domingo, 6 de octubre de 2019

Edición Número 104, Girardot, Octubre 6 de 2019:-TOCAIMA EN 1906




                                                            Edición Número 104 Girardot,Octubre 6  de 2019



TOCAIMA EN 1906*

POR ELISIO MEDINA**


TEMPLO CATÓLICO SAN JACINTO
https://www.google.com/search?q=tocaima+cundinamarca&rlz=1C1PRFE
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La Junta de vecinos de este Municipio fue muy numerosa: sólo faltaron cinco o seis de los propietarios a quienes se citó. Concurrieron además el señor Vicario, Doctor Obdulio Chala, y el Doctor Primo Mora, Cura de Girardot, quien había venido con el deseo de ayudar en las deliberaciones de la Junta de Tocaima. Todos los miembros de ésta demostraron estar animados del mayor espíritu público y querer que cesaran las emulaciones que habían existido entre unos y otros.

El señor Cura informó que había en la ciudad un Colegio para señoritas y dos Escuelas para niñas; una Escuela superior para varones y otra elemental para niños. Todos estos establecimientos, excepto la Escuela superior para varones, están bajo la dirección de las Hermanas de la Caridad. Hay además tres Escuelas rurales, una en Guailamá, otra en el Alto de la Viga y otra en El Cerro, dos de ellas regentadas por Maestras graduadas en el Colegio de aquella ciudad.

Oída la opinión de varios vecinos, acorde con la del señor Cura, decreté la creación de tres Escuelas rurales, una en Cachimbulo, otra en Malberto y otra en Puná, las cuales se abrirán en 1907, pues en lo que falta de este año se prepararán los locales y el mobiliario.

La Escuela oficial que hubo en Copó fue clausurada a causa de algunas diferencias que ocurrieron con el dueño del local. El señor Cura se propone adquirir un local propio, a fin de evitar nueva colisión; se le ofreció todo el apoyo que sea necesario para que los hacendados respeten la autoridad de que él está investido como Inspector local. Se abrirá también el año entrante una Escuela alternada en Las Juntas, si los vecinos de aquella comarca proporcionan local.

La Escuela superior de niñas y las elementales de niñas y de varones se hallan en los locales que antes fueron del Distrito y que hoy hacen parte del edificio que el Gobierno orden6 devolver a la Iglesia.  Según los documentos de entrega, esos locales servirán para las Escuelas mientras los Directores satisfagan a la autoridad eclesiástica. La Escuela superior para varones está en la Casa Cural. El señor Cura ha provisto de mobiliario a esta Escuela, ha ayudado a costear el de las demás, y trabaja en el mejoramiento y ensanche de todas con el más recomendable interés.

La Junta de Beneficencia, de que es Presidente el señor Cura, inició la construcción de un edificio contiguo a la iglesia de San Jacinto, para organizar el Hospital. Como allí mismo quedan los locales en que funcionan las Escuelas, hice presente lo inconveniente que sería establecer enfermerías tan cerca de los niños,  indiqué la conveniencia de comprar una casa que está en los afueras de la ciudad. Esta idea fue acogida por la Junta de vecinos, y el señor Cura ofreció hacer diligencias para comprar la casa. El Departamento no ha pagado el auxilio que corresponde al Hospital. Desde enero último hasta la fecha. Prometí pagar ese auxilio a fin de que pueda llevarse a cabo la adquisición del edificio y establecerse pronto el Hospital, pues á Tocaima afluyen enfermos de todas partes.

Los caminos de cargo del Municipio se hallan en regular estado. La Junta distrital formó las listas de contribuyentes por Trabajo personal, mas por falta de Tesorero la contribución no se ha hecho efectiva. Señalé el mes de Septiembre como último plazo para el pago de ella, y ordené componer los caminos con lo que produzca ese Impuesto en jornales. Ofrecí suministrar por cuenta del Departamento todas las herramientas que sean necesarias. Lo que se recaude en dinero se invertirá en la refección de la Casa Municipal, que amenaza ruina.

