Edición Número 40, Girardot, Noviembre 1° de 2018:.- GIRARDOT: A LAS FERIAS...
Edición Número 40 Girardot, noviembre 1° de 2018
A LAS FERIAS…*
A LAS FERIAS…
En
la Gran Feria, en los días de las grandes transacciones, volarán nuestras
tristezas como arrancan los vientos bonancibles las hojas ya marchitas de los
árboles. Al sonar de las coplas alegres se juntarán en unísono los marciales
acordes de las Bandas de música y entre risas y cantos pasarán los dineros como
dijo el poeta “Dejando un polvo de oro en cada rosa.”
Ya comienza el constante movimiento
para tratar de sacar de la bolsa de nuestro amado Prójimo las pesetas que
habemos menester; esta monta su Hotel, aquel su tienda y ese de más allá se
desgañita para atrapar un parroquiano que ha venido del campo conduciendo un
guarniel más soplado que un sapo.
“Se perde… ma, ¡no importa! ¡Lleva la
mercancía é barata!”
No se están a la vera de camino del dollar* los empresarios de espectáculos
públicos.
Los cinematógrafos ensayan sus
rápidas películas, limpian sus lentes y se preparan para enfocarnos los grandes
panoramas mundiales y las escenas inverosímiles de perros que suben por las
chimeneas, quesos que bailan y mujeres que se mueren de amor. ¡Oh el poder del
Kinetoscópico de los inventos de Edison! *
Toca después el turno al pícaro
avechucho, aquel que en noche horrenda desde la casa de Caifás recordara al
discípulo que negaba al maestro idolatrado; ¡aquel insomne gallo que aún
velados los rayos matutinales, lanza desde las varas del gallinar vecino su
monótono Ki! Ki! Ri Ki! ¿No saldrá a figurar en el entrante certamen mercantil?
¡Que si saldrá…! ¡Gran Dios! Desde los campos, desde los pueblos más distantes,
llegarán en sus grandes talegas de lona: los giros, canaguayes y javaos
entonando sus épicos cantos que en el idioma de los pollos decir quiere: “¡Los
que van a morir, te saludan!” Y así pasará todo, se afilan las del gallo los
galleros y quitan las botainas los ferianos.
No en vano se amaestran sobre la pista
los ágiles trotones. Al caer de la tarde, cuando el caduco Febo saque de su ojo
único los rayos menos candentes, la multitud enloquecida marchará en masa al
Hipódromo, no de la Gran Sabana sino del Gran
Rastrojo para deleitar sus miradas en el alígero correr de los rocines. Yen
la noche, cuando contemos las ganancias, nadie osará hacer uso de juegos
prohibidos porque aquí no hay con quién, pero en cambio marcharemos al Teatro,
allí donde Euterpe, Melpómene y Falia, harán las delicias del público que sabe
divertirse.
Para olvidar el amargor de la
existencia; para elevar el alma muy allá del continuo batallar por la vida, en
las noches de Feria desgranará la Dramática y Zarzuela musical, todo el amore de su genio netamente
colombiano; y allí en el Teatro
Espinosa, sólo oiremos el batir de palmas y las sonoras risas argentinas.
Esto es hablar en plata pues ya
nuestros regocijos distan mucho de aquellos que se narraban al monarca español
cuando se le decía: Su Majestad en las Indias se divierten.
-
¿Y qué hacen mis colonos?
-Echan
cohetes al aire y repican campanas. Fue esta la total descripción de nuestro
público alborozo.
Pero hoy…. vaya si repican! Repican
hasta las cuerdas alegres de las bandurrias; el claro retintín de las copas que
chocan y el repiqueteo de las chicas guapas.
Entre
tanto, hay repiques buenos y repiques malos: los de las monedas y los del
zancudo.
ZAN K RON
*N.
del C.: El subrayado es del compilador (CARB).
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*GIRARDOT/
Girardot, Número 26/
1908
Edición Número 40, Girardot, Noviembre 1° de 2018
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