viernes, 26 de julio de 2019

Edición Número 90, Girardot, Julio 26 de 2019:-BENNY MORÉ: 100 AÑOS




                                                            Edición Número 90 Girardot, Julio 26  de 2019



BENNY MORÉ: 100 AÑOS*



NOTA DE CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO



Benny y sus admiradores infantiles


                               FIEBRE DE TI
(Juan Arrondo)
…………..
“Arráncame dios mío
esta idea tan morbosa
de desearla siempre
sobre todas las cosas”
      

El 19 de febrero de 1963 (9 y 15 p. m.), moría en La Habana, Bartolomé Maximiliano Moré nacido con aché, a los 43 años, más conocido en Cuba y el mundo entero como el Bárbaro del Ritmo, el sonero mayor, el Benny, Benny Moré, qué bueno canta usted, qué bueno cantó Benny Moré. “¡Qué voz! ¡Si parecía un sinsonte parado en una mata de mango!”. No era negro, sino mulato, o mejor, era más negro que mulato y blanco, descendiente a regañadientes de un conde Moré y orgulloso de tener un tatarabuelo africano primer rey del casino de los congos de Santa Isabel de Las Lajas en la provincia de Cienfuegos (Cuba).

Una mezcla sincrética: descendiente de noble blanco y rey negro, que con su religión, le dio toda su fuerza expresiva. Así fue como los congos del barrio La Guinea en Santa Isabel de Las Lajas querida, el pueblo que lo vio nacer el 24 de agosto de 1919, lo despidieron con una marcha coné. Macuta, munsundi y palo de yuca, y el baile de reguindinga; Benny, ¡qué bueno baila usted!

Ha muerto el Gardel de Cuba. Un genio es un genio, y un genio popular es algo muy serio. Su pérdida es irreparable. Fue uno de los cantantes más populares en la música de su género. El único gran artista popular que ha dado Cuba en todos los tiempos. Aún están de luto todos los amantes de la música popular que disfrutaron del arte incomparable del más fiel intérprete de la música popular cubana. El gran cantante pasó la vida amando y demandando amores. Ese hombre fue un genio musical. La muerte de Benny fue una verdadera tragedia. Era el más auténtico representante de la sandunga y el sabor criollo. ¿Y qué cosa es un artista siempre, sino un niño grande?




A gozaaaá!


Benny tuvo otro mérito, un mérito inmenso y definidor: no claudicó ante el yanqui ni rindió parias al becerro de oro. Su voz suena como nunca, sin parar ni apagarse en el aire nuestro de cada día. Benny ha pasado a la historia, la ha sobrevivido. Y bueno, sabía inspirar y para inspirar hay que nacer. La vida de Benny Moré fue corta, pero intensa y brillante. Una existencia vivida aprisa. El poder de creación llegaba al Benny con caracteres de avalancha. Benny Moré es un ¡fenómeno del siglo!

El resumió una etapa de la música cubana, él fue el Bárbaro del ritmo. Cuando se habla de son en Cuba, ya el Benny es un clásico y se mantendrá toda una vida. Benny es un fenómeno extraordinario de lucidez. ¡Ni antes nació un Gardel ni después!... Ni antes nació un Benny ni después tampoco.

Han dicho quienes tienen derecho de saberlo que es un misterioso don el del canto de los envidiables y que este extravagante negro para vestir, poseía el oído absoluto y agrego que el movimiento absoluto del ritmo (la escuela conga del barrio La Guinea; la percusión retumbaba 48 horas diarias en su sistema circulatorio: sintético, transmutador, constructor, genio. Nadie lo impuso ni lo promovió.




Benny Moré con el famoso Pedro Vargas


Benny Moré sabía sembrar y cantar, cantar y sembrar. Entre los dos existía una estrecha relación. Sembró en su corazón fe en su virtuosismo; nada más sabía hacer. Extrañamente su humildad logró llevarlo bien lejos de Oriente: en su segunda toma, La Habana; la sensual Habana, no puede oponerse a su voz de resumen perfecto del golpear de todas las olas, de todas las flores, de todas las palmeras, del sabor de toda la caña de azúcar de toda Cuba. Más sus murallas no se derrumbarían hasta cuando regrese de México… En tanto Benny corretea por lugares de la ciudad vieja, mendigando casi una verdadera oportunidad (L Habana es esquiva a veces). Por cuartuchos y desde el barrio Belén, “trotando y fleteando”, concibe la estrategia de triunfar aun cuando en muchas noches durmiese con más hambre que sueño. ¿Para qué más? Marianao y cada calle con un nombre o varios para un santoral Cubano nutrido de África, conformaron el mapa de su giraldilla.

La electricidad, la radio y el avión se ofrecen al bárbaro para cruzar el Atlántico. Antes de ser aquí debía ser allá. Fue un aprendizaje acelerado. ¿Qué sería de su resumen sin un ron, un buen ron contra el calor húmedo?