Es de advertir que el mal estado en que este edificio público se halla, proviene en gran parte del deterioro que sufrió durante la guerra. Época en que prestó constantemente el servicio de cuartel y hospital militar a la vez. Considero justo que el Gobierno reconozca y mande pagar alguna suma a favor del Municipio de Tocaima, con el fin de indemnizarle los perjuicios que sufrió.

El Matadero público se halla en mal estado. Ordené invertir en su reparación las sumas que produzca, e indiqué al Concejo la conveniencia de conceder un privilegio para la construcción y explotación de un Matadero y mercado de carnes.

Hace varios años no se ven casos de fiebre amarilla en esta población, y como su clima es muy sano, puede esperarse que la ciudad vuelva a ser frecuentada por numerosas familias de veraneadores. Las aguas medicinales que tiene en sus cercanías, su pintoresca situación sobre las fértiles vegas del río Bogotá, y la circunstancia de empalmar allí el Ferrocarril que viene de Ambalema por Limba con el de Girardot, todo ello hace creer que Tocaima mejorará notablemente en su parte material, en el curso de pocos años. El adelanto moral que hoy se nota irá también en aumento, de modo que podemos augurar días prósperos para la histórica ciudad.



1968. CUEVA PANCHE.
PAPEL PERIÓDICO ILUSTRADO
EDICIÓN BANCO DE LA REPÚBLICA.
GRABADO DE GREÑAS 


La Junta pidió con ahínco al Gobernador proponga a la Empresa del Ferrocarril que éste pase por la población, para empalmar en Santa Lucía. Si esto se consiguiere podría construirse una estación en la ciudad misma.

Las industrias agrícola y pecuaria son las que predominan en el Municipio. El comercio ha decaído.

La producción agrícola anual es la siguiente: 150 arrobas de cacao, 1.000 cargas de café, 20.000 de maíz, 6.000 de plátanos, 3.000 de yuca, 1.500 de arracacha y 1.200 de panela. Produce también azúcar; no puede apreciarse el producto anual de este artículo, porque la industria es nueva.

Hay 1.500 reses de cría y se ceban 4.000 más. Los pastos son de superior calidad y las dehesas tan extensas que muy bien podrían cebar hasta 20.000 reses y sostener 10.000 de cría.

Hay 300 mulas, 200 bestias caballares, 500 asnos, 15.000 cerdos y 2.000 cabros.

Fabrican en Tocaima sombreros de caña, algunos muy apreciados por su elegancia, que las señoras prefieren a los que vienen del Exterior, cuando permanecen en el campo. Trabajan la caña con habilidad y dan a los sombreros las formas caprichosas que la moda exige: bien adornados pueden competir con los sombreros extranjeros de paja que tan alto precio tienen en el mercado.

Algunos vecinos informaron que hay en el Distrito paja fina para sombreros de los llamados suazas. Excité al Concejo para que funde una Escuela de tejido de sombreros, y prometí pagar el sueldo del maestro, si lo trajeren del sur del Tolima. Esta industria es de las que conviene fomentar, pues los sombreros de paja se venden a buenos precios en el exterior siempre que no sean pesados, ni tan grandes como los que usamos en el país.

La vid se cría y desarrolla en las mejores condiciones, de suerte que una sola cepa da de 350 a 400 racimos por cosecha. Cuando el Ferrocarril de Girardot empalme con el de la Sabana, será fácil sacar los racimos de uva sin el estropeo que hoy sufren y sin mayor costo. El consumo que tendrá como fruta, nada más, bastará para estimular el cultivo, ya que no se ve por ahora quien pueda acometer en otra forma la explotación de aquella riqueza.

Las Rentas municipales ascienden a $1.357 en oro por año. En el mes que terminó el día anterior a la visita, hubo ingresos por valor de $116,10; los egresos en el mismo mes fueron de $113,60 La diferencia se cubrió con el saldo del mes anterior, y hay en caja para septiembre $38,96.

Visité el Colegio y las cuatro Escuelas urbanas.

