Edición Número 73, Girardot, Abril 30 de 2019:-EL INCENDIO DEL HOTEL IQUEIMA
Edición Número 73 Girardot, Abril 30 de 2019
En menos de 30 minutos quedó ayer totalmente reducido
a escombros el Hotel ‘IQUEIMA’, uno de los más confortables de la ciudad.
Instalado en un edificio que se decía de cemento armado, y que resultó ser de
guadua. El edificio de guadua disfrazada era propiedad del señor Namen Basil, y
el hotel pertenecía a la próspera cadena hotelera de Don Joaquín y Don Juan
Antonio Palou.
CORTO CIRCUITO
A la una menos quince minutos de la tarde, y cuando
los pasajeros del hotel se disponían a sentarse a almorzar, se produjo un corto
circuito en el cuarto de aplanchado. Las viejas instalaciones eléctricas,
retorcidas, y descascaradas, unidas a la fragilidad de la construcción,
produjeron una rápida propagación del fuego. Cuando se empezó a observar el
incendio en el costado norte, donde se produjo el corto, ya las llamas estaban
estallando al lado sur, sobre el Camellón del Comercio.
EL SALVAMENTO
Los empleados del Hotel llamaron por teléfono a don
Juan Palou, quien se encontraba en ese momento en el ‘Iqueima’ Campestre de
Flandes. Don Juan se movilizó en minutos, llegando al hotel antes que los
bomberos, e iniciando una labor de salvamento serena y ordenada. A pesar de las
inmensas pérdidas que estaba sufriendo, el
señor Palou conservó una gran serenidad y lo dispuso todo de tal manera
que algo logró salvarse de un incendio
tan rápido. El señor Palou dedicó su atención preferente a la seguridad
personal ya la defensa de los bienes de los pasajeros del ‘Iqueima’.
LOS BOMBEROS
Llegaron los bomberos. Demostraron tan buena voluntad
como ineficacia. Un equipo totalmente deficiente, sin escaleras, con mangueras dañadas, todo esto trataron los
muchachos del cuerpo con heroísmo y buena voluntad. Naturalmente con las uñas
no se puede apagar un incendio, y ese fue el caso de los bomberos.
LA POLICIA
Quien realizó una labor altamente meritoria fue la
Policía. Sus comandantes y todas sus unidades se hicieron cargo de la
situación. Cuánta disciplina y cuánta abnegación mostraron estos muchachos. Lejos
de hurtarle el cuerpo al peligro, obedecían sin vacilar las ordenes de sus
superiores de acudir a los sitios de mayor peligro, y sin orden alguna, por
propia iniciativa de los agentes, estos multiplicaban su actividad y su
eficacia. En los antecedentes de la ciudad no se había registrado una acción
más eficaz de la Policía que la cumplida ayer, y que Girardot agradece y
aplaude.
LOS PARTICULARES
Muchos ciudadanos, en cuanto lo permitieron las
autoridades, acudieron a prestar un generoso contingente en la labor de
salvamento. Se distinguió entre ellos don Máximo Cortés, el dueño del popular
restaurante, quien prestó una ayuda extraordinariamente valiosa. Fue muy
meritoria la actitud de don Eduardo Castro, Gerente de la Compañía Colombiana
de Electricidad, quien no abandonó un momento el lugar del siniestro, prestando
una valiosa colaboración en la dirección del salvamento.
LO INCENDIADO
El edificio, que repetimos era una construcción de
guadua disimulada con una pequeña capa de cemento, se destruyó en minutos.
De los enseres del hotel se perdió totalmente
la dotación de treinta cuartos; todos los enseres de cocina y comedor;
la mayor parte del bar. Se pudieron
salvar algunos muebles y los elementos de oficina.
LAS PÉRDIDAS
Las pérdidas son cuantiosas. La familia Palou, que no
tenía póliza de seguros por habérsele vencido desde diciembre y no haberla
renovado, contabiliza una pérdida de cien mil pesos. El edificio puede
considerase destruido totalmente, pues sobre lo que quedó no será posible que
el municipio autorice ninguna reedificación.
LOS BOMBEROS DE AUXILIO
Ante los angustiosos llamamientos hechos por las
radiodifusoras, acudieron sin tardanza los bomberos de Ibagué y El Espinal, que
se trasladaron a Girardot en un tiempo verdaderamente récord y prestaron una
eficacísima ayuda.
GALLARDA SOLIDARIDAD
Toda la ciudad se asoció a la pena de la familia
Palou, que disfruta del más grande aprecio. Los Leones y Rotarios, compañeros
de los Palous, abandonaron sus ocupaciones y fueron a ponerse al lado de Juanito.
Hubo escenas de maravillosa gallardía como la que protagonizó Don Ernesto
Glotschalk, Gerente del Hotel Tocarema, quien se movilizó con todos los
vehículos y el personal masculino del Tocarema a prestar ayuda al Iqueima.
LOS ESTORBOS
No hay palabras suficientes para censurar la actitud
de los choferes que se sitúan en le Camellón, frente al Hotel Emperador, a
pocos metros del Iqueima. Un elemental sentido de solidaridad les debió haber
indicado que debían haberse retirado de ahí para permitir la fácil movilización
de las máquinas de los bomberos. En lugar de hacerlo, acumularon todos los
carros, creando una situación de grave peligrosidad, empezando por ellos
mismos, pues las máquinas de los bomberos estaban en pleno derecho de embestirlos
al verlos obstruyendo su camino.
EN FLANDES
Anoche
innumerables damas y caballeros de Girardot se trasladaron a Flandes a expresar
a la familia Palou su pesar por el siniestro. El jefe de la familia, Don
Joaquín se encuentra en Buga al frente del moderno hotel de turismo que allí se
construyó y que ha entrado a formar parte de la cadena hotelera Palou. Don
Joaquín es esperado hoy en la ciudad.
POLICÍA HERIDO
Durante su valerosa actuación, resultó herido, al caer
de lo alto de una escalera, el Dragoneante José Duarte Gómez, de 21 años de
edad, natural de Pamplona, quien fue inmediatamente hospitalizado. Con fortuna
las lesiones de este abnegado agente de la policía no son graves.
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* ‘EL DIARIO’/ No. 1137/ Girardot/ Marzo 15 de 1955
Edición Número 73, Girardot, Abril 30 de 2019
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