Edición Número 54, Girardot, Enero 29 de 2019:-ALIAS "DESQUITE": BANDOLERO
Edición Número 54 Girardot, enero 29 de 2019
ALIAS "DESQUITE": BANDOLERO
JOSE WILLIAM ANGEL ARANGUREN*
JOSE WILLIAM ANGEL ARANGUREN*
POR
WALTER B. RAMIREZ HERRERA Y MARTHA CECILIA JIMENEZ PERAFAN**
José William Angel Aranguren (alias “Desquite”). Se
llamó a sí mismo “Desquite” porque había prometido desquitarse de la sociedad y
del ejército al salir del primer encarcelamiento), nació el 5 de marzo de 1936
en el municipio de Rovira –una de las zonas más devastadas por la violencia en
el centro del Tolima-, región de la que también era oriundo otro terrible
bandolero, Teófilo Rojas (alias “Chispas”).
Sus padres eran Antonio Angel y Gilma Aranguren,
campesinos de clase media alta de Rovira.
Desquite se convirtió en bandolero por la “más común
de todas las razones durante la época, como su mismo significativo mote lo
indicaba: a fines de 1950, su padre y un hermano fueron asesinados en la
población de Rovira por el alcalde, en asocio de la fuerza pública. Los
sobrevivientes (madre, hermanas y él tuvieron que abandonar la región. Más
tarde en 1962, lo recordaba en los siguientes términos: “Empuñé las armas a
causa del asesinato de mis padres, el despojo de los bienes y la persecución
que contra toda la familia Aranguren se desató en todo el municipio de Rovira”.
(Sánchez, Gonzalo y Meertens Donny. Bandoleros, Gamonales y Campesinos. El caso
de la Violencia en Colombia, El Ancora Editores, Bogotá, 1983.).
Hacia 1956 después de finalizar su servicio
obligatorio en la Policía Militar en Bogotá, dio inicio a sus actividades
delictivas y un año más tarde fue señalado como uno de los integrantes de la
pandilla que emboscó a un camión de la Compañía Colombiana de Tabaco, dando
muerte a sus cuatro ocupantes y apropiándose del valor de la nómina que
transportaban.
Este asalto lo perpetró en la zona del Guamo (Tolima)
junto a varios compañeros “a raíz de lo cual fue condenado en consejo de guerra
y encarcelado en la Penitenciaría Central de la Picota de donde se fugó en mayo
de 1957, eludiendo una sentencia de 23 años de cárcel. Poco antes había posado
en su celda para un fotógrafo de La Calle mostrando en su mesa de trabajo un
ejemplar del libro de Franco Isaza sobre “Las Guerrillas del Llano” y en la
pared un retrato de Jorge Eliécer Gaitán. Reapareció organizando su propia
cuadrilla, a fines de 1960, en la zona del Líbano”. (Sánchez y Meertens).
Entre las fugas más espectaculares que protagonizó
Desquite se cuentan la del mes de agosto de 1963 y febrero de 1964.
En la primera, El Tiempo informó el 15 de agosto que
la inteligencia militar había localizado, mediante información de campesinos,
el refugio de “Desquite” en el cerro de Lumbí… Durante varios días el sector
fue bombardeado por la aviación, para facilitar el avance de la infantería.
“Nueve días lleva el cerco a Desquite –decía El Tiempo el 8 de agosto- . El
lunes se bombardeó un área de dos kilómetros, pero no se sabe si resultaron
bandoleros muertos. El sitio donde se encuentra la banda tiene aproximadamente
100 Kms., de selva”. Al cabo de ese tiempo se anunció que el ejército
“utilizaría un sistema que fue puesto en práctica durante la guerra de Corea y
que consiste en lanzar llamas sobre la montaña con armas especiales. Con esta
arma especial para las cuevas se logrará que los bandoleros salgan de los
túneles en que se hallan… La operación sobre el cerro de Lumbí resultó un
fiasco”. Desquite y los sobrevivientes de su grupo rompieron el cerco, abriendo
la fuga hacia la cordillera central. En enero de 1964 “El Tiempo reproducía la
información militar que lo ubicaba en el Departamento de Caldas”. (Sánchez…).
