martes, 30 de abril de 2019

Edición Número 73, Girardot, Abril 30 de 2019:-EL INCENDIO DEL HOTEL IQUEIMA




                                                            Edición Número 73 Girardot, Abril 30  de 2019



EL INCENDIO DEL HOTEL IQUEIMA*



1955. Hotel Iqueima
Foto 'El Diario' de Girardot


En menos de 30 minutos quedó ayer totalmente reducido a escombros el Hotel ‘IQUEIMA’, uno de los más confortables de la ciudad. Instalado en un edificio que se decía de cemento armado, y que resultó ser de guadua. El edificio de guadua disfrazada era propiedad del señor Namen Basil, y el hotel pertenecía a la próspera cadena hotelera de Don Joaquín y Don Juan Antonio Palou.

CORTO CIRCUITO

A la una menos quince minutos de la tarde, y cuando los pasajeros del hotel se disponían a sentarse a almorzar, se produjo un corto circuito en el cuarto de aplanchado. Las viejas instalaciones eléctricas, retorcidas, y descascaradas, unidas a la fragilidad de la construcción, produjeron una rápida propagación del fuego. Cuando se empezó a observar el incendio en el costado norte, donde se produjo el corto, ya las llamas estaban estallando al lado sur, sobre el Camellón del Comercio.

EL SALVAMENTO

Los empleados del Hotel llamaron por teléfono a don Juan Palou, quien se encontraba en ese momento en el ‘Iqueima’ Campestre de Flandes. Don Juan se movilizó en minutos, llegando al hotel antes que los bomberos, e iniciando una labor de salvamento serena y ordenada. A pesar de las inmensas pérdidas que estaba sufriendo, el  señor Palou conservó una gran serenidad y lo dispuso todo de tal manera que algo logró salvarse de un  incendio tan rápido. El señor Palou dedicó su atención preferente a la seguridad personal ya la defensa de los bienes de los pasajeros del ‘Iqueima’.

LOS BOMBEROS

Llegaron los bomberos. Demostraron tan buena voluntad como ineficacia. Un equipo totalmente deficiente, sin escaleras,  con mangueras dañadas, todo esto trataron los muchachos del cuerpo con heroísmo y buena voluntad. Naturalmente con las uñas no se puede apagar un incendio, y ese fue el caso de los bomberos.

LA POLICIA

Quien realizó una labor altamente meritoria fue la Policía. Sus comandantes y todas sus unidades se hicieron cargo de la situación. Cuánta disciplina y cuánta abnegación mostraron estos muchachos. Lejos de hurtarle el cuerpo al peligro, obedecían sin vacilar las ordenes de sus superiores de acudir a los sitios de mayor peligro, y sin orden alguna, por propia iniciativa de los agentes, estos multiplicaban su actividad y su eficacia. En los antecedentes de la ciudad no se había registrado una acción más eficaz de la Policía que la cumplida ayer, y que Girardot agradece y aplaude.

LOS PARTICULARES

Muchos ciudadanos, en cuanto lo permitieron las autoridades, acudieron a prestar un generoso contingente en la labor de salvamento. Se distinguió entre ellos don Máximo Cortés, el dueño del popular restaurante, quien prestó una ayuda extraordinariamente valiosa. Fue muy meritoria la actitud de don Eduardo Castro, Gerente de la Compañía Colombiana de Electricidad, quien no abandonó un momento el lugar del siniestro, prestando una valiosa colaboración en la dirección del salvamento.

LO INCENDIADO

El edificio, que repetimos era una construcción de guadua disimulada con una pequeña capa de cemento, se destruyó en minutos. De  los enseres del hotel se perdió  totalmente  la dotación de treinta cuartos; todos los enseres de cocina y comedor; la mayor parte del bar.  Se pudieron salvar algunos muebles y los elementos de oficina.

LAS PÉRDIDAS

Las pérdidas son cuantiosas. La familia Palou, que no tenía póliza de seguros por habérsele vencido desde diciembre y no haberla renovado, contabiliza una pérdida de cien mil pesos. El edificio puede considerase destruido totalmente, pues sobre lo que quedó no será posible que el municipio autorice ninguna reedificación.

LOS BOMBEROS DE AUXILIO

Ante los angustiosos llamamientos hechos por las radiodifusoras, acudieron sin tardanza los bomberos de Ibagué y El Espinal, que se trasladaron a Girardot en un tiempo verdaderamente récord y prestaron una eficacísima ayuda.

GALLARDA SOLIDARIDAD

Toda la ciudad se asoció a la pena de la familia Palou, que disfruta del más grande aprecio. Los Leones y Rotarios, compañeros de los Palous, abandonaron sus ocupaciones y fueron a ponerse al lado de Juanito. Hubo escenas de maravillosa gallardía como la que protagonizó Don Ernesto Glotschalk, Gerente del Hotel Tocarema, quien se movilizó con todos los vehículos y el personal masculino del Tocarema a  prestar ayuda al Iqueima.

LOS ESTORBOS

No hay palabras suficientes para censurar la actitud de los choferes que se sitúan en le Camellón, frente al Hotel Emperador, a pocos metros del Iqueima. Un elemental sentido de solidaridad les debió haber indicado que debían haberse retirado de ahí para permitir la fácil movilización de las máquinas de los bomberos. En lugar de hacerlo, acumularon todos los carros, creando una situación de grave peligrosidad, empezando por ellos mismos, pues las máquinas de los bomberos estaban en pleno derecho de embestirlos al verlos obstruyendo su camino.

EN FLANDES

 Anoche innumerables damas y caballeros de Girardot se trasladaron a Flandes a expresar a la familia Palou su pesar por el siniestro. El jefe de la familia, Don Joaquín se encuentra en Buga al frente del moderno hotel de turismo que allí se construyó y que ha entrado a formar parte de la cadena hotelera Palou. Don Joaquín es esperado hoy en la ciudad.

POLICÍA HERIDO

Durante su valerosa actuación, resultó herido, al caer de lo alto de una escalera, el Dragoneante José Duarte Gómez, de 21 años de edad, natural de Pamplona, quien fue inmediatamente hospitalizado. Con fortuna las lesiones de este abnegado agente de la policía no son graves.

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* ‘EL DIARIO’/ No. 1137/ Girardot/ Marzo 15 de 1955




Edición Número 73, Girardot, Abril 30 de 2019


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