Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018 – JORGE ELIÉCER GAITÁN: A 70 AÑOS DEL MAGNICIDIO: LA ORACIÓN POR LA PAZ
Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018
LA ORACIÓN POR LA PAZ
TEXTO
DEL MAGISTRAL DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR JORGE ELIÉCER GAITÁN EN LA
MANIFESTACIÓN VERIFICADA EL 7 DE FEBRERO DE 1948 Y A LA CUAL SE CALCULA QUE
CONCURRIERON NO MENOS DE OCHENTA MIL LIBERALES GUARDANDO PROFUNDO SILENCIO EN
HOMENAJE A LOS COPARTIDARIOS ASESINADOS EN BOYACÁ, SANTANDER, NARIÑO Y OTRAS
SECCIONES DEL PAÍS
1948.
REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/CONCENTRACION
POR LA PAZ PLAZA DE BOLIVAR-
BOGOTA 1948 / DIRECTOR:
JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA
Señor Presidente Ospina Pérez:
Bajo el peso de una honda
emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el querer y la voluntad
de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta
injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para
la Patria.
En todo el día de hoy,
excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no
tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas
las latitudes –de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies- han
llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar
la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa
multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado, sin embargo, un solo
grito porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la
emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más
poderosa y ésta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados
a imponerla no la imponen!
Señor Presidente: Aquí no se
oyen aplausos, sólo se ven banderas negras que se agitan!
Aquí están millares de
ciudadanos que demuestran una fuerza y un poderío no igualados, y sin embargo
no hay un solo grito. El comercio ha cerrado sus puertas y le debemos gratitud
por este gesto.
Señor Presidente: Vos que sois
un hombre de la universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina
de un partido que logra contrariar las
leyes de la sicología colectiva para rescatar la emoción de un silencio como el
de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto muy
fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa.
Ninguna colectividad en el
mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta
manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay
un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga
derramándose y para que las leyes se cumplan porque ellas son la expresión de
la conciencia general. No me he engañado cuando he dicho que creo en la
conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en
esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que sólo
se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras que aquí se
han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.
Señor Presidente: Serenamente,
tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de los ciudadanos que
llenan esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha
dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. Todo depende
ahora de vos. Quienes anegan en sangre el territorio de la Patria cesarían en
su ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención cesarían al simple imperio
de vuestra voluntad.
Amamos hondamente a esta
nación y no queremos que nuestra nave victoriosa tenga que navegar sobre ríos
de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.
Señor Presidente: En esta
ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que
nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y
extraños. Os pedimos hechos de paz y de civilización!
Os pedimos que cese la
persecución de las autoridades: así os pide esta inmensa muchedumbre. Os
pedimos una pequeña y grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por
los cauces de la constitucionalidad. No creáis que nuestra serenidad, esta
impresionante serenidad, es cobardía. Nosotros, señor presidente, no somos
cobardes, somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en
este suelo sagrado. Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz
y la libertad de Colombia.
Impedid señor, la violencia.
Queremos la defensa de la vida humana que es lo menos que puede pedir un
pueblo. En vez de esta ciega fuerza desatada debemos aprovechar la capacidad de
trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: nuestra
bandera está enlutada, y esta silenciosa muchedumbre, y este grito mudo de
nuestros corazones sólo os reclama: Que nos tratéis a nosotros, a nuestras
madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes como querríais
que os trataran a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a
vuestros bienes.
Os decimos finalmente,
excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de
concordia y de paz no deben servir para ocultar los sentimientos de rencor y de
exterminio. Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las
palabras la impiedad sobre los hombros de su pueblo, porque ellos serán
señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!
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FUENTE:
1948. REVISTA ALBUM/IBAGUÉ/JULIO 1948/CONCENTRACION POR LA PAZ PLAZA DE
BOLIVAR- BOGOTA 1948 / DIRECTOR: JOSÉ JOAQUIN NIÑO ESPINOSA
“No me he engañado cuando he dicho que creo en la
conciencia del pueblo… para que sólo se escuche el rumor emocionado de los
millares de banderas negras que aquí se han traído para recordar a nuestros
hombres villanamente asesinados”.
“Os
pedimos que cese la persecución de las autoridades: así os pide esta inmensa
muchedumbre”.
“No
creáis que nuestra serenidad, esta impresionante serenidad, es cobardía”.
“…no
somos cobardes, somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías
en este suelo sagrado”.
“Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para
salvar la paz y la libertad de Colombia”.
Partida de Bautismo de Jorge Eliécer Gaitán
Don Eliécer Gaitán
Doña Manuela Ayala de Gaitán
Doctor José María Lascano Carazo
Padrino de Bautizo
Doña Herminia Berti de Lascano
Madrina de Bautizo
Foto dedicada a su padre en 1918, con motivo del cumpleaños
de Jorge Eliécer Gaitán
Facsímil de la Portada de su Tesis de Grado
Dedicatoria de Gaitán a Don Marco Fidel Suárez
Bogotá: Hacia Roma
Pasaporte de Jorge Eliécer Gaitán
El Estudiante
Roma: 1926-1927
Roma: En el Coliseo
En el Templo de Júpiter, de Pompeya
Veneccia: En una góndola
Profesor Enrico Ferri y Jorge Eliécer Gaitán
Con el Maestro Enrico Ferri
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NOTA: REGISTRO GRÁFICO: DOCUMENTOS PARA UNA BIOGRAFÍA
(COMPILADOS Y ARREGLADOS POR ALBERTO FIGUEREDO SALCEDO SECRETARIO DEL CONCEJO
DE BOGOTA 1949) COLECCIÓN JORGE ELIÉCER GAITÁN TOMO I IMPRENTA MUNICIPAL-1949
Edición Número 22, Girardot, Abril 11 de 2018
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