miércoles, 11 de diciembre de 2019

Edición Número 111, Girardot, Diciembre 11 de 2019:-LEY QUE HONRA LA MEMORIA DEL CORONEL ATANASIO GIRARDOT (1813)




                                                            Edición Número 111 Girardot, Diciembre 11  de 2019



LEY DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA PARA HONRAR LA MEMORIA DEL CORONEL ATANASIO GIRARDOT*

(GACETA DE CARACAS Nº 7, 7 DE OCTUBRE DE 1813)






MANUEL ATANASIO GIRARDOT DÍAZ. GRABADO DE RODRÍGUEZ
PAPEL PERIÓDICO ILUSTRADO.
EDICIÓN BANCO DE LA REPÚBLICA 1968. BOGOTÁ


(Diciembre, mes de luto para recordar a Atanasio Girardot, en la amada ciudad de Girardot.)


El coronel Atanasio Girardot ha muerto en este día en el campo del honor**

Las Repúblicas de la Nueva Granada y Venezuela le deben en gran parte la gloria que cubre sus armas, y la libertad de nuestro suelo. Vencedor en Palacé de un tirano formidable llevó por la primera vez el estandarte de la Independencia bajo las órdenes del General Baraya, a la oprimida Popayán. Las circunstancias extraordinarias de esta batalla memorable, la harán interesante, no solo al mundo americano, sino a los guerreros valientes de todas las partes de la tierra.

El joven Girardot osó aguardar el ejército enemigo en número de dos mil hombres con setenta y cinco soldados en el puente del río Palacé. Tacón, el tirano de Popayán, no dudaba subyugar con aquellas fuerzas el extenso país de la Nueva Granada: destinó setecientos hombres para desalojar los defensores del puente; pero el nuevo Leonidas resolvió perecer antes con sus dignos soldados, que ceder un punto al poder de su enemigo. La fortuna preservó su suerte de la desgracia de sus soldados que fueron todos muertos o heridos, y la victoria más completa premió su esforzado valor y virtud. Más de doscientos cadáveres regaron con su sangre aquel campo célebre para consagrar en caracteres terribles un monumento propio al genio guerrero del héroe. Hasta entonces la Nueva Granada no había visto un peligro mayor para su libertad recientemente adquirida, y las consecuencias del triunfo de Girardot salvaron a un tiempo a su patria de la esclavitud y del exterminio con que la amenazaba el tirano.

En la actual campaña de Venezuela, la audacia y el talento militar de Girardot han unido constantemente la victoria a las banderas que mandaba. Las provincias de Trujillo, Mérida, Barinas y Caracas, que perecían bajo el cuchillo, o gemían en las cadenas, respiran libres y aseguradas por los esfuerzos con que él ha cooperado bajo las órdenes de los Jefes de la Unión. Le han visto buscar en estos campos a los ejércitos opresores, vencerlos intrépidamente, desafiando la muerte por libertar a Venezuela. Hoy volaba a sacrificarse por ella sobre las cumbres de Bárbula, y al momento que consiguió el triunfo más decidido, terminó gloriosamente su carrera.

Siendo por tanto el coronel Atanasio Girardot, a quien muy principalmente debe la República de Venezuela su restablecimiento, y la Nueva Granada las victorias más importantes; por lo tanto, para consignar en los anales de la América la gratitud del pueblo venezolano a uno de sus libertadores, he resuelto y resuelvo lo siguiente:
1- EI día. 30 de setiembre será un día aciago para la Republica, a pesar de las glorias de que se han cubierto sus armas en este mismo día, y se hará siempre un aniversario fúnebre, que será un día de luto para los venezolanos.

2- Todos los ciudadanos de Venezuela llevarán un mes consecutivo de luto por la muerte del coronel Girardot.

3- Su corazón será llevado en triunfo a la capital de Caracas, donde se le hará la recepción de los libertadores y se depositará en un mausoleo que se erigirá en la Catedral Metropolitana.

4- Sus huesos serán transportados a su país nativo, la ciudad de Antioquia en la Nueva Granada.

5- El cuarto batallón de línea, instrumento de sus glorias, se titulará en lo futuro el Batallón de Girardot.

6- El nombre de este benemérito ciudadano, se inscribirá en todos los registros públicos de las Municipalidades de Venezuela, como el primer bienhechor de la patria.

7- La familia de Girardot disfrutará por toda su posteridad de los sueldos que gozaba este mártir de la libertad de Venezuela, y de las demás gracias y preeminencias que debe exigir del reconocimiento de este Gobierno.

8- Se tendrá ésta por una ley general, que se cumplirá inviolablemente en todas las provincias de Venezuela.

9- Se imprimirá, publicará y circulará para que llegue al conocimiento de todos sus habitantes.

