay política, ni polis, ni patriotismo, ni patria…. Si
la poesía, como valor ambiente de la vida cotidiana, desapareciera, los mismos
que preguntan o se preguntan para qué sirve la poesía, esos mismos se sentirían
de súbito como inválidos, inconclusos e incompletos. Y si un día sólo contara
lo que es mensurable, contable y tabulable, y la poesía desapareciera
del mundo, todos nos sentiríamos, de repente, como si nos faltasen las manos,
el corazón o el despertar.”
“Nos ha tocado-le ha tocado a mi generación que es una
generación de náufragos- vivir en un mundo caído, en donde el hombre perdió la
conciencia de los valores eternos y de su origen divino en un torvo mundo…”
“Nos ha tocado vivir la tenebrosa era de la batería
tecnocrática y económica, y la nauseabunda sociedad de consumo”. Nos ha tocado
vivir en el confín de un mundo, en el sangriento atardecer de una edad
histórica, en el crepúsculo del Renacimiento, en vísperas de un nuevo milenario
y con el aterrador presentimiento de una catástrofe cósmica: la final
catástrofe nuclear o la catástrofe ecológica final: ambas originadas en la
técnica sin alma. Hemos entrado en una nueva edad oscura, en una noche
oscura, sin alma. El tiempo sufre en nuestros corazones. A este sufrir, que
es también un esperar, llamaron los místicos plegaria…..Todo esto quiero
escribirlo en el corazón de todos los jóvenes, de mis hijos, de mis
discípulos.”
“Pero no todo está perdido. Estamos edificando sobre
la esperanza… sino esperáramos, estaríamos muertos. Contamos todavía con la
poesía…”
“Ya en las entrañas del viejo bardo y en el corazón de
los más jóvenes se presiente el crepúsculo de la nefanda edad tecnocrática y el
amanecer de una nueva edad mágica, poética y religiosa. En dos palabras: más
humana.”
“La poesía sirve para la vida y para la muerte, para
el recuerdo y la esperanza. Y para la alegría y la melancolía, para el amor y
para el rocío. Para soñar y respirar. Y para la paz.”
Y para confirmarnos, finalmente, en que “el
camino más corto para ir de un lugar a otro pasa por las estrellas.”
Sin duda las enseñanzas de nuestro más ilustre
ciudadano pueden ser escuchadas, meditadas y puestas en acción. Con un poco de
optimismo intentemos ser mejores que ayer.
Guataquí,
octubre 02 de 2012
_________________________
NOTA: Un texto de 1985, aparece publicado en el periódico JORNADA, fundado por el
suscrito, con motivo de la celebración del cumpleaños de la fundación
españolizada de Guataquí, que el alcalde de la época (Luis Rodríguez Ramírez)
copió de manera generosa luego de contarle lo importante que sería conmemorar
tal gesta, la número 446!! Lo negativo es que no se institucionalizó, sino
hasta la época de la elección popular de alcaldes, luego de Acuerdo de
2008, presentado por Aldemar Martínez Avendaño, alcalde 2008-2011.
El segundo texto está relacionado con la presencia
vital y poética del Maestro y poeta Eduardo Carranza Fernández, el personaje
más relevante que ha tenido Guataquí, dada su cercanía con Rosendo Trujillo
Carranza, su primo, personaje liberal del cual se historiará próximamente.
(Carlos Arturo Rodríguez Bejarano)
[1] RODRÍGUEZ Bejarano, Carlos Arturo. Texto
leído en el Auditorio del IED Nicolás de Federmán, Sector Urbano, en
octubre 02 de 2012 en un encuentro de profesores y estudiantes del municipio.
Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018
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