Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018 – DOS PROFECÍAS
Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018
1920. Calle de Girardot
Por allá en
el año de 1868, hace 45 años, cuando Girardot no era sino una insignificante
aglomeración de chozas, don Rufino Vargas, el primer maestro de la primera
escuela que aquí hubo, hacía profetizar a sus alumnos en los discursos con que
solemnizaba los exámenes, que esta ciudad sería el puerto más importante del
Alto Magdalena, y que la navegación se enlazaría en ella con el camino de
hierro, que se inauguró 13 años después en 1881.
La profecía
del benemérito maestro se ha cumplido al pie de la letra: lo estamos viendo.
En el año de
1904, el día de año nuevo, el señor doctor Mora, ex Cura de esta Parroquia, se
subió al púlpito, y ante la muchedumbre que llenaba el recinto del templo, dejó
hablar por su boca al Espíritu Santo, para profetizar que el caudaloso
Magdalena desaparecería, dejando en su lugar un lecho seco y estériles riberas,
cuyos ecos jamás volvería a despertar el pito de los buques, que en el trayecto
que recorre la carrilera se extendería el desierto, y que los rieles,
sepultados entre la hierba y la maleza, serían las únicas huellas del camino
que llevaba a la ciudad pecaminosa.
Muchas
personas aún hoy recuerdan con terror ese momento. Eso es inolvidable: era
digno de verse: allí hubo lágrimas a mares y gritos de misericordia, sollozos y
golpes de pecho; niñas hubo con paroxismos, y a los hombres se les paraba el
pelo de punta.
El templo
parecía un manicomio: mientras el santo sacerdote, con la mirada fulgurante y
el gesto apocalíptico hacía resonar, bajo la bóveda del templo, lleno de
majestad, la pavorosa sentencia del tremebundo castigo.
La profecía
del vidente católico no se ha cumplido, pero como el Padre Mora sí tuvo buen
cuidado de no avisarnos para cuándo anunciaba el cataclismo, resulta que aunque
en mil años no ocurra, siempre lo estarán esperando; y si por desgracia mañana
un terremoto acaba con todos y trastea con el Magdalena para otro charco, caten
ustedes ahí cumplida la profecía del Padre Mora.
Los que han
leído historia saben que esto mismo hacía las pitonisas de Grecia y los augures
de Roma, y que desde entonces ya era un bonito recurso PARA DESCRESTAR
CALENTANOS.
Después de
todo, yo creo que los maestros de escuela, cuando son buenos, son mejores
profetas.
1970. Templo de La Sagrada Familia
(FUENTE: EL VERBO LIBERAL. Serie 2ª. Girardot, Mayo 25 de 1913, Número 16)
Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018
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