miércoles, 11 de abril de 2018

Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018 – JORGE ELIÉCER GAITÁN: A 70 AÑOS DEL MAGNICIDIO: LA ORACIÓN POR LA PAZ

                                                            Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018





LA ORACIÓN POR LA PAZ


TEXTO DEL MAGISTRAL DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JORGE ELIÉCER GAITÁN EN LA MANIFESTACIÓN VERIFICADA EL 7 DE FEBRERO DE 1948 Y A LA CUAL SE CALCULA QUE CONCURRIERON NO MENOS DE OCHENTA MIL LIBERALES GUARDANDO PROFUNDO SILENCIO EN HOMENAJE A LOS COPARTIDARIOS ASESINADOS EN BOYACÁ, SANTANDER, NARIÑO Y OTRAS SECCIONES DEL PAÍS




1948. REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/CONCENTRACION
 POR LA PAZ PLAZA DE BOLIVAR- BOGOTA 1948 / DIRECTOR: 
JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA





https://enfoqueperiodistico.net/wp-content/uploads/2017/08/Gaitan-800-x-571.jpg





Jorge Eliécer Gaitán. El Diario, de Girardot



Señor Presidente Ospina Pérez:

Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la Patria.

En todo el día de hoy, excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes –de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies- han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado, sin embargo, un solo grito porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa y ésta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen!

Señor Presidente: Aquí no se oyen aplausos, sólo se ven banderas negras que se agitan!

Aquí están millares de ciudadanos que demuestran una fuerza y un poderío no igualados, y sin embargo no hay un solo grito. El comercio ha cerrado sus puertas y le debemos gratitud por este gesto.

Señor Presidente: Vos que sois un hombre de la universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido que logra contrariar  las leyes de la sicología colectiva para rescatar la emoción de un silencio como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa.




Jorge Eliécer Gaitán



Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan porque ellas son la expresión de la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que sólo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.

Señor Presidente: Serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. Todo depende ahora de vos. Quienes anegan en sangre el territorio de la Patria cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención cesarían al simple imperio de vuestra voluntad.

Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra nave victoriosa tenga que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.

Señor Presidente: En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. Os pedimos hechos de paz y de civilización!

Os pedimos que cese la persecución de las autoridades: así os pide esta inmensa muchedumbre. Os pedimos una pequeña y grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por los cauces de la constitucionalidad. No creáis que nuestra serenidad, esta impresionante serenidad, es cobardía. Nosotros, señor presidente, no somos cobardes, somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia.

Impedid señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de esta ciega fuerza desatada debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.

Señor Presidente: nuestra bandera está enlutada, y esta silenciosa muchedumbre, y este grito mudo de nuestros corazones sólo os reclama: Que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes como querríais que os trataran a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes.

Os decimos finalmente, excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar los sentimientos de rencor y de exterminio. Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad sobre los hombros de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!

­­­­­­­­­­­­­­­­­________________
FUENTE: 1948. REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/CONCENTRACION POR LA PAZ PLAZA DE BOLIVAR- BOGOTA 1948 / DIRECTOR: JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA



“No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo… para que sólo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados”.

“Os pedimos que cese la persecución de las autoridades: así os pide esta inmensa muchedumbre”.

“No creáis que nuestra serenidad, esta impresionante serenidad, es cobardía”.

“…no somos cobardes, somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado”.

“Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia”.




Partida de Bautismo de Jorge Eliécer Gaitán





Don Eliécer Gaitán





Doña Manuela Ayala de Gaitán





Doctor José María Lascano Carazo
Padrino de Bautizo





Doña Herminia Berti de Lascano
Madrina de Bautizo





Foto dedicada a su padre en 1918, con motivo del cumpleaños
de Jorge Eliécer Gaitán