Dada en el Cuartel general de Valencia a treinta de septiembre de mil ochocientos y trece años, tercero de la independencia y primero de la guerra a muerte; firmada de mi mano, sellada con el sello provisional de la República y refrendada por el Secretario de Estado.

SIMÓN BOLÍVAR.
Antonio Muñoz Tébar,
Secretario de Estado
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*GACETA DE CARACAS Nº 7, 7 DE OCTUBRE DE 1813).
**Cursiva y subrayado son del Administrador y Compilador (AC)

ADMINISTRADOR Y COMPILADOR (AC): CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO




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SIMÓN BOLÍVAR,
BRIGADIER DE LA UNIÓN Y GENERAL  EN JEFE DEL EJÉRCITO DEL NORTE, LIBERTADOR, DE VENEZUELA, &. , &.*

(GACETA DE CARACAS. Nº 8, 14 DE OCTUBRE DE 1813)





SIMÓN BOLÍVAR. GRABADO DE RODRÍGUEZ
PAPEL PERIÓDICO ILUSTRADO.
EDICIÓN BANCO DE LA REPÚBLICA, BOGOTÁ. 1968


Soldados:
El ejército español que concibió el extravagante proyecto de subyugar nuevamente la República de Venezuela, no existe ya: destruido en las dos gloriosas acciones de Bárbula y las Trincheras, donde vuestro valor deshizo sin el menor esfuerzo esas bandas de mercenarios que los tiranos de la España enviaron a inmolar al filo de vuestra espada, pensando sin duda, que vosotros eráis los mismos esclavos que en otros tiempos ellos degradaban a la esfera de los brutos. Pero su exterminio ha sido el resultado de tan audaces delirios. El ejército de Monteverde con su indigno caudillo, ha desaparecido; y sus miserables reliquias sólo han podido salvarse por el camino del deshonor, huyendo como liebres y sepultándose en sus antiguas guaridas.

Sólo quinientos hombres, sin oficiales ni jefes, se han acogido al castillo de Puerto Cabello a morir de hambre, peste y temor; así se ha desvanecido la única y última esperanza de nuestros cobardes enemigos, que habían colocado toda su confianza en sus jactanciosos compatriotas los soldados españoles.

 El celo que protege siempre la buena causa, y abandona a su rigor a los tiranos de la humanidad, ha señalado su justicia haciendo perecer al azote de Venezuela, el abominable Monteverde, y a sus cómplices. Su mayor número ha quedado en el campo, y el menor anda errante por los bosques, buscando un asilo digno de su ferocidad en las cavernas de las fieras.

Soldados, nuestras armas libertadoras han vengado a Venezuela, inmolando a los tiranos que tan pérfidamente la engañaron para sacrificarla a sus miras de ambición y avaricia. La sangre de estos monstruos apacigua el clamor de los manes de nuestras víctimas: ya ellas están satisfechas, y el honor nacional vindicado. Mas nuevas glorias os esperan en los campos de Coro, Maracaibo y Guayana; partid, pues, a libertar a vuestros hermanos que gimen bajo el yugo español. El impertérrito brigadier Rafael Urdaneta, vuestro mayor general, os conducirá a la victoria en los campos de Coro, para donde marcháis: en tanto que los vencedores de Maturín unidos a los valientes caraqueños de la división del invicto comandante Campo Elías, castigan a Boves, expulsan a Yáñez de San Fernando, y marchan contra Guayana. El resto de los vencedores de Monteverde estrechan a Puerto Cabello, hasta que perezca o se rinda, bajo las órdenes del bizarro comandante D'Elhuyar.

Yo no me aparto de vosotros, amados compañeros míos, sino por ir a conducir en triunfo a Caracas el gran corazón del Inmortal Girardot**; y a recibir con los honores debidos a los libertadores de Cumaná y Barcelona, que ansiosos de adquirir nuevos trofeos vienen a participar de nuestros peligros, y de nuestras glorias, guiados por el joven héroe general Santiago Mariño, salvador de su patria. No me aparto, no, de vosotros, soldados granadinos y venezolanos, pues mi espíritu, mis sentimientos, y mi amor os quedan. Yo os ofrezco volver más pronto a la luz a dividir con vosotros los trabajos marciales que hacéis por la salud de la patria, que ya os titula con el sublime renombre de Libertadores de Venezuela.

Cuartel General de Valencia, 9 de octubre de 1813, 3º y 1º

SIMÓN BOLIVAR.
Antonio Rafael Mendiri,
Secretario Interino de Guerra.
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*(GACETA DE CARACAS. Nº 8, 14 DE OCTUBRE DE 1813)*
**Cursiva del Administrador y Compilador (AC)
ADMINISTRADOR Y COMPILADOR (AC): CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO



Edición Número 111, Girardot, Diciembre 11 de 2019

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