En esos establecimientos presencié algún examen, lo mismo que en dos de las Escuelas rurales, que el señor Cura había hecho venir. Merece un voto de aplauso la Directora de una de esas Escuelas, por sus conocimientos en Pedagogía. Como esta Maestra es educada por las Hermanas, me inclino a contratar con ellas la educación de algunas señoritas  que puedan servir como maestras en las poblaciones de clima cálido. Las que se educan en Bogotá miran con horror la tierra caliente. Consideran como un castigo el tener que hacerse cargo de una Escuela en aquellas regiones. Si consiguiéramos organizar formalmente una sección para educar maestras en el Colegio de señoritas de Tocaima, creo que habríamos resuelto felizmente uno de los problemas más difíciles de los que la instrucción primaria ofrece hoy.

No podemos ocultar, ni se debe, que en este ramo hemos retrocedido. Las causas son dos: los tres años de guerra, que cerraron las escuelas y, la falta de Maestros convenientemente educados para la profesión. Para reaccionar, necesitamos Escuelas Normales. Sostener Escuelas primarias con maestros que no saben enseñar, es poco menos que agotar estérilmente los recursos fiscales destinados a la instrucción primaria.
  
Considero conveniente insertar aquí los documentas relativos a la entrega de la iglesia de San Jacinto, de que hablé antes. Son estos:

DEVOLUCIÓN

DEL TEMPLO DE SAN JACINTO A LA IGLESIA DE TOCAIMA

En Tocaima, a la una de la tarde del día viernes primero de Junio de mil novecientos seis, el Alcalde asociado de los siguientes señores Presidente del Consejo Municipal, Personero Municipal, Hermógenes Afanador, vecino nombrado por el Consejo Municipal para presenciar la entrega de la iglesia de San Jacinto y sus dependencias, y del suscrito Secretario, se trasladaron al punto donde están situadas la referidas antigua iglesia de San Jacinto y sus dependencias, de que trata la resolución aprobada por el Consejo Municipal en su Sesión del veinticinco de Marzo de! Presente año y comunicada a este Despacho bajo nota número 21 bis.

Al efecto, los empleados mencionados procedieron a hacer la entrega material y posesión de la referida iglesia y sus dependencias, al señor Cura Párroco Doctor Obdulio A. Chala H., como representante de la Iglesia, por los siguientes linderos, así:

Por el Oriente, calle de por medio, con la Casa Consistorial; por el Occidente, con casa y solar de la señora Soledad Delgadillo; por el Norte, calle de por medio, con solares del Municipio; y por el Sur, con solares también del Municipio.

Con lo cual se terminó la presente diligencia que firman los que en ella intervinieron.

En Tocaima, a 1° de Junio de 1906

El Alcalde Municipal, AGUSTÍN BELTRÁN C.- El Presidente del Consejo Municipal, JULIO IGNACIO CORREAL - El Personero Municipal, SECUNDINO SALAZAR - El vecino nombrado por el Consejo Municipal, HERMÓGENES AFANADOR C. - El Cura Párroco como representante de la Iglesia, OBDULIO A. CHALA H. - El Secretario, Abraham Franklin C.
Es fiel copia de su original.
Tocaima, Agosto 18 de 1906
                                                                       Abraham Franklin C.

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ACTA DE RECONCILIACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN JACINTO

En Tocaima, a doce de Julio de mil novecientos seis, tuvo lugar la reconciliación de la iglesia de San Jacinto, con toda solemnidad.

 Los hechos sucedieron así:

A fines de Agosto de mil novecientos cinco se efectuó la Visita, Pastoral del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo, quien en el Acta de Visita dice, bajo el artículo 13: “El venerable Párroco reclamará la posesión de los lotes que han sido cedidos por el Consejo Municipal en veinte de Mayo y quince de Junio de 1904. Igualmente reclamará la posesión de la antigua iglesia de San Jacinto, la cual por ningún título ha podido ni puede pertenecer a otro que a la Iglesia.”

Después de la Visita, el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo se dirigió al Gobierno en este sentido, y el Consejo de Ministros resolvió autorizar, por medio del Ministerio de Obras Públicas, al Consejo Municipal de Tocaima, para entregar al señor Cura Párroco, como representante de la Iglesia, el templo de San Jacinto con sus dependencias.