Facsímil de la Portada de su Tesis de Grado






Dedicatoria de Gaitán a Don Marco Fidel Suárez






Bogotá: Hacia Roma





Pasaporte de Jorge Eliécer Gaitán





El Estudiante





Roma: 1926-1927





Roma: En el Coliseo





En el Templo de Júpiter, de Pompeya





Veneccia: En una góndola





Profesor Enrico Ferri y Jorge Eliécer Gaitán





Con el Maestro Enrico Ferri





__________________
NOTA: REGISTRO GRÁFICO: DOCUMENTOS PARA UNA BIOGRAFÍA (COMPILADOS Y ARREGLADOS POR ALBERTO FIGUEREDO SALCEDO SECRETARIO DEL CONCEJO DE BOGOTA 1949) COLECCIÓN JORGE ELIÉCER GAITÁN TOMO I IMPRENTA MUNICIPAL-1949


Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018



**
*

Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018 – LA VIUDA DE JORGE ELIÉCER GAITAN SE PRONUNCIA: MENSAJE AL PUEBLO LIBERAL

                                                            Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018




MENSAJE AL PUEBLO LIBERAL
DE AMPARO JARAMILLO DE GAITAN



https://pbs.twimg.com/media/BW4YS-6CUAAwr6L.jpg


Nada puedo decir que no sea una palabra de fe. Nada puedo hacer que no sea un acto de fe. Nada puedo querer sino aquello que sirva para hacer más grande, más firme y más poderosa la fe, para que no sea estéril este gigantesco sacrificio.

         Sé que en todos los rincones de la patria martirizada, en donde está palpitando el corazón generoso del pueblo, vive el espíritu del hombre que habló por él y que luchó por construir para él una patria, una patria de carne y hueso. Si ese corazón está vigilante –sobrepuesto a su propia amargura, purificado y alentado por sus propias lágrimas- estoy segura de que el sacrificio no ha rebasado todos los límites, pero no ha sido un sacrificio estéril. No puede serlo, porque entonces carecerían totalmente de sentido las cosas y porque nuestro pueblo ha demostrado –ahora mejor que nunca-  que posee el sencillo heroísmo de darlo todo por la palabra en que se cree.

         Yo sé que el camino está hecho y que la orientación está definida: el pueblo los defenderá, cueste lo que cueste, porque en su corazón estará siempre presente quien dio forma y rumbo a ese camino y definitiva claridad a esa orientación. Yo entiendo por instinto, como las mujeres de Colombia, que han visto de nuestro lado la terrible catástrofe, esta verdad elemental, inconmovible y nítida. Sobre verdades como esta, tendrá que hacerse la historia en adelante.

Esta es hora de sufrimientos, pero la dignidad y el sufrimiento consisten en verlo como una llama y no como un obstáculo, como un impulso de acción y de lucha y no como un pretexto de negación, de queja o de renunciamiento. Toda la Patria, está sacudida por esta peña en su entraña popular, pero nadie tiene derecho a quejarse, sino a ocupar su puesto de lucha y a cumplir  el nuevo destino, hasta que en el país exista la atmósfera de libertad y de justicia hacia la que siempre miró Jorge Eliécer Gaitán. Yo entiendo que este es el compromiso de pueblo: el de crear una patria digna, en la que no se amase la riqueza de unos con la miseria de otros, en la que pueda respirarse libremente y no se tenga que vivir con angustia y temor.

Yo entiendo que esta Patria que quiso hacer Gaitán –y por la que no ahorró ningún sacrificio- es la misma que vive en las esperanzas incorruptibles y en los anhelos íntimos del pueblo. Qué o quién podría impedirle que camine hacia ella?

Este mensaje no podría terminar sin un llamamiento a la unidad, la estrecha y sincera unidad de quienes tienen la misma fe, y la expresión de mi más ardiente deseo: el de que el pueblo –hoy como ayer y mañana como siempre- tome la defensa económica y espiritual de JORNADA, para que cumpla su destino revolucionario y mantenga su lucha sin tregua contra las oligarquías.

