Edición Número 20, Girardot, Marzo 30 de 2018 – NARIÑO (CUNDINAMARCA): 180 AÑOS DE HISTORIA (1838-MARZO 31 - 2018)
Edición Número 20, Girardot, Marzo 30 de 2018
NARIÑO: 180 AÑOS DE HISTORIA (1838
- MARZO 31 -
2018)
PLATO VIUDO DE BOCACHICO
PLATO TÍPICO TRADICIONAL
DE SU GASTRONOMÍA
La génesis de lo que comenzó siendo
el futuro municipio de Nariño, posiblemente comenzó con el asentamiento de los
primeros núcleos de familias de origen español, que tomaron de los aborígenes
panches, sus tierras y mano de obra semi esclava. El mestizaje biológico gestó
ese probable núcleo humano de cultivadores de maíz y demás productos agrícolas
y pecuarios, y pescadores avezados del río Magdalena, recién nombrado por los
nuevos amos de lo que luego se llamaría Colombia. Y le dieron o se conoció
primitivamente con el nombre de LA
ALQUERIA, dentro de la hacienda que tenía mucho que ver con el río Grande
de La Magdalena: REMOLINO, tal vez
porque en ese estrecho paso, se formaban agitadas olas que ponían en riesgo
personas y embarcaciones.
Así que quizás en el siglo XVII, se
podía entrever los primeros resultados del mestizaje cuasi obligado entre lo
indígena y español en el sitio denominado LA
ALQUERIA, que era como se denominaba a este lugar, por los curas de
Guataquí y Coello. En temas eclesiásticos, estas dos parroquias tenían esa
prerrogativa, que los condujo a enfrentamientos por los diezmos y tributos que
cobraban a los pobladores del futuro
Nariño. En lo civil se encontraba adscrito a la ciudad de Tocaima, fundada en
1544, y en lo económico por Ambalema, debido al auge del cultivo del tabaco por
las riberas del río Magdalena, que mucho progreso le retornó a la futura
Parroquia, cuyo aniversario congrega a muchos cada marzo 31.
Para solucionar el problema del
manejo del dinero obtenido por vía eclesiástica, un vecino de Coello propuso
crear la parroquia de Remolino, que
después pasó a llamarse Nariño, por solicitud de los donantes de tierras
SALVADOR CORTÉS, FLORIANO CORTÉS, MARIANO CORTÉS Y JUAN ANDRÉS CABEZAS. Puesto
que LA ALQUERIA o REMOLINO era apenas un sitio, un lugar
que no estaba conformada por edificaciones importantes, sin templo católico
para oficiar misa, sin oficina de Regidor, sin cárcel, prácticamente sin nada,
era muy sugestiva la iniciativa de crear la futura parroquia de Remolino.
CASONA DONDE VIVIÓ EL POETA
EDUARDO CARRANZA FERNÁNDEZ
HACIENDA APAUTA - VEREDA APAUTA
Afortunadamente, como comportamiento
altruista de propietarios de tierra amantes de su origen, cuatro ciudadanos
donaron el espacio físico necesario para poder crear efectivamente la
parroquia. Así que de la escritura firmada en 1833, se dio el paso definitivo
el 31 DE MARZO DE 1838, CUANDO POR
DECRETO DEL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE BOGOTA, PEDRO A. HERRAN, Y SU
SECRETARIO, PASTOR OSPINA, SE CREA EL DISTRITO PARROQUIAL DE NARIÑO, EN
HOMENAJE AL PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA, DON ANTONIO NARIÑO, HEROE NACIONAL Y
PRECURSOR EN NUESTRO PAIS DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE.
La historia económica, política,
social y cultural durante el siglo XIX, giró en torno a las diversas bonanzas
económicas que conmovieron el cimiento de
la Republica colombiana, como lo fueron el oro, el añil, el tabaco, el
desarrollo de la ganadería en grandes haciendas y por último el café, del cual
se nutrió el municipio de Nariño a través de la gran arteria fluvial, el río
Magdalena. Se convirtió en un gran puerto que conectaba por río y tierra a Girardot, el
centro económico regional por excelencia. Esa cercanía se dio a todos los
niveles, siendo al día de hoy tan o más cercana que hace casi dos siglos.
