martes, 27 de febrero de 2018

Edición Número 17, Girardot, Febrero 27 de 2018 – EFEMÉRIDES: EL DIARIO 1951 (FEBRERO) - 1977 (ABRIL)

Edición Número 17, Girardot, Febrero 27 de 2018 – EFEMÉRIDES: EL DIARIO 1951 (FEBRERO) - 1977 (ABRIL)


                                                            Edición Número 17, Girardot, Febrero 27 de 2018





EL DIARIO



1951. FACSIMIL EDICIÓN No. 1 EL DIARIO



1951. FACSIMIL EDICIÓN No. 3 EL DIARIO




JOSE JOAQUIN NIÑO ESPINOSA PRIMERO A LA DERECHA



EL DIARIO
1951 (FEBRERO 26) - 1977 (ABRIL 5)

JOSÉ JOAQUÍN NIÑO ESPINOSA fundó EL DIARIO, el 27 de febrero de 1951 en Girardot, como periódico diario, el único, hasta el día de hoy que ha circulado con esa periodicidad. El antecedente más próximo lo constituyó LA OPINIÓN, que salió a la calle como inter diario, por allá en los años veinte, terminando por migrar a Ibagué (Tolima), con éxito y reconocimiento, siendo adoptado como el periódico oficial del partido liberal en el mismo departamento.

En esos 26 años de dura lucha, Niño Espinosa afrontó, creó, batalló, entre grandes resonancias políticas nacionales, regionales y locales. EL DIARIO al nacer lo hizo en medio de la censura conservadora del gobierno godo fascistoide del locuaz Laureano Gómez. Al arribo de Gustavo Rojas Pinilla por golpe de estado en 1953, se convierte en adalid de la nueva promesa, deslucida con nueva censura y fin al cuarto año. Vivió como periodista y ciudadano la época aciaga de la denominada Violencia. Vio, contó, informó sobre tal fenómeno sociopolítico, cultural y económico. Vivió exiliado en México, mientras se apaciguaban las negras aguas del sicariato y el atentado personal. Defensor del Frente Nacional, como fórmula política circunstancial a la Violencia, despliega su gran vena política, que le acarreó no pocos enemigos. Formó parte de la Dirección nacional del partido liberal por ser fundador y director de un periódico diario liberal. Su tribuna, sin duda fue EL DIARIO. El frentenacionalismo le dio la oportunidad de ser cercano a todos los presidentes colombianos de 1958 a 1978, surgidos de la alternancia liberal conservadora en la presidencia de la república, así como de muchos de sus líderes.




De derecha a Izquierda, Doctor José Manuel Benítez, 
Sr. José Joaquín Niño Espinosa, Sr. Libardo Restrepo Hernández



Defensor acérrimo del ideario Gaitanista, antes y después del gran magnicidio del año 1948, su vida fue una intensa tarea por fijar indeleblemente en la memoria de sus conciudadanos la idea de la grandeza de Girardot, y para ello, la historia de la misma fue otra de sus grandes contribuciones, independientemente de su visión de hechos quizá no necesariamente acordes con la definición de la ciudad en determinado periodo de su acaecer.

En la hemeroteca del Banco de la República, seccional Girardot, el último tomo de la colección de este monumento al periodismo y la historia de Girardot, se encuentra fechado en abril 5 de 1977, cuatro días antes del recordatorio del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.

El resumen de Niño Espinosa para la posteridad es largo; desde sus inicios burocráticos en la Cámara de Comercio de Girardot, en 1932, sus notas y crónicas para periódicos del momento, su primer libro monográfico sobre Girardot y otros municipios de Cundinamarca y la capital del Meta, Villavicencio, sus incontables textos y entrevistas para sus creaciones, como la revista ALBUM, en la capital tolimense, fundador del periódico HORIZONTES en los años 30, innumerables manuscritos sobre diversos temas de la ciudad roja de Colombia, y del país, y otras definitivamente desaparecidas y sus cinco clásicos libros sobre historia de Girardot y sus tal vez cuarenta mil páginas de EL DIARIO. Si no hubiese comprado a cuotas la editorial que le permitió imprimir su periódico y sus libros, volantes, panfletos, revistas y comunicados, probablemente hoy su acerbo sería menor que el que legó a la ciudad.
Niño Espinosa se levanta como uno de los periodistas ícono de una ciudad fenicia y judía llamada Girardot. Por su contribución a la historia y el periodismo, la ciudadanía y el periodismo girardoteño o girardotense, término que utilizó varias veces, le adeudan la honra y el reconocimiento por su legado en la creación de una ciudad que fuera orgullo de quienes la aman o lleguen a amarla.