¿Nostalgia por la tierra? El deseo irrefrenable de ser conocido por el carácter excepcional de su creación en el país de sus antepasados recientes contribuyó a que el Benny acabara de hacerse famoso para siempre. Durante la década del 40 y el 50 sus melodías fueron brillantes, inmortales dentro de lo terrenal (Manzanillo, Varadero, Cienfuegos, Santa Isabel de Las Lajas, etc.). Boleros, sones, guarachas, mambos, lo que fuera tocado por el corazón del Benny se convertía en oro musical, ¡oh vida!, Castellanos qué bueno canta usted. El caribe, Centroamérica, Colombia, EE. UU., y la magia de las ondas hertzianas, evocaban ese sabor tan cubano y universal al mismo tiempo. Por lo demás, en el 59 la revolución se inicia en Cuba. Benny, más que revolucionario, era un negro humanista, humilde con los humildes; sabía muy bien lo que era ser considerado negro, pobre, feo; conocía el racismo y la segregación económico social, por tanto no dudó en agregar fervorosidad musical a su manera, favoreciendo a su manera, favoreciendo a su negra tribu; la Banda Gigante fundada tres veces, ya era una Banda de millones de cubanos.

Pero en la vida no puede ser todo belleza. Con aplomo se supo condenado a muerte por una cirrosis hepática. La esperó suave y cordialmente, como si fuera un son, un bolero, un danzón, un rumor con gota de sudor al resbalar desde la coronilla hasta la última uña del pie derecho en pleno verano cienfueguino. ¿Cuándo? No importaba. ¿Dónde? Con su tribu. Eso era lo importante. ¿Para qué más?



Benny con su sombrero alón, su bastón y tumbadora


Benny Moré es una de las importantes expresiones culturales de este siglo en Cuba, el más grande de los cantantes populares… ¿y escribir que conocí lo del Benny porque me enamoré, etc., etc.?



Primer Festival del 26 de julio en 1959. Stadium Tropical, hoy Pedro Marrero.
Benny Moré, Enrique Benítez (El Conde), Gilberto Ramírez, con integrantes
de la Banda Gigante


Guardia de honor de la tribu a su adorado hermano Benny Moré

Guardia de honor de milicianos al más popular de los cantantes cubanos



Tampoco por el dolor. No. Lo había escuchado (muchas veces, pocas veces, varias veces) durante años  y no sabía quién diablos era. Digo ahora que escucharlo es agradable, bueno, muy chévere. Benny en vivo. No es elogio. Es el reconocimiento sincero de un escucha perdido en la orilla derecha del río de las tumbas.




Sindo Garay, otra gloria de Cuba, despide al Bárbaro










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Oyendo un disco de Benny Moré

Es lo mismo de siempre:

¡Así que este hombre está muerto!

Así que esta voz
delgada como el viento, hambrienta y huracanada
como el viento
                        es la voz de nadie!
¡Así que esta voz vive más que su hombre,
y que ese hombre es ahora discos, retratos, lágrimas,
            un sombrero
con alas voladoras enormes
                                               -y un bastón!
¡Así que esas palabras echadas sobre la costa
            plateada de Varadero,
hablando de amor largo, de la felicidad, del amor,
y aquellas, únicas, para Santa Isabel de Las Lajas,
de tremendo pueblerino en celo,
y las de la vida, con el ojo fosforescente de la flora
            ardiendo en la sombra,
y las lágrimas mezcladas con cerveza junto al mar,
y la carcajada que termina en punta, que termina en
            aullido, que termina
en qué cosa más grande, caballeros;
así que estas palabras no volverán luego a la boca.

A la verdad, ¡quién va a creerlo!

¡que hoy pertenece a un montón de animales
innombrables,
y a la tenacidad de la basura!
Yo mismo, con no ser más que yo mismo,
¿no estoy hablando ahora?

                                               ROBERTO FERNANDEZ RETAMAR

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*Benny Moré (1919-1963), extraordinario cantante cubano, completa el 24 de agosto 100 años de nacido y 56 de haber abandonado este valle de lágrimas. La siguiente es la primera de dos publicaciones a su memoria, para interés del público lector y de millones que lo escuchan. Esta nota tiene poco de original, se tejió con base en tres textos de autores cubanos: sobre todo BENNY MORE (Amin E. Nasser), Benny Moré (Raúl Martínez Rodríguez) y Benny Moré, El Bárbaro del Ritmo (Orlando García Martínez).
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BENNY MORE / Amín E. Nasser / Ediciones Unión 1994 / Unión de Escritores y Artistas de Cuba / El Vedado, Ciudad de La Habana. (Fotografías)
<Este libro ha sido procesado en el Combinado Poligráfico <Alfredo López>, terminado en el mes de Enero de 1994 <Año 36 de la Revolución>, Ciudad de La Habana, 08-07>



Edición Número 90, Girardot, Julio 26 de 2019



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