Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018 – LA RUTA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN PARÍS
Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018
LA
RUTA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN PARÍS
Este
es un recorrido por algunos lugares y personas que marcaron la historia de amor
de García Márquez con París.
EL GABO PARISINO
Hotel
de Flandre (Hotel des Trois Colleges)
García Márquez pasó la mayor parte de su estadía en
París en el Hotel del Flandre, en el número 15 de la Rue Cujas en pleno corazón
del Barrio Latino. El colombiano iba con frecuencia al cine Le Champo (a una
cuadra de su hotel) y al restaurante L´Acropole, también cercano, donde podía
comer con muy pocos francos. Hoy el edificio se llama Hotel des Trois Colleges
y tiene una placa en la puerta en la que se lee que allí vivió García Márquez y
escribió El Coronel no tiene quien le
escriba en 1957.
Jardines
de Luxemburgo
Como si se tratara de una reinvención de la primera
escena de Cien años de soledad, a
García Márquez le correspondió conocer no el hielo sino la nieve en París, en
el invierno de comienzos de 1956, en el Jardín de Luxemburgo, a pocas cuadras de
su Hotel. Ese día estaba acompañado de Plinio Apuleyo Mendoza, el “cachaco” del
que se había hecho amigo en Bogotá y que iba a cumplir un papel fundamental
durante estos años. Plinio cuenta que,
al contacto con la primera nevada de su vida, el joven García Márquez se
puso a saltar y jugar de la felicidad.
Rue
d´Assas
Al otro lado del jardín de Luxemburgo pasa la Rue
d´Assas, la calle donde vivió Tachia Quintana, la actriz y escritora española
con quien García Márquez tuvo un breve e intenso romance durante su estadía en
París. García Márquez compartiría con
ella más que con nadie aquella ciudad. Vivió con ellas algunas semanas en su
habitación de la calle Assas, pero pronto se dio cuenta de que la pobreza y el
amor no van bien juntos. García Márquez y Tachia siguieron siendo amigos aún
después de que cada uno había contraído nupcias. La edición francesa de El amor en los tiempos del cólera no
está dedicada a Mercedes, como en español, sino a Tachia.
EL GABO PARISINO
Boulevard
Saint Michel
En la primavera de 1957 García Márquez vio caminar por
el Boulevard Saint Michel a su adorado Ernest Hemingway. Como no pudo dominar
su timidez congénita para hablar con él, sólo pudo gritar de una acera a la
otra un saludo de respeto al autor de Adiós
a las armas: ¡maestrooo! A lo que el norteamericano alcanzó a responder:
“¡Adiós amigo!”.
Teatro
Olympia
Otro de los amores parisinos de García Márquez fue el
cantautor George Brassens, a quien tuvo oportunidad de ver una noche en el
legendario teatro Olympia, y de quien dijo que era el mejor poeta francés de su
generación. Fueron las canciones antipoliciales de Brassens las que García
Márquez y un grupo de árabes terminaron cantando en la comisaría cuando fueron
arrestados por ser sospechosos de terrorismo durante los años de la guerra de
Francia contra Argelia. Y fue con las canciones de Brassens que García Márquez
aprendió a hablar francés.
Rue
Stainlass
Después del éxito de Cien años de soledad, García Márquez se decidió a comprar
apartamentos en París; primero en la Rue Stainlass, a finales de la década de
los sesenta, y luego en la Rue du Bac, en 1993. En ellos recibió a jóvenes
periodistas y artistas colombianos que llegaron a París a repetir sus pasos,
como María Jimena Duzán, o se reunía con sus amigos latinoamericanos o
franceses.
Café
Old Navy
Cuando García Márquez llegó a París ya llevaba varios
años instalado en esa ciudad el escritor argentino Julio Cortázar. Los dos
llegarían a ser muy buenos amigos, pero en un principio el colombiano sólo
alcanzó a mirar desde lejos y con respeto en las mesas del Café Old Navy, en el
barrio Saint Germain des Pres, el autor de Bestiario,
un libro que García Márquez había devorado en Colombia con mucho interés.
Café
L´Escale
No fueron pocas
las noches que García Márquez pasó en el Café L´Escale, ubicado en la
Rue Soufflot. Allí podía ganarse unos buenos francos cantando rancheras en dúo
con el pintor venezolano Jesús Rafael Soto. El café era frecuentado por muchos
músicos, como Violeta Parra o Paco Ibáñez, con los que seguramente compartió
algunas copas el escritor colombiano.
Ministerio
del Interior de Francia
La primera crónica que García Márquez escribió desde Francia fue la que bautizó, tal vez un
poco exageradamente, “El juicio del siglo”, sobre el proceso judicial que la
extrema derecha francesa impulsó en contra del ministro del Interior, Francois
Miterrand, por supuestamente haber compartido información confidencial de su
gobierno con los comunistas. Este juicio suscitó el interés de los periódicos
franceses, pero no la serie de reportajes de García Márquez para Colombia no
tuvo el mismo éxito.
https://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/027/4a0/0274a01ead2e11abc51c191bd6763a98/garcia-marquez-intimo-y-digital-las-fotos-desconocidas-del-nobel.jpg?mtime=1513181361
(Tomado de EL GABO PARISINO/BOGOTÁ, ABRIL 2017 N° 1/ 30° FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BOGOTÁ)
Edición Número 19, Girardot, Marzo 20 de 2018
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