Edición Número 79, Girardot, Mayo 27 de 2019:-ALMANAQUE BRISTOL
Edición Número 79 Girardot, Mayo 27 de 2019
EL BRISTOL, ÍCONO DE LA CULTURA POPULAR*
En torno al célebre Almanaque de Bristol conservo una
imagen remota y nítida. Data ella de la más tierna infancia, pues los niños de
entonces, para referirnos a que algo o alguien era muy viejo simplemente
afirmábamos: “Es más viejo que el Almanaque de Bristol”.
En efecto, el Almanaque Pintoresco de Bristol vio luz
en 1832, por lo tanto ahora es un vigoroso joven de ciento ochenta y siete años. Con su tradicional carátula color
salmón, en cuyo centro se destaca la imagen de su creador, el doctor Cyrenius
Chapin Bristol, prestante médico neoyorquino que en el directorio comercial de
la ciudad figuraba como químico farmaceuta.
Bristol es una cartulina muy apropiada para dibujar.
También es un canal ubicado al sur occidente de Inglaterra, la más importante
entre las Islas británicas, integradas además por Escocia, Irlanda del Norte,
Irlanda del Sur, Hébridas, Orcadas y Shetland. De igual manera el Museo de
Bristol es uno de los más completos del mundo.
La ciudad de Bristol, que deriva su nombre del
conquistador, está ubicada al sur occidente de Inglaterra. Actualmente cuenta
con unos cuatrocientos mil habitantes. Quizá por ser originaria de esa ciudad
toma su apellido la familia Bristol, ascendiente del doctor. Cyrenius, quienes
con el tiempo, durante la fiebre de las migraciones hacia América, se
establecieron en Nueva York.
JABON DE REUTER. REVISTA LATITUD |
Mas sigamos con el Almanaque Pintoresco de Bristol,
que aún hoy figura entre los de mayor circulación en el mundo a pesar de su
rústica presentación en papel periódico, en blanco y negro, con una letra
pequeñita apenas de nueve puntos y páginas abigarradas de información, y de
que en las últimas décadas debe competir
con modernos calendarios, promovidos por despampanantes modelos muy bien
desvestidas.
Cabe anotar que las pautas comerciales son para Murray
y Lanman, la misma firma que en 1856 compró al doctor Bristol los derechos para
imprimir el Almanaque con la siguiente razón comercial: Lanman y Kemp – Barclay
y Co. Inc Westwood, New Jersey, EEUU. Esta firma multiplicó el número de
ejemplares en tal proporción, que en las postrimerías del siglo XIX circulaba
en Europa y varios países hispanoamericanos.
Pero quizá lo más curioso radica en que allí se
ofrecen productos que vienen desde los albores del siglo diecinueve. Como la
añeja Agua de Florida, cuyo lema parece más un bolero que una pauta comercial:
“Fortifica y refresca tu piel, mientras impregna la atmósfera con la deleitable
fragancia de un florido jardín tropical”. Así, sin cambiar una coma ni
modificar la fragancia original desde 1808.
De igual forma las colonias de Murray y Lanman. “El
perfume perfecto para cualquier ocasión.
Más que una fragancia una sensación celestial”. Y los Jabones de Baño de la
misma marca: “Por su beneficiosa y perfumada jabonadura, su cutis adquiere la
frescura y lozanía de los primeros años”. Sentados sobre los jabones tres niños
de mejillas frescas y lozanas.
2019. ALMANAQUE BRISTOL |
Hoy la empresa publica cinco millones de ejemplares y
el almanaque goza de gran acogida en varios países latinoamericanos: Colombia,
Perú, Ecuador, Bolivia, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras, México y
Brasil. También en varios países de Europa y la costa este de los Estados
Unidos. Todos los años, en la portada del Almanaque, la empresa registra que la
información publicada se calcula para el país donde circulará. Ahora tengo
entre manos un ejemplar donde reza: “Para el año 2017, calculado para la
República de Colombia”.
La información suele ser clasificada así: datos
astronómicos para cada mes, incluye
fechas de eclipses, inicio de las estaciones, recomendaciones para la pesca y
predicciones climáticas. Información religiosa: el santo para cada día del año,
las fiestas religiosas señalando las movibles en cada país. Datos astrológicos
y horóscopos. Inserta una tragicomedia gráfica en ocho cuadros. Además las oportunas frases célebres,
chistes, poemas, datos curiosos y epigramas.
El Almanaque de Bristol llegó a ejercer tanta
influencia en el diario vivir y en general en las costumbres de los pueblos
latinoamericanos, que varios entre los más relevantes escritores del continente
moreno lo mencionan en sus obras. Gabriel García Márquez, Premio Nobel de
Literatura en 1982, lo cita como fuente de consulta para algunos personajes de La Hojarasca, El amor en los tiempos del cólera y en Vivir para contarla, sus memorias. El escritor salvadoreño Napoleón
Rodríguez Ruiz, lo registra en su novela Jaragua.
Miguel Ángel Asturias, guatemalteco, Premio Nobel de
Literatura 1967, lo menciona en su novela Mulata
de tal. Los escritores Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, también lo
recuerdan en su obra en coautoría: Seis problemas para don Isidro Parodi. Por su
parte el maestro Germán Arciniegas, en su libro Transparencias de Colombia,
anota: “Mi curiosidad literaria, como casi todos los de mi generación, no nació
de haber caído en mis manos ni Homero, ni Cervantes, ni Virgilio, sino del
Almanaque Bristol”.
1991. ALMANAQUE BRISTOL |
Ahora bien, la enorme influencia del Almanaque no
trascendió solo entre los escritores, sino que permeó buena parte de la cultura
popular. Hasta las décadas del sesenta y setenta del siglo XX, era consultado para orientar decisiones tan
significativas en el diario vivir de la comunidad, como el momento propicio
para iniciar la siembra, la hora más indicada para salir de pesca, la fecha
adecuada para cortarse el cabello y los días más convenientes para remajear los
árboles de acuerdo con los cambios de la luna.
A propósito de almanaques, el término proviene del
árabe al manaj, y este del latín manachus, que significa círculo de los
meses. En sus orígenes es el círculo en
el cual se medía todos los meses el crecimiento de las sombras. Después, por
extensión, se dio ese nombre al catálogo que registra todos los días y meses
del año y en ocasiones incluye algunas notas de carácter astronómico.
En el Caribe colombiano, donde las palabras suelen
tomar las más diversas y extrañas acepciones, hace unas décadas preguntaban la
edad, aun en las más serias entrevistas, con la siguiente expresión: ¿Ajá, y tu
cuántos almanaques tienes? Si la interrogada era una dama, con toda seguridad se
quitaba varios almanaques.
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*LATITUD / LA REVISTA DOMINICAL DE EL HERALDO / 22.01.2017 / #1726 (TEXTOS)
**TOMÁS
RODRÍGUEZ ROJAS: miembro Correspondiente de la Academia de Letras y Ciencias
Edición Número 79, Girardot, Mayo 27 de 2019
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