Edición Número 4, Girardot, mayo 23 de 2017
IMPORTANCIA DE LAS FERIAS EN GIRARDOT
Las
que principiaron el 15 y terminaron el 19, han coronado los esfuerzos del
pueblo tan inteligente como industrial, cual es el de Girardot. Probado está
que en la confederación de las diversas poblaciones a un punto dado,
transportando cada una de ellas todos los productos de que dispone con el
exclusivo fin de permutarlos ya sea por moneda efectiva, ya por otra clase de
artículos o ya en crédito, resulta el lazo de unión fuerte y vigoroso que une a
los pueblos unos con otros y los impele al ensanche de sus facultades tanto
intelectuales como materiales. Son ellas las que establecen el torbellino
social, haciendo que todas las clases se estrechen en comercio mutuamente
comunicándose unas a otras sus energías.
Todos los que concurrieron a las
Ferias de este lugar, colocaron sus productos satisfactoriamente, debido a la
demanda considerable que hubo; habiéndose verificado transacciones de bastante
importancia. El Gobierno del Departamento, representado en la persona del Dr.
Elisio Medina más las autoridades del lugar cooperó de modo muy eficaz al éxito
de las Ferias.
Durante le Edad Media algunas
ciudades tales como Sevilla, Toledo, Burgos, etc., presentaban cada una de
ellas un certamen de todos sus productos, del que resultaban una serie de
transacciones, a este concurrían todas las poblaciones circunvecinas, trayendo
todo género de industrias; de tal suerte que todas ellas se convirtieron muy
pronto en emporios comerciales de vital importancia, a la vez que desarrollaron
gran tráfico comercial.
Por eso en todo pueblo donde palpite
la constante idea del trabajo y de la industria, puede llegar a colocarse
saliente en los baluartes del progreso y de la civilización.
Luego todos los girardoseños en voto
unánime debemos concurrir con todo el ardor de nuestros corazones para que cada
día renazcan, crezcan y fortifiquen las ideas redentoras de trabajo, industria
y libertad.
(FUENTE:
GIRARDOT Serie 1ª, Girardot, mayo 28 de 1908, Número 1.)
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NOTA:
La primera Feria ganadera de Girardot se llevó a cabo en mayo de 1908. El
semanario GIRARDOT en su primer número informó del hecho, que resultó todo un
éxito económico, social, político y cultural. Durante por lo menos setenta
años, la Feria ganadera de Girardot fue referente a nivel nacional, departamental
y regional, siendo su frecuencia de dos eventos por año (mayo y diciembre),
desde el mismo año 1908.
Aparte
de los dirigentes locales, de las personalidades regionales, dos resaltaron de
manera importante, el presidente de la República, Rafael Reyes y el gobernador
del departamento de Cundinamarca, Elisio Medina. Sus nombres no se ven en
alguna placa de mármol, bronce o piedra en esta civilizada ciudad, que honren
su memoria como insustituibles impulsadores de iniciativa de sobrada
importancia. El actual puentecito sobre el río Bogotá en límites con el
municipio de Ricaurte, denominado Salsipuedes, tuvo el nombre de Rafael Reyes,
cuando en su administración se le construyó en hierro y existió una Avenida
denominada Elisio Medina, en ese periodo del tan comentado quinquenio reyista
(1904-1909). Luego, nada.
GIRARDOT, facsímil
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MEMENTO
GIRARDOT consigna
en sus columnas un testimonio de respeto y gratitud por la memoria del señor D.
Aníbal Villa Navarro, fundador de “El Esfuerzo” primer periódico de esta
ciudad, y deposita una corona de siemprevivas en la humilde tumba de aquel
notable y extraño ser que como los magos de lejanos tiempos, consagró su vida a
buscar entre feroces alimañas un remedio para los dolores humanos y vendió su existencia en ese afán.
(FUENTE:
GIRARDOT Serie 1ª, Girardot, mayo 28 de 1908, Número 1)
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DOS PROFECÍAS
Por
allá en el año de 1868, hace 45 años, cuando Girardot no era sino una
insignificante aglomeración de chozas, don Rufino Vargas, el primer maestro de
la primera escuela que aquí hubo, hacía profetizar a sus alumnos en los
discursos con que solemnizaba los exámenes, que esta ciudad sería el puerto más
importante del Alto Magdalena, y que la navegación se enlazaría en ella con el
camino de hierro, que se inauguró 13 años después en 1881.
La
profecía del benemérito maestro se ha cumplido al pie de la letra: lo estamos
viendo.
En
el año de 1904, el día de año nuevo, el señor doctor Mora, ex Cura de esta
Parroquia, se subió al púlpito, y ante la muchedumbre que llenaba el recinto
del templo, dejó hablar por su boca al Espíritu Santo, para profetizar que el
caudaloso Magdalena desaparecería, dejando en su lugar un lecho seco y
estériles riberas, cuyos ecos jamás volvería a despertar el pito de los buques,
que en el trayecto que recorre la carrilera se extendería el desierto, y que
los rieles, sepultados entre la hierba y la maleza, serían las únicas huellas
del camino que llevaba a la ciudad pecaminosa.
Muchas
personas aún hoy recuerdan con terror ese momento. Eso es inolvidable: era
digno de verse: allí hubo lágrimas a mares y gritos de misericordia, sollozos y
golpes de pecho; niñas hubo con paroxismos, y a los hombres se les paraba el
pelo de punta.
El
templo parecía un manicomio: mientras el santo sacerdote, con la mirada
fulgurante y el gesto apocalíptico hacía resonar, bajo la bóveda del templo,
lleno de majestad, la pavorosa sentencia del tremebundo castigo.
La
profecía del vidente católico no se ha cumplido, pero como el Padre Mora sí
tuvo buen cuidado de no avisarnos para cuándo anunciaba el cataclismo, resulta
que aunque en mil años no ocurra, siempre lo estarán esperando; y si por
desgracia mañana un terremoto acaba con todos y trastea con el Magdalena para
otro charco, caten ustedes ahí cumplida la profecía del Padre Mora.
Los
que han leído historia saben que esto mismo hacían las pitonisas de Grecia y
los augures de Roma, y que desde entonces ya era un bonito recurso PARA
DESCRESTAR CALENTANOS.
Después
de todo, yo creo que los maestros de escuela, cuando son buenos, son mejores
profetas.
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