Edición Número 75, Girardot, Mayo 8 de 2019:-LA MESA EN 1906
Edición Número 75 Girardot, Mayo 8 de 2019
La
ciudad de La Mesa es la capital de la Provincia.
Desde que el Ferrocarril de Girardot llegó a la Estación de El Hospicio el movimiento comercial de esta plaza se
ha resentido notablemente. Los negocios relacionados con el tránsito de mercancías y los de compra y
venta de cacao, sal y demás artículos que antes llegaban allí en gran cantidad, han sufrido disminución
considerable; y cuando el Ferrocarril empalme con el de la Sabana no radicarán en la plaza de
La Mesa sino las operaciones del comercio de la Provincia. Las ventajas que la ciudad ha tenido como
centro del comercio que las poblaciones de clima frío hacían con el Departamento del Tolima, empiezan a
desaparecer, y desaparecerán totalmente; pero la importancia que La Mesa tiene como población
laboriosa y productora, no sólo no desaparecerá, sino que aumentará de día en
día. Para obtener
este resultado, sólo se requiere conservar en buen estado los caminos públicos, construir una carretera
de la ciudad a la estación próxima del Ferrocarril, y levantar varios puentes para el servicio público, sin
gravamen de impuesto. Esto bastaría para que los agricultores ensanchen sus operaciones y el
Ferrocarril le devuelva en facilidades de transporte las ventajas que aparentemente le ha quitado a esa región.
La Mesa cuenta con elementos poderosos de riqueza, suficientes
para que su progreso material no disminuya, como se verá por su producción agrícola. Corresponde a los
habitantes de la ciudad aprovechar esos elementos en beneficio de la entidad y conservarle el puesto
que ha tenido como centro de cultura intelectual.
Desgraciadamente en muchos de ellos se nota algo como
desaliento, y aun parecióme observar cierta tendencia a la emigración hacia otros lugares. El espíritu
público ha decaído; la buena marcha de la administración pública no despierta allí el interés que en otros
tiempos animaba a los vecinos notables por su ilustración y por su posición social. El local de la Biblioteca
se derrumbó, y el Concejo no ha dado paso alguno para reedificarlo; los libros se han extraviado, y
muy difícil será que aquella nota de civilización reaparezca
pronto. Los locales de las Escuelas, deteriorados a causa del servicio que prestaron como cuarteles en la
última guerra, fueron descuidados y cayeron al fin: poco se ha hecho para levantarlos.
La Casa Municipal misma, en donde antes funcionaban todas las Oficinas de la Provincia y las del
Circuito, apenas presta hoy servicio para dos o tres oficinas. El
Acueducto no sólo está descuidado, sino que días
ha habido en que falta agua en el centro de la plaza. El Cementerio, que antes llamaba la atención de los
viajeros por el aseo y esmero con que se le cuidaba y por los jardines que lo rodeaban, y que mereció páginas de elogio a distinguidos
escritores colombianos, está hoy en relativa incuria. “Están cortando los árboles
del Camposanto, señor Gobernador, dijo un vecino.” “Es que los
podan,” contestó otro; a lo cual repuso el primero: "Sí, señor; los están podando
del todo.” El hecho es que el aspecto actual del Cementerio de La Mesa ya no hace pensar como en otro
tiempo: “El que deje sus restos en este Camposanto no muere del todo. Cuántas flores, cuánto amor
por la memoria de los que fueron.”
Se necesita un esfuerzo de voluntad por parte de todos los
habitantes de la población y de los propietarios acaudalados, para reedificar
la Casa Municipal y las Escuelas, para reponer la tubería del acueducto,
recogiendo todas las aguas a él
destinadas, y para devolver a la ciudad en conjunto los beneficios que ha venido
perdiendo poco a poco. Para tal reacción no basta el esfuerzo aislado de la autoridad:
requiérese un impulso colectivo en que no sólo las contribuciones públicas provean de recursos: es amor por
la tierra, interés por la antigua ciudad de tradiciones gloriosas, lo que puede producir más eficaces
resultados.