Bogotá, mayo 24 de 1948




Amparo Jaramillo de Gaitán soportando el dolor
por la muerte del Caudillo

http://www.eljojoto.net/wp-content/uploads/2016/04/amparo_gaitan.jpg





Amparo Jaramillo con su hija Gloria

http://www.tlaxcala-int.org/upload/gal_5076.jpg


___________
FUENTE: 1948. REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/ BOGOTA 1948 / DIRECTOR: JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA




Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018




**
*

Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018 – EL GENOCIDIO DEL PUEBLO LIBERAL DENUNCIADO POR JORGE ELIÉCER GAITAN: EL SILENCIO ES GRITO, LA MUERTE ES VIDA

                                                            Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018



EL SILENCIO ES GRITO, LA MUERTE ES VIDA, DIJO GAITÁN

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JORGE ELIÉCER GAITÁN EN EL CEMENTERIO DE MANIZALES, EL DÍA 15 DE FEBRERO DE 1948




El Bogotazo

https://ugc.kn3.net/i/origin/http://fondogaitan.files.wordpress.com/
2012/01/liberalesboyaca1.jpg



Compañeros caídos en la lucha
Discurría vuestra existencia de hombres buenos, de gente honrada y sencilla, sobre las mansas aguas hacia el destino de todo humano vivir, cuando un golpe aleve de hombres malos y crueles os arrojó hacia las playas del silencio y de la muerte.
Verdad que los hombres de ánima helada os arrancaron de nuestro lado, de nuestros brazos, de nuestras luchas, pero sólo consiguieron multiplicaros en lo íntimo de nuestra devoción, de nuestros recuerdos y de nuestro afecto.

Verdad que vuestras pupilas ya no se encienden en luz de amor por vuestras madres, por vuestras novias o por vuestros hijos; hombres malos las apagaron.

Verdad que vuestras gargantas no serán ya el alegre clarín para cantar los cantos de la democracia que nuestras huestes cantan; los hombres malos las silenciaron.

Verdad que vuestros corazones no vibrarán más al ritmo de las emociones de los libres que las ideas liberales alientan; hombres malos los detuvieron.

Verdad que vuestro brazo y vuestros músculos no modelarán ya sobre la tierra o en el taller el crecer del fruto y la riqueza de que la patria ha menester; hombres malos lo impidieron.

Verdad es todo esto. Dolorosa verdad, angustiosa verdad que golpea con golpe de ola en la noche sobre nuestro corazón. Pero es verdad a medias.

La tiniebla de vuestras pupilas se ha trocado en luz de estrella conductora de nuestras gentes del partido liberal.

El silencio de vuestras gargantas es ahora grito de justicia en nuestras gargantas; el desaparecido ritmo de vuestros corazones es ahora indominable raudal de energía para nuestra fiera voluntad de lucha.

         Vuestros miembros inmovilizados son ahora centuplicada fuerza que nos empuja sin tolerar descansos y que no ha de suspenderse hasta devolverle a la república el camino de la piedad, del bien y de la fraternidad que los hombres de aleve entraña les han robado.

Verdad, compañeros de lucha, tronchadas vidas, buenas y humildes que os lloramos, pero nuestro decoro nos impide lloraros adentro y en el río interior de nuestro llanto ahogaremos las dañadas plantas que envenenaron con su perfidia el destino de la patria.

Compañeros de lucha: sólo ha muerto algo de vosotros, porque del fondo de vuestras tumbas sale para nosotros un mandato sagrado que juramos cumplir a cabalidad. Seremos superiores a la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero letal. El dolor no nos detiene sino que nos empuja. Y algo profundo nos dice que al destino debemos gratitud por habernos ofrecido la sabia lección y la noble alegría de vencer obstáculos, de dominar dolores, de mirar en lo imposible nada más que lo atrayentemente difícil. Vuestras sombras son ahora la mejor luz de nuestra marcha.

Compañeros de lucha: os habéis reincorporado al seno de la tierra. Ahora con la desintegración de vuestras células vais a alimentar nuevas formas de vida. Vais a sumaros al cosmos infinito que desde la entraña oscura e insomne alimentan el árbol y la planta que sirven de alegría a nuestros ojos y de pan a nuestro diario vivir. Peo algo más  vais a darnos a través de vuestro recuerdo, ya que la muerte en lo individual no es sino un parpadear de la vida hacia las formas más elevadas de lo colectivo y de su ideal.

Compañeros de lucha: al pie de vuestras tumbas juramos vengaros, restableciendo con la victoria del partido liberal los fueros de la paz y de la justicia en Colombia. Os habéis ido físicamente, pero qué tremendamente vivos estáis entre nosotros.