En relación a la segunda fuga, un agente de policía
relataba lo siguiente:
Figúrese usted que a
principios de semana, cuando “Desquite” logró evadir el cerco que le tendimos
en los planes de Neira, se dirigió hacia la región de la Guacaica, zona de
Maracas. Allí entre soldados y policías habíamos novecientas almas acosándolo.
No dejamos un abierto mayor de cien metros. Y suéñese usted que por allí se nos
escapó. Claro que tiene que estar ayudado por el Diablo!”. (Sánchez…).
Su especialidad consistía en emboscar automotores,
actuando en reiteradas ocasiones con Chispas en asaltos a buses.
Los siguientes crímenes hacen parte de su récord
delictivo:
- “En 1957 asaltó con cuatro hombres más al Pagador
de la Compañía Colombiana de Tabaco del Espinal, en el sitio “El bajío” del
municipio de San Luis (Tolima), dando muerte a tres personas y apoderándose de
veinticinco mil pesos.
- El 20 de marzo de 1961 perpetró un asalto a la
vereda de “Las Aguadas”, corregimiento de Junín, en el municipio de Venadillo,
asesinando a dos campesinos de la finca “El Bremen”.
- El 16 de marzo de 1961 asaltó la hacienda “La
Esmeralda”, en jurisdicción del municipio de Pulí, departamento de
Cundinamarca, dando muerte a siete campesinos.
- El 19 de abril de 1961 asaltó la hacienda “La
Argentina”, en la vereda “Gallego” del municipio de Venadillo masacrando a
veinte campesinos.
- El 4 de diciembre de 1961 dio muerte violenta a seis
campesinos, en la vereda “La Morada”, de Venadillo.
- El 2 de abril de 1962 en combinación con las
cuadrillas de Jacinto Cruz Usma (a. “Sangrenegra”) y Noé Lombana Osorio (a.
Tarzán), emboscó dos camiones del ejército con tropa, dando muerte a un
suboficial y cuatro soldados, en el sitio “El taburete” jurisdicción del Líbano
(Tolima).
- El 27 de junio de 1962 asaltó la hacienda del señor
Benjamín Espinosa en jurisdicción del Líbano, dándole muerte y decapitándolo.
- El 18 de diciembre de 1962 asaltó el Puesto de Policía
“El Hatillo”, jurisdicción de Mariquita, dando muerte a cuatro carabineros,
después de intenso combate.
- El 22 de enero de 1963 asaltó la Hacienda “Calmonte”,
en el municipio de Armero, secuestrando a dos menores, los que decapitó luego
de cobrar los cinco mil pesos que exigió por su rescate.
- El 13 de febrero de 1963 asaltó un bus de la Empresa
“Arauca”, sobre la carretera El Fresno - Maraquita; dio muerte a una persona,
hirió a cinco, violó a una dama y secuestró a tres pasajeros.
- El 18 de abril de 1963 en asocio de la cuadrilla de
“Tarzán”, asaltó la Hacienda “La Plata”, en el municipio de Honda, decapitando
a cuatro personas.
- El 5 de agosto de 1963 en el sitio de “La Italia”,
sobre la carretera Victoria – Marquetalia (Caldas), asaltó dos volquetas
oficiales, un camión y un bus de la “Empresa Arauca”, decapitando a treinta y
nueve personas y llevándose un botín por cerca de los doscientos cincuenta mil pesos.
- El 2 de septiembre de 1963 decapitó a cinco
campesinos, en la vereda “Las Damas”, jurisdicción de El Líbano.
- En la misma fecha y en el sitio “La Esperanza”, del
indicado municipio, dio muerte violenta a cuatro campesinos.
- El 12 de diciembre de 1963 asaltó la vereda “El
Salado”, de El Líbano, dando muerte a ocho personas, entre ellas cinco niños.
- El 6 de febrero de 1964, en la vereda “Las Palomas”,
de Manizales emboscó a una patrulla del ejército, dando muerte al soldado
Miguel E. Lozano.