Hay tres Escuelas urbanas públicas: dos para varones y una
para niñas. Como el personal de ésta es muy
numeroso, la dividí en dos. La única Escuela rural que había se cerró por falta de local. Oída la opinión
del señor Cura y la de algunos vecinos, decreté la creación de cinco Escuelas rurales alternadas, así: una en Escalante,
otra en Las Monjas, otra en San Rafael y dos en San Joaquín; Estas últimas
servirán una para cada sexo.
Como todas las del Departamento las Escuelas urbanas de
esta ciudad carecen de útiles suficientes para la enseñanza. El mobiliario es también muy escaso.
El señor Cura informó que existe un Colegio para señoritas
y uno para niños, regentados por las Hermanas de la Caridad. Visité el primero de éstos y decreté a su favor una
subvención de $30 mensuales.
Se considera conveniente establecer un colegio para varones:
aplaudí la idea y prometí pagar el arrendamiento del local que el colegio ocupe, siempre que el plan
de estudios y el Rector satisfagan a la Gobernación. Excité a la Junta para que convocara una
reunión de todos los padres de familia, en la cual debían tratar de este asunto.
Las Escuelas están en locales arrendados. El Vicepresidente del Concejo
informó que éste había decretado la venta de unos solares, para que con su producto
pudiera acometerse la reedificación de los locales, pero que las autoridades a quienes
correspondía ejecutar el Acuerdo nada habían hecho. El producto de
esta venta no alcanzará para la reedificación, pero en todo caso será un
auxilio poderoso. Ordené al Personero Municipal haga pronto las diligencias conducentes
para la enajenación de los solares. Dispuse, además, que el Alcalde presente un proyecto de
Acuerdo a la municipalidad, por el cual se destine el
producto de todos los bienes mostrencos que hay en el Distrito, para la reedificación de las escuelas. El
número de estos bienes pasa de 160, entre bestias caballares y mulares: su valor será suficiente para concluir
la obra. Ordené al Personero activar los juicios correspondientes, para que el remate se haga
dentro del menor término posible.
Como el Municipio tiene en depósito en la Tesorería Departamental
la participación que le correspondió en el Impuesto Predial, el Tesorero del Distrito presentará
las cuentas de cobro, para que esa suma se pueda invertir en la reconstrucción de los locales.
El Hospital es un edificio de dos pisos, muy inadecuado para el
objeto a que se le destinó, pero tiene terreno adyacente en que puede construirse una Sala para
Maternidad, un departamento para cirugía, otro para
salones de enfermos y algunas piezas para servicio interno. El piso alto está
ocupado por las
Hermanas y la Capilla. En el piso bajo hay pequeños
departamentos, insuficientes para colocar los enfermos
y muy poco aparentes para prestarles atención simultánea. A pesar de estas
circunstancias, el edificio es uno de los mejores del Departamento y está muy bien
conservado.
Carece de rentas suficientes, pues sólo cuenta con un capital de
$1280 en oro, de los cuales $200 están casi
perdidos, a causa de insolvencia de los deudores. Indiqué la
manera de proceder a
asegurar todo el capital, renovando los documentos, &c. El Departamento
ha destinado $60 en oro y el Municipio $5 como auxilio mensual para esta Casa de Caridad. Del
primero de estos auxilios se deben $ 360, que prometí se pagarían tan pronto como la situación fiscal
lo permita.
El Síndico del Hospital. Doctor Nepomuceno Tirado, desempeña
gratis las funciones que corresponden al cargo y ha prestado servicios muy importantes. Según las
cuentas que él lleva, desde el 21 de Diciembre de 1905 hasta el 31 de Agosto de 1906 ha habido
ingresos por valor de $749,91 en oro. Los egresos en el mismo tiempo ascienden a $761,98; el déficit lo cubrió el Síndico de su caja
particular.