1954. De izquierda a derecha, Luis Cesário Rodríguez, Dr. Álvaro García Herrera, 
José J. Niño Espinosa, Saúl Gaitán, Dr. Carlos Lleras Restrepo (Presidente 1966 - 1970),
Jaime Forero y Santiago Parra Navarro


José Joaquín Niño Espinosa vende su imprenta y EL DIARIO, PERO NUNCA SE EDITA CON LAS CARACTERÍSTICAS QUE TUVO.

La edición número 5852, AÑO XXVI, del martes 5 de abril de 1977, es, al parecer la última de su saga oficial. Como epílogo, decía en el colofón, en el más recóndito lugar, en el extremo derecho, al fondo, EL DIARIO FUE FUNDADO EN 1951; el año 1951 aparecía como un corcel comenzando a flotar, no deseaba ahogarse.

En el editorial postrero señalaba como malo, entre otros males, “las malas prácticas de los manzanillos” al interior del partido liberal, su partido. Nada de eso es raro hoy en casi todos los partidos.

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EDITORIAL
Girardot, febrero 26 de 1951 AÑO I - N° 1

EL DIARIO es un tipo de periódico original. Escrito en una sola hoja y por una sola cara, tiene tan sólo la apariencia de una hoja volante de gran tamaño. Y en verdad que no es más que eso en apariencia, pero todo un periódico en su contenido y en sus firmes propósitos. Confiamos en que el público que está pendiente de su aparición no se vaya a considerar defraudado porque no le entregamos ediciones voluminosas.

En esta hoja procuraremos ofrecer diariamente todos los detalles más interesantes que ocurran en nuestros contornos y contribuir con espíritu esencialmente liberal a que se mantenga incólume esa tranquilidad inapreciable y ejemplar que aquí gozamos y a cooperar en bien del embellecimiento de nuestra ciudad. En forma condensada haremos un periódico para todos los girardotenses.

(Fuente: EL DIARIO. GIRARDOT, FEBRERO 26 DE 1951. AÑO I­  N° 1)

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EDITORIAL
Girardot, febrero 27 de 1951 AÑO I – N° 2
Entusiasmo liberal

La reunión liberal verificada el sábado pasado, presidida por los Miembros de la Dirección Nacional del Partido y en la cual se hizo presente el pueblo de Girardot, ha reafirmado en forma indiscutible la voluntad de lucha que acompaña al liberalismo de la ciudad roja. Contra lo que los traidores lentejistas esperaban, el teatro Sucre  se colmó literalmente de una multitud entusiasta que sin vacilaciones correspondió a la cita que se le había dado. El pueblo liberal, los hombres que concurren a las urnas, las gentes que siempre están dispuestas para la lucha, se presentaron a expresar su adhesión firme y decidida a los Jefes del partido. La concurrencia de las masas a la cita con los miembros de la Dirección ha demostrado  que el pueblo no es lentejista, más claro: el pueblo no es traidor, nunca lo ha sido. Que se desengañen los jovenzuelos que han venido acariciando la esperanza de que el liberalismo de Girardot, pueda acompañarlos, en momentos tan difíciles como los que vivimos, en empresas traidoras, los que sólo aspiran a posiciones burocráticas que les compense su absoluta falta de clientela como profesionales. El liberalismo de Girardot les ha dado una bella lección y está dispuesto a castigar severamente a los traidores.