Compañeros: vuestro silencio es grito; vuestra muerte es vida de nuestro destino final.



https://www.elquindiano.com/admin/js/plugins/ckeditor
/kcfinder/upload/images/banrepcultural.org_.jpg





https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTWMVHJrhW3jMxEXhuu_C1PKp9MBHft
WTiH0s6nDgwPS99VOV02vg




_____________
FUENTE: 1948. REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/CONCENTRACIÓN POR LA PAZ PLAZA DE BOLIVAR- BOGOTA 1948 / DIRECTOR: JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA




Edición Número 22
, Girardot, Abril 11 de 2018




**
*

Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018 – PERIODISMO HISTORIA DE GIRARDOT: EL DIARIO: JOSE JOAQUIN NIÑO ESPINOSA VIDA Y OBRA

                                                            Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018



PERIODISMO HISTORIA DE GIRARDOT: EL DIARIO: JOSE JOAQUIN NIÑO ESPINOSA VIDA Y OBRA











Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018




**
*

jueves, 5 de abril de 2018

Edición Número 21, Girardot, Abril 05 de 2018 – LA NOVIA SECRETA DE GABO EN PARÍS


                                                            Edición Número 21, Girardot, Abril 05 de 2018


LA NOVIA SECRETA DE GABO EN PARÍS
Por: Natalia Orozco




María Concepción Quintana, Tachia, para la historia

https://redaccion.lamula.pe/media/uploads/c6e7dd62-815b-45c5-ba80-391abc1ee235.jpg



Cuando Gabriel García Márquez caminaba sin un duro por el París de los 50, terminó siendo rescatado por una mujer con alma libertaria. Natalia Orozco habló con ella, al saberse la muerte del Nobel.

“Me queda la felicidad de haber tenido un presentimiento y haber viajado a verlo a Cartagena el año pasado, 24 horas con él, ¡estaba más guapo que nunca!”, dice Tachia y al otro lado de la línea, reivindica que la muerte de quien fuera en los años 50 su enamorado en París, “es sólo la culminación, más no el fin de una vida maravillosa”. A Tachia la conocí en la capital francesa en el 2010. Para entonces María Concepción Quintana, como es su verdadero nombre, tenía 80 años, una elegante belleza y la memoria fresca que aún conserva. Pensaba hacerle una entrevista para televisión sobre su relación con el escritor pero tan sólo 10 minutos de intercambio fueron suficientes para darme cuenta que esta talentosa mujer era más que “la novia parisina de Gabo” en sus años de indocumentado. Por su carisma, calidez y sofisticación de pensamiento, entendí por qué el Nobel se enamoró de ella.

Sin embargo, en su apartamento ubicado en la Rue de Bac y en medio de obras de arte originales de sus grandes amigos y pintores, habló generosamente de ese año de amor sincero y de penurias con el entonces “corresponsal del diario El Espectador”. “Un año de amor, pero una amistad eterna”, dijo.

Comienza entonces a recordar: “era marzo de 1956”. Gabo, caminando sin rumbo y sin plata en los bolsillos cruzó por el azar a Tachia, “tenía 27 años y fue en una de las calles cercanas al Museo del Louvre”. La joven vasca proveniente de una familia burguesa y un papá franquista, había llegado a París en 1953, huyendo voluntariamente de un romance intenso y amargo, con el gran poeta español Blas de Otero. Era actriz de profesión y se dirigía a un recital de poesía: “Gabo me dijo sin dudarlo que no le gustaba mucho la poesía”.  Sin embargo, decidió acompañarla y muy pronto la relación adquirió un nivel de intimidad y cercanía.

“Gabo era delgado y tímido, al principio me pareció algo petulante. Pero muy rápido me di cuenta de que era un hombre dulce y muy romántico. Me regalaba la puesta de sol y me decía cosas fascinantes”, contó entonces Tachia con una picardía casi adolescente en su mirada.

García Márquez repetía permanentemente que todo el mundo tiene tres vidas: la pública, la privada y la secreta. Pensé entonces que quizás Tachia hizo por años parte de esta última, que por lo general es la más apasionada, la más interesante, la más intensa de la existencia y en especial de un escritor y un artista.