- El 12 de marzo de 1964, en la finca “El Volcán”, de
El Líbano, secuestró a un menor, lo obligó a cavar su propia tumba, le atravesó
el corazón de una puñalada y después de esto lo descuartizó en ocho pedazos, ya
que el hoyo cavado era más pequeño que el cuerpecito del menor”. (Revista
Policía Nacional de Colombia, Volumen 51, N° 104, marzo – abril 1964, Bogotá,
D. E.).
Entre los grupos que operaban en el norte del Tolima
dirigidos por Sangrenegra, Desquite y Pedro Brincos se destaca el de Pedro
Brincos, por ser éste el hombre de mayor visión política, ya que su lucha tenía
objetivos diferentes al ciego sectarismo que identificaba a Sangrenegra y
Desquite.
Pedro Brincos intentó organizar a todos los
movimientos existentes a nivel nacional para ese entonces. Para tal efecto
convocó también a Desquite, quien a pesar de identificarse con algunos de sus
planteamientos se mostraba desconfiado de los jefes urbanos.
Desquite se encontraba militando a la sombra del M. R.
L. (Movimiento Revolucionario Liberal) cuando recibió el siguiente comunicado
de Pedro Brincos, en enero de 1962:
“Estimado Desquite:
Con esta te doy contestación a
tu carta de fecha 19 de los corrientes y al mismo tiempo te deseo animación y
muchos progresos en tus faenas diarias.
Me complace mucho lo que tú me
dices ya que cuentas con unos 60 hombres en el grupo armado con alguna decisión
de combate y con alguna capacidad como para no dejarse acorralar fácilmente.
Respecto a la unidad, según tú
me dices, me parece no ver bien claro en usted este asunto. Relacionado a esto
lo que yo te digo es no sólo el resultado de análisis juiciosos, sino que es
producto de la experiencia. Desde tiempo atrás yo vengo luchando aisladamente
sin obtener ningún resultado efectivo. Son muchas las regiones del país donde
estuve organizando que pueden ser testigos. Ahora, no sólo por experiencia
personal sino por la de todos los luchadores de Colombia, como del mundo
entero, me he convencido de que será estéril la lucha hasta tanto no sea
puramente de carácter nacional en donde se agrupen bajo una dirección
colectiva, todos los movimientos políticos de izquierda, grupos armados y todo
cuanto esté luchando y quiera luchar por la liberación de nuestro pueblo
colombiano (…).
En forma despectiva tú hablas
de jefes, hay unos movimientos revolucionarios que quieren organizar la
revolución con especialidad el MOEC, que está adentrado y directamente se
encuentra organizando la lucha armada con algunos resultados sobre el
particular… en ese movimiento puede contar usted que no hay jefes: hay
dirección colectiva, y como tenemos la perfecta convicción de que la revolución
no la puede hacer sino el pueblo en su conjunto, por tal razón es que
recurrimos al contacto con los hombres que hasta ahora se han destacado por su
lucha para con todos éstos formar la dirección colectiva de unidad
revolucionaria. Esta es una condición, una necesidad de la revolución para que
pueda llegar a feliz término… El deseo del movimiento es que tú participes, o
cualquiera del seno de esa en unas charlas que pronto se van a realizar en esta
ciudad.
Te puedo decir que el
movimiento te tiene en cuenta y con mucha estima, se ha dado cuenta que tus
esfuerzos no son vanos, la lucha incansable que tú has llevado durante tanto
tiempo, pese a las condiciones de aislamiento en que tú has venido luchando
frente al concierto internacional, yo que soy el que conozco, de los aquí, un
poco más de tus actividades, he tratado de presionar para que no se deje sola a
esa región y para que tú hagas parte de un organismo nacional. Yo he insistido
en que los organismos u organismo nacional que se encargue de la dirección
militar, deben estar hombres que tengan algunos conocimientos prácticos sobre
el particular: claro que como tú dices, los hombres que integren la dirección
deben estar en la montaña, es decir, al lado de los hombres de armas esto ya
está decidido. Por esto es que te digo que me gusta que tú estés en las charlas
que se van a realizar próximamente, pues de ahí saldrá lo concreto a escala
nacional…” (Moncada Alonso. Un aspecto de la Violencia. Promotora Colombiana de
Ediciones y Revistas, Bogotá, 1963).