(Fuente: EL DIARIO. GIRARDOT, FEBRERO 27 DE 1951. AÑO I­  N° 2)





1953. Firma de puño y letra de José Joaquín Niño Espinosa




1951. EL DIARIO, Año I, Edición No. 20





1977. EL DIARIO, Año XXVI, Edición No. 5852




1977. EL DIARIO, último Editorial







Edición Número 17, Girardot, Febrero 27 de 2018

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lunes, 26 de febrero de 2018

Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 –1913: TERRIBLE INCENDIO EN GIRARDOT

Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 –1913: TERRIBLE INCENDIO EN GIRARDOT


                                                            Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018




1913: TERRIBLE INCENDIO EN GIRARDOT

EN EL INCENDIO





<<El 10 de febrero de 1913, ya 104 años, Girardot sufrió el efecto de un gran incendio cual no ha padecido nunca más. Por la magnitud del desastre se convirtió en noticia nacional. Si bien es cierto, a partir de la puesta en marcha del Ferrocarril de Girardot, muchos incendios se sucedieron por el tipo de elementos que las máquinas de hierro utilizaban para su funcionamiento, no pasaban de incendios controlables. Posteriormente entre 1930 y los años setenta del siglo XX, afamados incendios que reducían a cenizas negocios altamente rentables y que dieron para la murmuración y la picaresca local, incluyendo por lo menos más de dos importantes incendios de la Plaza de Mercado, nunca llegaron a la destrucción del de 1913. Poetas, periodistas, escritores y respetados líderes políticos importantes en ese momento, lamentaron tan mal designio, incluso en una novela del escritor antioqueño Tomás González, primer premio en el concurso de novela Plaza & Janes de 1987.  Se podría decir que esa variación de incendios por su tamaño, cambiaron para mejor en la mayoría de los casos, el panorama arquitectónico de la ciudad y la manera de apagarlos; el servicio de cuerpo de bomberos se convirtió en un elemento imprescindible del crecimiento y desarrollo y de su imaginario urbano. Las siguientes notas se publican por vez primera (descontando la fuente original) como contribución a la pregunta aquella: ¿Y cómo fue que fuimos cambiando y no nos dimos cuenta a qué horas? Los hechos históricos nos precisan más o menos cómo fue ese proceso. >>

Aún se sienten las crepitaciones del incendio!

         Medio Girardot ha sido envuelto en densos torbellinos de llamas que lo llevan a su ruina y desaparecimiento.

         En esta vez el oleaje de fuego no ha descendido; ha subido desde las playas áridas y resecas del Magdalena, hasta el centro mismo de la ciudad.

         La conflagración ha sido espantosa; ha revestido los caracteres de un final apocalíptico. Los elementos, aire embravecido y fuego en lenguas horripilantes, amenazaban destruirlo todo, dejando tan solo escombros sobre escombros, el campo sembrado de miserias y el imperio de las ruinas imponente en su silenciosa majestad.

         Cerca de seiscientas casas han caído desplomadas al embate de los elementos. Parece como si la naturaleza hubiese querido hacer gala de sus fuerzas y de su poder, para mostrar una vez más al hombre la mezquindad de su orgullo y la impotencia de sus fuerzas, incapaces por sí solas para detener un momento el curso de los acontecimientos imprevistos, cuando no van acompañadas de los auxilios de su inteligencia.




1913. EL RESUMEN, Bogotá


         Ha sido Girardot un campo de combate de los elementos contra el hombre; combate desigual en que la misma vencedora se declara vencida cuando ya está cumplida su funesta obra.

         Nada contiene los ímpetus del mal en manos poderosas. Estas no se sacian ni fatigan sino cuando ya están vengadas. Nada es capaz de hacer que su implacable furia lleve el antídoto de la clemencia, que en esa hora de suprema angustia, de dolor indecible, claman las madres que han perdido a sus pequeños en el fragor del incendio quedando confundidos con los chisporroteantes trazos de maderos en medio de ruinas, escombros y cenizas. Allí, una madre que suplica a grito herido salven a su hijo, pequeño inocente, que se retuerce lamido por las llamas; aquí otra madre cadavérica que implora, los brazos extendidos en forma decusada, auxilio para el suyo que muestra sus miembros mordidos por el fuego: allá, esotra que con voz estentórea implora auxilio para sacar de debajo de los escombros el cuerpo carbonizado del hijo que ha poco dormitaba en la cuna: aquí, aquélla que con voz gemebunda, en quejido lento y prolongado, escarba los rescoldos y cenizas ardientes de las ruinas, buscando y rebuscando con ahínco al hijo desaparecido en medio de la conflagración. Más allá, se escuchan los gritos lastimeros de las madres que llaman a sus hijas, y las voces de estas que llaman a sus madres. Traquetean los techos, revientan los cartuchos de pólvora, se oyen gritos, maldiciones, imprecaciones, retumba el viento y acrecienta el incendio; se desploman los techos y caen con estrepitoso ruido como los viejos troncos de las selvas, produciendo en su caída anuncios de desaparecimiento.