Tachia no esconde que su cercanía con Gabo tuvo lugar en uno de los momentos de más dificultades económicas de su vida. El Espectador cerró repentinamente y dejó de enviar el cheque al corresponsal. “Para subsistir, Gabo tuvo que vender el tiquete de regreso a Colombia”.

Fue así como Tachia compartió con un hombre “que no abandonaba la escritura”, pero que también recogió botellas y periódicos para negociarlos con los buhoneros. “Que cantó en los buses en París Honda herida y La casa en el aire, canciones que eran escuchadas por sorprendidos pasajeros, que poco entendían las letras, pero que quedaban encantados por el acento y el folclorismo de la escena”.

“Poco a poco Gabo se me fue instalando en una piecita de 14 metros donde vivía. Estaba ubicada en la Rue D´Assas, en la antigua cocina de un hotel particular. A pesar de la escasez, aumentaban el amor y las hojas escritas”.

Gerald Martin, biógrafo de García Márquez, escribe en su libro Una vida un sugestivo capítulo titulado “Hambre en París: La Boheme”. Allí, Martin establece un paralelo con la historia de Gabo y su novia española y revela un detalle desconocido dentro de su vida en la ciudad luz (año 56). Fueron entonces los días en que Gabo abandonó la escritura de ‘La mala hora’ y acosado, el también, por las penurias del hambre, escribió febrilmente su novela, ‘El coronel no tiene quien le escriba’.

Por esos días, dice Martin en su libro, Tachia “era dueña de una mente libertaria y una personalidad arrasadora”. “La vasca temeraria”, la bautizaría el futuro Nobel, que retrató sus rasgos y su carácter en aquella Amaranta Ursula de Macondo.

Ramón Chao, escritor exdirector de Radio Francia Internacional y gran amigo de Gabo, recuerda que Tachia “era una especie de marquesa du Deffant del siglo XX”. En Le Monde Diplomatique narró cómo Tachia “reunía en su casa de París a lo más granado de las artes de aquélla época: Theodorakis, Evtushenko, Álvaro Mutis, Paco Ibáñez, Antonio Saura, Jesús Soto, etc.” Cuenta que “estos eran ya famosos. Y entre ellos, figuraba un joven colombiano desconocido: Gabriel García Márquez. Hombre que no tenía en su haber más que un cuento, La hojarasca”.

La intensa relación terminó en 1956, después de circunstancias íntimas que Tachia prefiere no volver a mencionar. Un tren, una despedida de prisa y una amistad para siempre. Tachia se casó años después con Charles Rosoff, un ingeniero de petróleos, con quien vivó cuarenta felices años. Por décadas mantuvo la amistad con Gabo e incluso con su esposa Mercedes.

Y veintidós años después de sus amores frustrados, Tachia Rosoff recibió un regalo: una carta de puño y letra de Gabo, regalándole su “Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo”.

“Tachia bella: Cuando nos conocimos en el helado otoño de 1955, en París, lo primero que se me ocurrió, al ver tu abrigo de tigre y al oír tu voz, fue que quería escribir un texto para oírtelo a ti. Esa misma noche me acordé que ya lo tenía: es el “Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo”. Por eso me alegra de que tú lo digas por ahí, por el mundo, porque todo fue como una premonición. Te mando, pues, un beso de bendición con todo el amor”. Gabriel

Tres años atrás debutó en el Teatro Heredia de Cartagena en Colombia. Con su excepcional voz, Tachia Rosoff, quien hace recitales por el mundo con el famoso Paco Ibáñez, decidió en esta ocasión resucitar uno de los textos más conmovedores del Nobel.

El jueves, minutos después de que el mundo se enterara de la muerte del Nobel, la llamé y le pregunté:
­-Tachia ¿volverás con el recital de Gabo al país?
- ¡Claro! –me dice llena de motivación –quiero llevarlo no sólo a Bogotá. Quiero ir a los pueblos y las grandes ciudades de Colombia. Pero tenemos que hacerlo cuanto antes, hoy se fue Gabriel, yo tengo 85 años, mañana puedo partir yo.


[Este artículo fue publicado originalmente por Las 2 Orillas]



Edición Número 21, Girardot, Abril 05 de 2018


**
*