La respuesta de Desquite al MOEC (Movimiento Obrero
Estudiantil de Colombia) fue negativa en el sentido de que le era imposible
abandonar su personal (que según señalaba era numeroso en caso de emergencia)
debido a la delicada situación que se presentaba en la región donde operaban.
Entre algunos de sus apartes destacamos:
“Ha respecto de nuestra lucha,
yo muy bien lo entiendo las cosas y cuales son los fines de la lucha; pero existen
cosas las cuales nosotros no podemos aceptar, pues en primer lugar usted muy
bien lo han visto, que nosotros emos librado contra toda clase de gobiernos;
pero en una forma totalmente aislada, y ese aislamiento no se debe a nosotros…
llegamos al caso de que los miembros de un comando nacional que debieron llegar
a estas montañas a traer una voz de aliento, cosa que eleva la moral del cuerpo
guerrillero, pues no se ve así, pues de que en qué forma se puede hacer una
revolución con palabras, o papeles no se hace nada… ni siquiera como antes digo
una voz de aliento; pues una comisión de esa directiva que llegase asta estas montañas con algún mensaje de
lucha sería cosa esencial… ala reunión no podemos asistir por cuanto… tú más o
menos a oído decir como está esto por acá, y el personal no se puede abandonar
un solo momento. En asuntos de esa directiva como te digo han falta acción que
cuantos problemas emos tenido que afrontar, por ejemplo con sangre (negra?)
llegamos a vivir casi divididos y asta se puso su gran persona al servicio de
la oligarquía, y luché asta que hoy ya conquisté esa gente que estaba
totalmente extraviada, cuento con más de
mil hombres integrados a nuestra lucha, claro que no en armas pero sí listos
para algún caso apurado que muchos de ellos salen y luego vuelven a sus labores, y así
siguiendo estrictamente las ciento cincuenta preguntas a un guerrillero emos
venido consiguiendo mucho probecho…” (Moncada Alonso).
Una de las características más singulares de Desquite
fue la alta popularidad que alcanzó entre los campesinos de la región donde
operaba.
La relación de su cuadrilla con los campesinos tuvo la
siguiente evolución:
“1. El 4 de diciembre de 1961 se afirma que “Desquite”
empieza a recibir contribuciones de algunos finqueros”, es decir, que cuenta
con un apoyo económico esporádico de un limitado número de propietarios rurales
y que ese apoyo es, además, voluntario.
2. Seis meses más tarde, el 4 de junio de 1962 y según
la misma fuente “se comprueba que toda la región rural del Líbano apoya con
impuestos a “Desquite”, lo que implica una sorprendente expansión de su
influencia que no puede ser explicada simplemente como resultado de un uso
sistemático de la coacción como el mismo ejército pretendía hacérselo creer a
la opinión pública.
3. Dentro de este proceso de rápidas transformaciones,
sólo tres meses después, el 30 de agosto de 1962, “se comprueba la exigencia de
impuestos o contribuciones a varios finqueros de la región”. Empezaba, pues, a
implantarse la cuota forzosa, cuyo significado depende, naturalmente del punto
de vista que se adopte. Para los grandes propietarios este era un signo
inequívoco de degeneración de su lucha;
para los campesinos esta era una muestra de que “Desquite” empezaba a
ponerse ahora firmemente de su lado por encima de las fronteras partidistas, o
por lo menos del lado de los campesinos liberales a pesar de los hacendados de
su propio partido”. (Sánchez G. Gonzalo).
Es importante señalar el vínculo que tuvieron algunas
cuadrillas bandoleras con directorios políticos. Desquite no fue la excepción,
pues se confirmó que él tenía contactos con algunos directorios políticos del
norte del Tolima.