1913. EL RESUMEN, Bogotá


         El pueblo es impotente para contener el terrible flagelo y se declara vencido mucho antes de entrar en la lucha. Esa indiferencia no se explica en momentos tan angustiosos y solemnes en que una ciudad puede quedar sepultada entre sus propias ruinas. Nueva Pompeya o Nueva Herculano, queda para siempre viviendo en la historia después de haber escrito su última página desapareciendo tragada por el incendio en un volcán de llamas.

         Pasó el crepitante cuadro y se ve la ciudad envuelta en negra nube de humo nauseabundo, que sube escalando los aires para ir a confundirse con los nimbos y estratos que parecen suspendidos sobre el campo del incendio, semejantes a esas águilas caudales que miran desde finitas alturas las rocas de su nido.

         Pasó el crepitante cuadro y quedan los estragos, las ruinas, los escombros. Por las calles de la ciudad vaguean enajenadas las madres que han perdido el pan para sus hijos; demenciadas miran con inconsciente resignación la obra maldita de la Naturaleza.

         Más de trescientas familias quedan en la miseria sin más techo que la infinita curvatura del espacio, sin más albergue que sus propias ruinas. Catorce criaturas han sido tragadas por ese monstruo de lenguas apocalípticas. Reina la consternación y todos piensan en las víctimas que han cargado con las terribles consecuencias del siniestro del diez de febrero.




1913. EL RESUMEN, Bogotá


         Se impone el pan de caridad. Y nosotros desde las columnas de este semanario pedimos a la Nación entera que vuelva sus ojos compasivos hacia esta tierra generosa y grande. Pedimos al Gobierno, a la Prensa toda del País abrir campaña en pro de Girardot, a fin de que no retroceda y siga en el curso de las edades su marcha hacia adelante hasta llegar a ser lo que se espera que será: emporio de la civilización y del comercio.

         Toca a los parlamentarios de 1913 llevar a la conciencia del pueblo colombiano su fe en el porvenir, legando a Girardot para las víctimas del siniestro, aquello que pueda servirles para aliviar en algo sus desgracias.

         Por lo que a nosotros toca, abrimos desde ahora campaña a fin de alcanzar lo que desean para Girardot    todos los hombres de buena voluntad.

         Nuestra pluma como siempre estará al servicio de la santa causa: la solidaridad de los deberes del hombre  para con el hombre. Nada omitiremos para ver de lograr que se vuelvan hacia esta tierra, digna por mil títulos de ello, todos los corazones generosos, todas las almas grandes y altruistas.






                                                        F. DE P. GÓMEZ M.
FUENTE: (EL VERBO LIBERAL. Serie 1ª. Girardot, Febrero 16 de 1913. Editorial)
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NOTA: ESTE TEXTO FORMA PARTE DE UNA COMPILACIÓN REALIZADA POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO, SOBRE DIVERSOS HECHOS HISTÓRICOS ACAECIDOS EN GIRARDOT (CUNDINAMARCA) QUE PRONTO SERÁ EDITADO.




Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018

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Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 – CRÓNICA DEL GRAN INCENDIO DE 1913

Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 – CRÓNICA DEL GRAN INCENDIO DE 1913

                                                            Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018



CRÓNICA DEL GRAN INCENDIO DE 1913


TODO AL VUELO



1986. MISIONEROS EN LAS ACACIAS DEL YUMA

Sancho deja la burla hoy, porque la desgracia de Girardot aglomera en sus pupilas tantas lágrimas, que al mojar su péñola en ellas, resultaría una crónica macabra.