En virtud de esa autorización se reunió el Consejo Municipal el día veinticinco de marzo del presente año, presidido por el señor Julio Ignacio Correal, y aprobó por unanimidad de votos el acuerdo en el cual se ordena la devolución y entrega de dicho templo y sus anexidades. Al día siguiente el señor Correal, que había presidido el Consejo, pasó al señor Cura Párroco el siguiente despacho:

“República de Colombia - Departamento de Cundinamarca –Número 16 - Vicepresidencia del Consejo Municipal- Tocaima, marzo 26 de 1906

Señor Doctor Obdulio A. Chala, Cura Párroco de Tocaima
                                                                                              Presente

Me complazco en comunicar a usted que el Consejo Municipal que he tenido la honra de presidir en esta solemne ocasión, en la Sesión de ayer aprobó por unanimidad de votos el Acuerdo en el cual se ordena la devolución y entrega de la antigua iglesia de San Jacinto y sus dependencias, de que trata el auto de Visita Pastoral, y en virtud de la autorización que le da al Consejo el señor Ministro de Obras Públicas en su Oficio número 350, de fecha 26 del mes de Febrero último. La entrega se hará a usted como representante de la Iglesia, con la sola condición de que las dependencias de la antigua iglesia de San Jacinto continúen prestando el servicio a la Instrucción Pública del Municipio, siempre que su regencia convenga a la Iglesia.

Próximamente remitiré a usted el acuerdo que lo motivó, para que se sirva ponerlo en manos del Ilustrísimo Señor Arzobispo.

Con toda consideración me es grato suscribirme de usted atento, seguro servidor.
                                                                                 
                                                                                              Julio Ignacio Correal”
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El señor Cura Párroco Doctor Obdulio A. Chala H. recibió inmediatamente la iglesia y sus dependencias, y aceptó la condición de que éstas continúen prestando el servicio a la Instrucción Pública del Municipio, siempre que los Maestros convengan a la Iglesia.

Después de esto el señor Cura Párroco abrió trabajo en construcciones y reparaciones de los locales de escuela e iglesia, y citó para la presente fecha la reconciliación de ella y habilitación para el culto divino.

Nombró Padrino al Excelentísimo Señor Presidente de la República, General Rafael Reyes, quien contestó el siguiente telegrama:

Bogotá, 7 de Julio de 1906
Doctor Obdulio Chala-Tocaima
Agradezco designación Padrino Iglesia, y por este telegrama apodero a Limbanio Fuertes reemplazarme.

Amigo, REYES”

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Nombró también Padrinos al señor Presbítero Doctor Marcial Delgado, al señor Cura de Girardot. Doctor Primo Mora; al señor Cura de Ricaurte, Doctor Pedro González H.; a los señores Hermógenes y Miguel Antonio Afanador, Julio Ignacio Correal, Secundino Salazar y Ramón Álvarez Jaramillo; y a las honorables matronas señoras Aminta de Afanador, Adela de Ortiz, Adelaida de Correal, Matilde H. de Chala, Sofía de Salazar, Balbina de Insignares, Concepción de Copete y Agripina de Ramírez.

A la hora señalada se presentaron los Padrinos personalmente unos, y otros por sus representantes, y multitud de pueblo en la Iglesia Parroquial, de donde salieron en procesión ordenada, con las debidas distinciones con dirección a la iglesia de San Jacinto. Al llegar a ésta la procesión, el señor Cura Párroco, previamente autorizado por el Ilustrísimo Señor Arzobispo  reconcilió la iglesia según el Ritual Romano.

Acto continuo se celebró Misa Solemne con sermón, que estuvo a cargo del señor Cura de Girardot, quien recordó al auditorio los principales beneficios con que el Señor se ha dignado favorecer esta población especialmente de la… (ilegible en la copia)…

Antes de terminar su discurso el predicador pidió al pueblo una  manifestación pública y solemne de si estaba satisfecho de que esta iglesia quedara, otra vez, consagrada al culto divino, y el pueblo a voz en cuello contesto afirmativamente, quedando así desmentida la aserción de alguno, de que no era esa la voluntad del pueblo.