“En la sesión vespertina de la Cámara del 7 de mayo de
1963 se afirmó, con base en fotografías llevadas al DAS y el Ministerio de
Gobierno, que “Desquite” “era el distribuidor de la propaganda de un grupo
político en cierto sector del norte del Tolima”. (Anales del Congreso, 1963).
El respaldo que ofrecieron algunos políticos a este
tipo de organizaciones permitió que continuaran suscitándose hechos de
violencia, como lo afirmó Germán Guzmán:
“Mientras tal sea el proceder
de algunos altos políticos; y mientras éstos vengan al Congreso otorgando
previamente respaldo moral a los asesinos a cambio de votos; y mientras tal cosa
acontezca sin condenación pública en los órganos de opinión, es infantil
pretender que cese la violencia”. (Guzmán Campos, Germán y otros).
El 17 de marzo de 1964 Desquite fue localizado en la
finca “El Perú”, vereda “Rosacruz”, corregimiento de Junín, municipio de
Venadillo, gracias a la información de un civil seguida de la actuación del
ejército y la policía, quienes rodearon la cabaña donde se encontraba e
iniciaron las acciones que darían como resultado la baja de este bandolero.
Los soldados comenzaron a insultarlo y a gritar que
estaba al borde de la muerte, a describir exactamente, con sarcástica alegría,
cómo lo iban a acabar y cómo tendría que morir a pedacitos, lentamente, sin la
menor oportunidad de defenderse. Lo eliminarían como se extermina un animal
peligroso, y en forma tal que ninguno de los militares correría el menor
riesgo. Luego arrojaron granadas de mano hacia la choza, hasta que volaron
tanto a ésta como a su ocupante. El ejército llamó después a un helicóptero que
durante los siguientes días transportó el cadáver de Desquite por todas las
veredas del Líbano y municipios circundantes”. (Henderson James D. Cuando
Colombia se desangró…).
La versión oficial de los hechos afirmaba que “Desquite” se encontraba en compañía de tres bandoleros más. Alfonso Parra (alias Pata de Chivo), Gustavo Avila (alias Veneno), Alberto López (alias Peligro), en poder de quienes se encontró el siguiente material bélico:
1°. “Desquite”.- Un fusil de siete milímetros, número
2733, con noventa y seis cartuchos, un revólver calibre 38 largo, número 2073 y
siete cartuchos para el mismo.
2°. Gustavo Avila (a. “Veneno”)- Un fusil punto
treinta, número 16342, con ciento cinco cartuchos.
3°. Alfonso Parra (a. “Pata de chivo”) Una carabina
Cristóbal Kiraly M.2., Número 7972, con cuatrocientos veintitrés cartuchos.
4°. Alberto López (a. “Peligro”)-Un fusil punto
treinta, modelo 1940 con ciento diez cartuchos y una granada de fragmentación
Americana (MK2). (Echeverry Villa, Danilo).
___________________
*NOTA: Alias
“Desquite”, cuyo verdadero nombre era José William Angel Aranguren (1936-1964),
nació y creció en una de las zonas más golpeadas por la denominada Violencia en Colombia, en el departamento
del Tolima. Se hizo célebre por las masacres, asesinatos, robos y crueldad
inaudita para con sus víctimas inocentes. Su aureola de terror y temor se
convirtió en mito, a tal punto que sus escapes más inverosímiles fueron noticia
y titular de periódicos. No solamente asesinaba a sangre fría, sino nadie podía
capturarlo.
En
ese revoltijo de heredades violentas a la colombiana, el poeta Gonzalo Arango,
reflexiona sobre el mito Desquite.
Pero Gonzaloarango profetizó su
resurrección, y en esta tierra de barbaridades así ocurrió, más o menos, un
cuarto de siglo más tarde; que aún soportamos: (“Desquite
resucitará, y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas”).
____________________**MARQUETALIA LA VIOLENCIA EN PROVINCIA 1946-1965/ WALTER B. RAMIREZ HERRERA/ MARTHA CECILIA JIMENEZ PERAFAN/ IMPRENTA DEPARTAMENTAL DEL VALLE DEL CAUCA/ SANTIAGO DE CALI/ 2002
Edición Número 54, Girardot, Enero 29 de 2019
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