         TRES DE LA TARDE.- Dos niños pusieron inocentemente fuego a una balsa; de allí una chispa de esa hoguera, cayó sobre una casa pajiza que incendiándose produjo la conflagración. El viento que del río soplaba hacia el barrio alto de la población, coadyuvó eficazmente a la destrucción. A despecho de la encomiable actividad de los señores Herrán que concurrieron inmediatamente al sitio del siniestro, en unión de los vecinos del barrio, el fuego tomó incremento, y hubiera podido contenerse si el toque de alarma dado por las campanas de la iglesia parroquial no se hubiera interrumpido; ese  silencio dio pábulo a la indiferencia; y cuando de nuevo principió la voz de alarma, ya el fuego había culminado la parte alta de la ciudad.*

         El telégrafo circuló la noticia con actividad que honra al Ramo. Por los telegramas que nuestros lectores verán en otra parte de esta hoja, se desprende la nobleza del señor Presidente de la República, de su honorable Cuerpo de Ministros, del señor Gobernador, como también de todas las autoridades de los Departamentos.

         De Bogotá se despachó con actividad laudable un cuerpo de Bomberos y otro de policía, los cuales llegaron en tren expreso a las tres de la mañana; hacemos constar que estos disciplinados agentes desplegaron poca común actividad a pesar de la escasez de agua para las bombas y de otros múltiples inconvenientes que supieron vencer en hora de tanta confusión.



1913. EL RESUMEN, Bogotá



         El pueblo reforzado por estos cuerpos, podemos decir que volvió a vivir; pues hubo instantes en que lo embargó una gran sombra de vencimiento definitivo.

         Sancho, el humilde cronista en esta desgracia que ha venido a herir el corazón de todo un pueblo, no sabe qué admirar más: si la potencialidad inmisericorde del elemento sinaico, o la resistencia titánica de sus hijos para vencerla!

         Sancho, como el noble Fenelón, ama más a su familia que a sí mismo, ama más a la patria que a la familia, pero más que a la patria, ama a la Humanidad, y es por eso que hoy clama y pide con el acento de la conmovedora voz de la desgracia, un auxilio a los periodistas de la Nación.




1970´s. UNO DE LOS TANTOS INCENDIOS DE LA 
ÉPOCA MODERNA DE GIRARDOT


         Si el fuego es destrucción, la pluma es construcción. Que la voz de auxilio que hoy lanza el escudero del más grande genitor de la Hidalguía, tenga un eco en el corazón de todos los colombianos, para que se cristalice en la práctica una de las más bellas obras: darle la mano al caído, darle pan al que lo ha menester.

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         El Honorable Concejo Municipal ha trabajado activa y eficazmente. Procedió a nombrar una Junta que se llama “Junta Organizadora de Auxilios” compuesta de los señores:

         Doctor  Cayetano Falla (Prefecto de la Provincia); Dr. Jesús Martínez (Cura Párroco); Dr. S. A. Galofre; Jesús Gutiérrez; José Latuf; Roberto Herrera y Euse y Telmo Contreras, como principales; y suplentes, respectivamente, los señores Guillermo Vila, Nicasio Perdomo, Martín E. Restrepo, Dr. José Manuel Vásquez, Jorge E. Carrillo, Leopoldo Sarmiento y Arturo Galindo; dicha junta está ya en ejercicio de sus funciones. Dada la competencia y altruismo de los caballeros que la componen, es de esperarse que sus labores sean fecundadas en loables resultados.

         En nuestro próximo número daremos el dato exacto de las personas damnificadas y el dato aproximativo de las pérdidas.

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         ¿A dónde irá el dolor que no encuentre la mano de una mujer que le ponga el óleo santo de la caridad y el sacrificio? Bellas y distinguidas señoritas recorrían las calles con sendas garrafas de agua fresca para calmar la devoradora sed de los salvadores que acrecentaba un sol canicular unido al calor de las mil lenguas de fuego.



1913. EL RESUMEN, Bogotá


         Susana Alvarado, Adelina Gómez y Rosa Elena Moreno son los nombres de tres muchachas las más abnegadas y valerosas conocidas. Con sus pollinos de cabestro en incesante brega, del incendio al río, iban en continuo movimiento prestando el contingente de su varonil esfuerzo; la aureola de la belleza resplandecía sobre aquellas  frentes juveniles, pues, ¿cuándo ha dejado de ser hermoso el entusiasmo?