A
la generación de riqueza
en cada una de las bonanzas mencionadas,
se sumó la inmigración de población del interior del país, como la
boyacense, huilense y bogotana. Aportaron biología, maneras y formas de ver, de interactuar,
gastronomía e iniciativas en el tema agro productivo. Nariño sirvió de
experiencia para que se publicara el único libro que sobre la producción del
tabaco se escribiera en la provincia del alto magdalena en Cundinamarca y
Tolima.
CALABAZO DE TOTUMO TÍPICO INSTRUMENTO
DE TRABAJO DE LOS
CULTIVADORES DE MAÍZ
A medida que Girardot, Ciudad de las acacias, crecía y se
desarrollaba, creando nuevos servicios y avances técnicos, Nariño se
beneficiaba por su cercanía, en todos los ámbitos: energía eléctrica, la
carretera antigua y las nuevas, el transporte de carga y pasajeros, servicios
médicos, bancarios, educativos, comunicaciones. Ayer como hoy es de suma
importancia esa cercanía para continuar en la brega de articular proyectos que
beneficien a las partes.
De la misma manera ocurrió con el
vecino municipio de Guataquí, durante muchos más siglos. Parece ser que el
control de las rentas eclesiásticas produjo la feliz iniciativa de crear la
Parroquia de Nariño. El beneficiado fue Nariño como municipio, pues las rentas y la nueva
importancia administrativa y política, le dieron aire de desarrollo, por
supuesto con todas las dificultades que representó la lucha por los terrenos
primigenios de los generosos donantes de principios del siglo XIX.
La relación con el municipio de
Guataquí ha sido importante a través de su existencia, pues la historia nos
señala la relevancia que tuvo durante siglos, dado que en primer lugar la vida
rural en las veredas de la parte alta resulta altamente articulada en la
producción de un producto milenario, como quiera que es el mejor de los
cereales: EL MAÍZ. Este artículo agrícola ha sido el motor de la economía en la
región del alto magdalena desde hace mil años por lo menos. En segundo lugar,
su larga historia generó con el municipio de Nariño, una convivencia que va más allá de
lo puramente económico; los nariñenses tienen lazos de sangre muy fuertes con “la tierra de la labranza del cerro largo”,
como se deduce de una de sus traducciones del idioma panche.
MURAL CASA VIVIENDA
SECTOR URBANO DE NARIÑO
El municipio de Coello, también por
la importancia económica que tuvo durante siglos el valle del magdalena en su
conexión con la ciudad de Ibagué, ha dejado su impronta. La comunicación a través
de la vereda Garbanzal con el Corregimiento de la Vega de los Padres, se dio
por la importancia económica, religiosa y eclesiástica de esa antigua hacienda
jesuita, un emporio de riqueza durante siglos. Hoy ese valle se encuentra
distribuido en diversas propiedades.
No se puede dejar de señalar la importancia
máxima del río, el Río Grande de La Magdalena, pues sin el quizás nada de lo que tenemos
existiría. La Providencia ubicó este poblado al lado del gran río de la patria,
para hacerlo grande y generoso.
Hace 85 años, es decir, en 1933, la Cámara
de Comercio de Girardot, contribuyó a organizar y se vinculó de manera
importante a la celebración de los 100 años de haberse firmado la escritura que
dio vida física real al caserío, que cinco años más tarde sería Distrito
Parroquial.
Hoy, innumerables ciudadanos
nariñenses y amigos están de plácemes por un nuevo aniversario, que celebra con
alegría y jolgorio, sin olvidar la difícil situación por la que atraviesa el
municipio, la región y el país. De manera particular el cambio climático nos
juega una mala pasada, dejando la incertidumbre de los trabajadores del campo
en el quehacer administrativo. Nuevos retos se enfrentan, pero se sabe y conoce la importancia del trabajo
tesonero, de la necesidad de profundizar en la educación para que el día de mañana podamos
aportar generosas iniciativas a nuestro pueblo, de ser emprendedores para encontrar
el éxito, disminuir la pobreza y ser cada día mejores.
Hoy como ayer, la alegría ilumina los
corazones de quienes aman a Nariño, por lo que los nuevos
retos deberán convertirse en regeneración de la mano con el trabajo, la cultura, la salud, el deporte,
la educación y la historia. Luchar denodadamente por encontrar soluciones con
todos aquellos que desean ver al municipio mucho mejor que ayer, es la disyuntiva.
PREPARACIÓN DEL PLATO
VIUDO DE BOCACHICO
UTILIZANDO LEÑA
Edición Número 20, Girardot, Marzo 30 de 2018
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