Los caminos departamentales son: el que va de Tena a Anapoima, en
el cual se están haciendo reparaciones importantes; el que se dirige al
Colegio; el que baja a San Joaquín y el que desciende a la Estación de San Javier. Como las Aduanillas existentes en la ciudad
producen lo necesario para sostener en buen estado esos caminos y dar un excedente de
consideración, prometí que éste sería destinado a la
construcción de una carretera entre la ciudad y la Estación de San
Javier. Todas esas Aduanillas fueron visitadas y sus cuentas se hallaron corrientes.
La Junta distrital ha trabajado con bastante provecho para el
Municipio, debido en gran parte al señor Don Luis Herrera, cuyo espíritu de progreso interés por
los asuntos públicos son muy dignos de aplauso. El señor Herrera ha hecho componer todas las vías
seccionales, y compró por cuenta de la Junta algunas
herramientas de muy buena calidad. En la Oficina de la Junta se hallan también las
herramientas que fueron de la extinguida Junta
provincial.
La Renta de Trabajo personal subsidiario asciende á $1600 en oro, de
los cuales se han recaudado
$226,76. Los egresos valen $95,26 y hay en Caja un
saldo de $ 131,50.
El señor Herrera solicitó se le autorizara para invertir los
jornales de las veredas que quedan a la derecha del río Bogotá en la composición del camellón
principal: le di la facultad correspondiente. Excité a la Junta
para que expida un Acuerdo por el cual destine a la obra de la Casa Municipal que falta por
cobrar de este
impuesto, ya que felizmente los caminos se hallan en regular estado.
CATEDRAL DE LA MESA |
La Casa Municipal requiere una refección pronta, pues todo el
interior es una verdadera ruina. El Gobierno Nacional reconoció una suma a favor del Municipio
como indemnización por los
perjuicios que éste sufrió durante la guerra a causa del
deterioro de sus edificios públicos. Ordené se activara el cobro de este
crédito y excité al Concejo para que dictara un Acuerdo por el cual se destine íntegramente aquella cantidad a la reconstrucción de los tramos que se han caído.
En nombre del Departamento ofrecí costear una alcantarilla
para recoger las aguas excedentes de la pila y conducirlas al interior de la Casa Municipal, para hacer el
aseo correspondiente. De este edificio puede continuarse la misma alcantarilla, con ayuda de los propietarios
vecinos hasta sacarla al barranco inmediato, en donde pueden construirse algunos excusados públicos.
El Acueducto es una obra de importancia capital, puesto que la
población no tiene cerca otras aguas.
El Alcalde y el Personero deben hacer vigilar constantemente
las fuentes de donde mana el agua que va a la plaza,
para evitar que se le dé otro curso: deben cubrir con losas la par te de acequia en donde no haya
tubería, como remedio provisional para conservar limpias las aguas, y enviaran a la Gobernación un informe relativo al número de metros de tubería que se
necesiten para el Acueducto, expresando el diámetro de ella, con el fin de promover lo conveniente
para auxiliar la obra.
Respecto del estado en que el Cementerio se encuentra se suscitó en
la Junta una breve deliberación. Excité al Concejo para que expida un Acuerdo por el cual se
organice una Junta de aseo y ornato de la ciudad que poniéndose de acuerdo con la Junta de fábrica, tome a su cargo el
aseo y conservación del Cementerio, puesto que el señor Cura informó que la renta
aplicable a ese objeto no alcanza ni aun para pagar el Celador.
El señor Pedro J. Chacón donó una zona de trece metros de frente, contigua al Cementerio, con el fin de
ensancharlo, y el señor Cura informó que posteriormente habían vendido un lote inmediato incluyendo aquella zona,
la cual deseaba reivindicar para el Cementerio. Le indiqué el procedimiento que debía adoptar
para probar la donación y para hacer valer los derechos de la Iglesia sobre aquella zona.
La industria agrícola produce anualmente en el Municipio 57600 cargas
de miel, 300 de panela, 900 de azúcar, 24000 de maíz, 6000 de plátanos (los demás que necesitan
para el consumo los traen de El Colegio), 7000 de yuca, 1200 de frutas y 1000 de hortalizas.