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         Girardot se descubre agradecido ante la noble actitud de sus hermanos de Tocaima, Espinal, Agua de Dios, El Carmen, San Lorenzo. Con rapidez digna sólo de la causa de la desgracia vinieron a prestar el apoyo valioso de sus brazos; no quieran los hados que el infortunio llegue a ninguna de sus puertas, pero pueden estar seguros que la perla del Alto Magdalena sabrá corresponder su abnegación, llegado el caso.

         Queremos también hacer llegar nuestra voz de gratitud a los oídos de los distinguidos médicos que se hallaban de paso en la ciudad el día de la catástrofe, entre otros, los doctores Manrique, Rojas, Camero, Fajardo, Perdomo, Cárdenas, Montoya, etc., quienes ayudaron con decisión y actividad encomiables.

         La colonia siria, como siempre, estuvo a la altura del deber prestando valiosísimos servicios. Una vez pasado el incendio colectaron para las víctimas la suma de $86.560 p/m. y dirigieron a sus compatriotas la circular que en otro lugar publicamos reveladora de un alto sentimiento de caridad en los caballeros que la suscriben.

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         Punto final ponemos a esta mal farfullada reseña para dar cabida a los telegramas que de todos los ámbitos de la república se han recibido. Nuestro número ofrece a sus lectores datos precisos sobre pérdidas y los trabajos que haya verificado la Junta a la cual ofrecemos con placer nuestras columnas.

                                                                  SANCHO PANZA

*N. del C.: El subrayado es del compilador.
 Ver EL VERBO LIBERAL N° 3, sobre el toque de campanas y el cura párroco de la Iglesia de San Miguel, ese día fatídico (10 de febrero).

FUENTE: (EL VERBO LIBERAL. Serie 1ª. Girardot, Febrero 16 de 1913)
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NOTA: ESTE TEXTO FORMA PARTE DE UNA COMPILACIÓN REALIZADA POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO, SOBRE DIVERSOS HECHOS HISTÓRICOS ACAECIDOS EN GIRARDOT (CUNDINAMARCA) QUE PRONTO SERÁ EDITADO.


Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018

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Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 – EN EL INCENDIO DE 1913: AGRADECIMIENTOS Y SOLIDARIDAD

Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018 – EN EL INCENDIO DE 1913: AGRADECIMIENTOS Y SOLIDARIDAD

                                                            Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018



EN EL INCENDIO DE 1913: AGRADECIMIENTOS Y SOLIDARIDAD




GIRARDOT. FAMOSO INCENDIO DEL 
PASAJE ALJURE EN EL SIGLO XX



PROPOSICION

APROBADA POR EL CONSEJO MUNICIPAL EN SU SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL DÍA 13 DE FEBRERO DE 1913

         “El Consejo Municipal de Girardot deja constancia en el acta de este día de su profundo agradecimiento por las muestras de consideración y simpatía que el Gobierno Nacional, el Departamental y la mayor parte de las poblaciones de la República, han demostrado tener por esta ciudad, con motivo del terrible incendio que redujo a cenizas a más de la mitad de la población, y deja en la miseria a un número incontable de familias, que aún permanecen consternadas bajo la presión de semejante catástrofe.




1913. EL TIEMPO


         De una manera especial recordarán los habitantes de esta localidad, para su permanente gratitud y reconocimiento al señor Doctor Rafael Ucrós, Gobernador del Departamento, a la Policía Nacional, y a sus hermanas las vecinas poblaciones de Tocaima, Espinal y Ricaurte, por los importantes y oportunos servicios prestados en ayuda de la terminación del incendio acaecido.

         Todos los telegramas recibidos y que se reciban en lo sucesivo, serán publicados para conocimiento del público, junto con esta proposición.




1913. EL TIEMPO


FUENTE: (EL VERBO LIBERAL. Serie 1ª. Girardot, Febrero 16 de 1913)
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NOTA: ESTE TEXTO FORMA PARTE DE UNA COMPILACIÓN REALIZADA POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO, SOBRE DIVERSOS HECHOS HISTÓRICOS ACAECIDOS EN GIRARDOT (CUNDINAMARCA) QUE PRONTO SERÁ EDITADO.

Edición Número 16, Girardot, Febrero 26 de 2018

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