Edición Número 173, Girardot, Diciembre 4 de 2021:-RIO MORO, DE JORGE ISAACS
RIO
MORO*
POR JORGE ISAACS
Tu incesante rumor vine escuchando
desde la cumbre de lejana sierra;
los ecos de los montes repetían
tu trueno en sus recónditas cavernas.
Juzgué por ellos tu raudal; fingime
tras vaporoso velo tu belleza,
y ya sobre tu espuma suspendido,
gozo en ahogar mi voz en tu bramido.
¡Qué mísera ficción! Quizá en mis sueños
he recorrido tus hermosas playas,
en esas horas en que el cuerpo muere
y adora a Dios en su creación el alma;
que solo dejan en la mente débil
pálidas tintas y memorias vagas;
pero te encuentro grande y majestuoso,
rey ponderado del desierto hermoso.
Bajo el techo de musgos y de pancas,
abrigo del viajero solitario,
el rudo y fatigoso movimiento
de tus ondas veloces contemplando,
del fondo de las selvas me traían
las auras tus perfumes ignorados,
mezcla del azahar y del canelo,
gratos aromas de mi patrio suelo.
Entonces una lágrima rebelde
humedeció mi pálida mejilla,
dulce como esas que a los ojos piden
caros recuerdos de felices días;
elocuente, si hay lágrimas que encierren
la historia dolorosa de una vida;
aquí llevóla indiferente el río,
murió como las gotas de rocío.
Eres hermoso en tu furor; del monte
lanzado en tu carrera tortüosa,
vas sacudiendo la melena cana
que los peñascos de granito azota;
y detenido, de coraje tiemblas,
columpiando al pasar la selva añosa;
las nieblas del abismo son tu aliento
que en leves copos despedaza el viento.
¿De dó vienes así desconocido
con tu lujo y misterios? ¿Gente indiana
hacia el oriente tus orillas puebla
en verdes bosques y llanuras vastas,
cuyo límite azul borran las nubes
que en confín del horizonte vagan?
Dime, esas tribus que do naces moran,
¿Viven felices o miseria lloran?
Pienso que a orillas del raudal velado
por grupos de jazmines y palmeras,
púdica virgen de esmeraldas ciñe
su negra y abundante cabellera;
y acaso el homicidio sangre humana
a los cristales de tus linfas mezcla,
y al odio y al amor indiferente,
confunde sus despojos tu corriente.
Vi al pescador de los lejanos valles
tus peñas escalando silencioso,
la guarida buscando de la nutria
y el pez luciente con escamas de oro;
contome hazañas de su vida errante,
sentado de mi hoguera sobre el tronco;
lo vi dormir el sueño de la cuna,
y envidié su inocencia y su fortuna.
La fúnebre viragua repetía
sus trinos que saludan al invierno,
y luces de topacio y de diamante
te daba del relámpago el reflejo;
en las cavernas, tu rumor ahogado,
tristes gemidos modulaba el viento;
y así admiré tu pompa y hermosura
entre las sombras de la noche oscura.
Viajero de regiones ignoradas,
¡ay! ni una sola de tus ondas crespas
a encontrar volveré, ni de mis pasos
en tus orillas durará la huella.
Más celosa que el tiempo que convierte
ricas ciudades en llanuras yermas,
guarda natura su secreto al hombre,
y do escribirlo osó, borra su nombre.
Como burbujas en tu manto llevas,
irán los soles sobre ti pasando,
y te hallarán los de futuros siglos
como hoy undoso, transparente y raudo.
No existirá ni la ceniza entonces
de mí, que rey de la creación me llamo,
y si guarda mi nombre el mármol frio,
lo hollará con desdén el hombre impío.
Más felices, las flores de tu orilla
nacen, al aire su perfume exhalan,
marchitas ya, se mecen en la espuma,
y mil, más bellas, sus capullos rasgan;
más felices tus ondas, al océano
van a gemir en extranjeras playas;
y yo con mi ambición, pobre y proscrito,
de mi raza infeliz purgo el delito.
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* LAS TRIBUS INDÍGENAS DEL MAGDALENA / JORGE ISAACS /
BIBLIOTECA SCHERING CORPORATION U.S.A. / SERIE: VIAJES N° 99 / EDICIONES SOL Y
LUNA / BOGOTÁ / 1967 / LA IMPRESIÓN DE ESTA OBRA SE TERMINÓ EN EL MES DE JUNIO
DE 1967, PRIMER CENTENARIO DE “MARÍA”, DE JORGE ISAACS. EDITADA POR EDICIONES
GUADALUPE / IMPRESA EN EDITORIAL MINERVA. BOGOTÁ – COLOMBIA. / LAVS DEO
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ADMINISTRADOR Y COMPILADOR: CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ
BEJARANO
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