En La
Primavera empieza a emplearse un nuevo procedimiento para producir azúcar.
Se
fabrican cosa de 7000 enjalmas en el año. Tejen sombreros de caña, algunos bastante finos.
Extraen anualmente algo más de 3500 arrobas de fique, del
cual manufacturan las dos terceras partes.
Hay 600 reses de cría, y se han cebado otras tantas en
este año. Hay también 350 bueyes de carga. Existen en el Municipio 3000 mulas
de carga y 1000 de silla, 1000 yeguas, 1500 caballos, 500 asnos, 3000 cerdos y
200 cabros.
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El Departamento tiene en la ciudad una casa baja,
destinada para la Imprenta del Municipio. La casa está en
ruina y la Imprenta no ha corrido mejor suerte. Algunos vecinos de los que más se interesan en
restablecer la importancia de la ciudad me acompañaron a practicar una visita en aquel pequeño establecimiento.
Prometí auxiliar a éste con la suma de $40 en oro mensuales, a fin de que puedan reanudarse
los trabajos y se funde un periódico que contribuya a combatir el desaliento de que están tocados en
aquella rica comarca, y levante el espíritu público, sirviendo a la vez los intereses de la Provincia. Es preciso fomentar la
reacción por todos los medios que a ella conduzcan. Encarecí hacer propaganda por medio de la prensa en favor del cultivo del algodón.
El Juzgado de Circuito en lo civil
funciona a satisfacción del público: no hay demoras en el despacho. En
los ocho meses que han transcurrido de este año se han dictado 20 sentencias de primera instancia, 6
de segunda, 145 autos interlocutorios y 1192 de sustanciación; se han librado 696 despachos y despachado
23 comisiones. Cursan 49 juicios sucesorios, 32 ordinarios, 62 ejecutivos y 16 especiales, se han
despachado 58 solicitudes sobre posiciones. En el Tribunal hay 14 asuntos en apelación. De los
juicios en curso, 27 se hallan demorados por falta de papel.
La Oficina carece de mobiliario y de leyes. Las únicas que
existen son de propiedad del señor Juez. En el
Juzgado 2° del Circuito cursan 264 sumarios y 64 juicios. Del 20 de
Enero último a la fecha de la visita (5 de Septiembre) se han dictado 22 sentencias, 88 autos
interlocutorios y 2097 de sustanciación. En el Tribunal hay 15 juicios en apelación de autos de
proceder.
Los sumarios pendientes se hallan demorados por omisión
de los Alcaldes en el despacho de las Comisiones. Ordené se
reclamaran los despachos con apremio y se diera aviso telegráfico en cada caso a la
Gobernación, para coadyuvar la acción del señor Juez.
En este Juzgado, como en el de lo Civil, hace falta
mobiliario. Parte del archivo está colocado sobre el pavimento.
El señor Juez informó que en la Gobernación hay varios
asuntos demorados y que los presos correspondientes han reclamado
el despacho. Ordené por telégrafo la devolución de esos negocios.
Se deben algunas raciones a los
presos. Dispuse se enviaran los vales a la Tesorería Departamental para que sean cubiertos, y advertí a esta oficina la necesidad de
conservar en las cabeceras de Circuito fondos suficientes para el pago de las raciones de los presos.
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*“VISITA DEL SEÑOR
GOBERNADOR DE CUNDINAMARCA A LAS PROVINCIAS DE SUMAPAZ, GIRARDOT Y TEQUENDAMA”
Facatativá/ Imprenta del Departamento /Director
y Corrector, Belisario Cuervo Angel/ 1906/ Gobernador Elisio Medina.
**ELISIO MEDINA, GOBERNADOR DE CUNDINAMARCA (14 DE JULIO DE 1906 - 18 DE
JUNIO DE 1909)
Edición Número 75, Girardot, Mayo 8 de 2019
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