martes, 6 de febrero de 2018

POR GIRARDOT

Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018 – POR GIRARDOT

                                                            Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018


POR GIRARDOT





https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/96/Cristobal_Rojas_01.JPG/250px-Cristobal_Rojas_01.JPG

Atanasio Girardot Díaz el día de su inmolación


            En una ocasión, dos adversarios igualmente valerosos, confrontaban el problema militar del llano contra la cumbre, de la ola arrolladora que sube contra la ola arrolladora que baja. El paisaje tenía toda la hermosura y magnificencia de los trópicos, y el sol lo iluminaba con esa luz misteriosa de los días de combate en que parece que la retina únicamente tiene poder para condensar y concentrar el color de la púrpura.

            Los jinetes alistaron sus corceles, aquellos mismos que más tarde en el Apure supieron galopar sobre las aguas, subieron a ellos y desde aquel instante surgió el Centauro, porque el hombre y el bruto formaron una sola pieza movible. Al apoyar en los estribos las armas pidieron a la punta de las lanzas la inspiración suprema del acero.

            Otros combatientes acariciaron el lomo de los cañones y pidieron igualmente al bronce todo el trueno de su exterminio.

            Los infantes en línea inquebrantable de batalla mordieron nerviosamente los cartuchos saboreando la pólvora,  besando el plomo como para imprimirle toda la potencia de sus alas destructoras. Y con los dedos ya encallecidos por el manejo del fusil, comprobaron la eficacia del poder agudo y penetrante de las bayonetas.

            Iniciada la lucha, el primer choque de combatientes produjo una germinación de chispas que iluminó el camino. La batalla fue cruel y sangrienta. Y no obstante, todos los esfuerzos de la masa que subía, fue arrollada por el impulso de la masa que bajaba, y sobrevino el desastre.

            Entonces un oficial egregio que nació con la vocación del heroísmo y tenía en el alma la suprema ambición del sacrificio, se envolvió en la bandera, es decir, en la Patria, avanzó por el agrio desfiladero por en medio de cortinas en llamas; coronó la altura, clavó el estandarte, recibió en el corazón la caricia voluptuosa del plomo, y cayó para siempre después de escribir en la historia este poema: Bárbula.




http://www.banrepcultural.org/coleccion-de-arte-banco-de-la-republica/sites/default/files/styles/adquisiciones_recientes_235x280/public/obra/AP4259.jpg?itok=BCUgThuS


            Esta población lleva el nombre de aquel héroe y nosotros, los que tenemos aquí vinculadas nuestras vidas, siguiendo el ejemplo de aquella tradición gloriosa, debemos tener aptitudes y capacidades para realizar toda clase de esfuerzos, para suprimir todo género de obstáculos, para avanzar por todos los desfiladeros, para coronar todas las cumbres, para caer al fin de la jornada, después de cada noble ascensión de trabajo, de progreso, de inteligencia y de luz.

            Por Girardot, y por la grandeza del porvenir de la población que lleva su nombre.                                                           
                                                                                              ***
(Fuente: GIRARDOT  Serie 1ª, Girardot, Junio 6 de 1908, Número 2. Editorial.)

*** N. del C.: Este texto tiene por firma tres asteriscos. Es de recordar que a veces por secretas razones que desconocemos, el misterio se imponía. Los demás, ninguno (quizás asignados al director), y el resto por varios personajes de la época.





Hotel San Germán, continúa funcionando a la fecha. Es el mas antiguo de Girardot


                         Fuente: Libro Azul de Colombia, 1918




Edición Número 13, Girardot, Febrero 06 de 2018

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