Edición Número 11, Girardot, Enero 8 de 2018 – LA MASACRE DE CIÉNAGA SEGÚN RAÚL EDUARDO MAHECHA
Edición Número 11, Girardot, Enero 8 de 2018
LA MASACRE DE CIÉNAGA SEGÚN RAÚL EDUARDO MAHECHA
RAÚL
EDUARDO MAHECHA, LÍDER DE LA HUELGA DE LAS BANANERAS DE 1928
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Era la una y 20 minutos de la madrugada del día 6,
cuando la masa de soldados, saliendo por 6 calles, se presentó frente a las
masas huelguísticas, que en número de 4.000 hombres estaba estacionada en la estación
de carros del ferrocarril. El General Carlos Cortés Vargas, jefe civil y
militar de estas fuerzas y de la plaza, ordenó que se diera un toque de corneta
para que se retiraran los huelguistas. No había terminado el primer toque,
cuando un viva a la huelga fue la contestación de las masas compactas de
huelguistas; simultáneamente se oye otro toque y se ve a los soldados por orden
de su jefe Cortés Vargas, preparar sus armas y enfilar sus ametralladoras
contra los trabajadores; estos no se intimidan antes por el contrario,
contestan con un estruendoso viva a la huelga. ¡Abajo los traidores y el
imperialismo yanqui! Un último toque de corneta se oye y el nuevo grito de los
obreros huelguistas de viva a la huelga, es acallado por una descarga a quemarropa
de 300 soldados, por el funcionamiento de las ametralladoras contra la masa
huelguista. (…)
[Fuente: Vega Cantor, Renán. GENTE MUY REBELDE 1.
Enclaves, transportes y protestas obreras. EDICIONES PENSAMIENTO CRITICO
Impreso en Panamericana Formas e Impresos S. A., Bogotá, 2002]
Hombres, ancianos, mujeres y niños indefensos e
inermes, caen atravesados por balas dun dun de la soldadesca. Este fuego
mortífero de fusilería y ametralladoras, duró 15 minutos, dando el resultado de
la muerte de 207 obreros y 32 heridos. La oficialidad encargada de recorrer el
campo de la masacre, termina la carnicería hundiendo sus sables a la víctima
que yacían en tierra y en los vagones del ferrocarril. Ante el cuadro pavoroso
que se presentaba a su vista y horrorizados de su propio crimen, obligan a los
prisioneros huelguistas y soldados, a las 2 y 20 minutos de la madrugada, a
cavar fosas en los cementerios y platanales de la compañía, donde son llevados
los muertos y muchos heridos en carros de basura y camiones, para ser
sepultados precipitadamente en grandes masas.
Raúl Eduardo Mahecha, ABC – Quibdó, julio 24 y 25 de 1929.
[Fuente: Vega Cantor, Renán. GENTE MUY REBELDE 1. Enclaves, transportes y protestas obreras. EDICIONES PENSAMIENTO CRITICO Impreso en Panamericana Formas e Impresos S. A., Bogotá, 2002]
Edición Número 11, Girardot, Enero 8 de 2018
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