Con motivo de esta solemnidad se bendijo también la nueva y preciosa imagen de nuestra Señora del Carmen.

Terminada la función religiosa, resolvió el señor Cura Párroco, Doctor Obdulio A. Chala, sentar una acta que pueda transcribirse al Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo, al Excelentísimo Señor Presidente de la República, al Honorable Consejo Municipal y al señor Alcalde, y cuyo original debe conservarse para perpetua memoria en el Archivo parroquial.

El Cura Párroco, Obdulio A. Chala H.; Marcial Delgado, Presbítero; Primo Mora, Presbítero; Pedro González H., Presbítero; Hermógenes Afanador P., Miguel Antonio Afanador P., Secundino Salazar, Alejandro Orozco, Antonio Moreno, el Alcalde Municipal en ejercicio, Donaldo Afanador P.; Berardo Pinzón B., Abraham Franklin, Secretario de la Alcaldía; Anténor Pinzón, Hermenegildo Rodríguez, Didacio Maldonado O., José María Tobar, José Mercedes Hidalgo, Víctor M. Jara R., Aristides Ricardo M., Teodoro Nieto, Luis F. Romero, Arturo Rodríguez, José María López, José María Insignares, César A. Cano, Heliodoro Suárez O., Gregorio Barón, Lorenzo Balaguera, José Mercedes Hidalgo, Policarpo Martínez, Francisco Ricardo S., Abelardo Polo A., Didacio Castilla, Olimpo Manuel Gómez, Isidro Herrera, Sebastián Urquijo, Alberto León, Bernardo Beira R., Francisco Romero, Matías Herrera, Gabriel Afanador, Miguel Guarín, Julio Castro, Ramón Valenzuela C.; el Alcalde Principal, Agustín Beltrán C.; Manuel Díaz P., Alcides Ricardo P., Camilo Forero, Antonio Cabiedes, Evaristo Forero, Francisco Duque, Tomás Lamprea, Alejo Suárez, Ascensión Castañeda, José Dolores Castañeda, Daniel Monroy F., Hipólito Zabala, Bernabé Gámez, Diego Rojas, Raimundo Rivera, Carlos Cuervo, Clodomiro Puentes, Francisco Beira, Clímaco Cubillos, Luciano Afanador O., Julio Ignacio Correal, Baldomero García M., Domingo Ricardo B., Ramón Álvarez J., Luis María Cubillos, Marcos Puentes, Octavio Daraviña R., Cayetano Beira, Pablo Pava, José Renza, Víctor Monroy, Jesús Zabala, Pedro Pinilla, Patrocinio Perdomo, Luis Díaz, Carlos Reyes, Julio Sampedro, Pablo Rodríguez P., Emiliano Afanador O., Mauricio Olaya, Juan Yepes, Bernardo Bedisus, Demetrio Rodríguez, Raimundo Romero, Carlos Vanegas; como apoderado del General Rafael Reyes, Limbanio Fuertes; Cristóbal Beira, Isidro García, Ricardo León, Pascual Rodríguez, Manuel J. Rodríguez, Dionisio Zabaleta, Ramón Fonseca, Santos Sánchez, Ignacio Santoyo, Graciliano Sánchez, Juan Ramírez, Atanasio Salazar, Francisco Antonio Correal.

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*“VISITA DEL SEÑOR GOBERNADOR DE CUNDINAMARCA A LAS PROVINCIAS DE SUMAPAZ, GIRARDOT Y TEQUENDAMA” Facatativá/ Imprenta del Departamento /Director y Corrector, Belisario Cuervo Angel/ 1906/ Gobernador Elisio Medina

**ELISIO MEDINA, GOBERNADOR DE CUNDINAMARCA (14 DE JULIO DE 1906 - 18 DE JUNIO DE 1909)

Edición Número 104, Girardot, Octubre 6 de 2019

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