Edición Número 177, Girardot, Mayo 31 de 2022:-EL PERIODISTA, ESCRITOR Y HOMBRE DE LA RADIO ORLANDO BALLESTEROS BOCANEGRA
EL PERIODISTA, ESCRITOR Y HOMBRE DE
LA RADIO
ORLANDO BALLESTEROS BOCANEGRA*
POR JOSÉ REYNALDO FRANCO LOZADA**
El Alto de la Cruz y el Alto del
Rosario son dos de los barrios tradicionales y populares que más aportes a su
grandeza humana, identidad histórica y consagrada superación le han hecho a
Girardot. Una pequeña reseña así lo demuestra: el Parque Bárbula y su
domiciliado y residente, el prócer Manuel Atanasio Girardot Díaz, el Colegio
Santander de Girardot de don Pedro Páramo Quintero en los inicios, el Instituto
Bárbula y la familia Moncaleano, Esperanza y Cecilia Trujillo Méndez, Uldarico
Conde Tovar, Constantino Martínez Rodríguez, Gabriel González Galeano, Santiago
Parra Victoria, José Orlando Rodríguez Calderón, Gilberto Jaramillo Tamayo y la
Fábrica de Gaseosas Sol, parte de las instalaciones de la empresa Aguas de
Girardot, Ricaurte y la Región S. A., E. S. P. - ACUAGYR, el Hotel Tocarema y la Clínica San
Sebastián. Las personas que poblaron estos lugares y aquellas que construyeron
viviendas y edificaciones desde la orilla del río Magdalena en dirección norte-occidente, perfilaron los caminos
que el progreso debido al transcurrir histórico, con los nombres actuales de El
Camellón del Comercio y la Carrera Décima. A lo ancho y a lo largo de estas
vías poco a poco se extendió la red que hoy caracteriza a la ciudad en su
estadio urbano. Allí en el Alto de la Cruz, María del Carmen Ballesteros trajo
a Orlando a esta bella tierra el 9 de julio de 1946. Después de 18 años,
Orlando compartió destino conyugal con Gladys. Sus hijos Jesús Orlando y Zulma
Cristina dieron alegría al nuevo hogar.
Orlando Ballesteros Bocanegra con
orgullo manifiesta que su actividad profesional fue orientada desde el inicio
por la experiencia de dos destacados tolimenses: el pionero de la radio local,
el natagaimuno Celestino Cifuentes Gómez y, el periodista más importante que ha
tenido Girardot - según su acertada
opinión -, el armeruno Luis Alfredo Vanegas. Muy joven y al frente de un cargo
en el Permanente de Policía Municipal, accedió a la sugerencia de Luís Alfredo,
director del "Noticiero Girardot" de la emisora Ondas del Puerto, de
comunicarle con fines de radiodifusión la ocurrencia de hechos ilícitos y
comportamientos diarios contrarios a la convivencia social de alguna
trascendencia y, de conocimiento del citado despacho policial. Orlando actuó
guiado por un presentimiento vinculado a la oportunidad esperada: que más
temprano que tarde estaría por completo en las "redes radiales",
porque desde la infancia sentía especial atracción por estos medios de
comunicación. En ese período de manera natural y entusiasta imitaba ser locutor
y periodista deportivo. Con regularidad sacaba recortes de los periódicos con
ilustraciones de noticias recreativas y comunitarias sobresalientes y, los
pegaba en los cuadernos; también hacía carteleras anunciando partidos de fútbol
de los campeonatos locales. Para esos días de empleado público, el locutor
Álvaro Hernández, le pidió colaboración en la búsqueda y suministro de datos de
los proyectos y ejecuciones de actividades que guardaran relación con el
programa de radio "Visión del Deporte". Como era de esperar, Orlando
le expresó con complacencia su aceptación. Cuando dejó el empleo oficial, Luis
Alfredo Vanegas lo contrató para leer noticias, tarea que cumplió y complementó con tanta solvencia, que se
tornó en prueba de la vocación latente y, el auténtico "olfato" para
investigar y llegar a la fuente, reconocer y redactar de modo oportuno, directo
y claro las informaciones de interés general. Al ser ascendido a redactor,
Celestino Cifuentes Gómez le pidió a Vanegas en “préstamo” a Orlando, para que
dirigiera el noticiero "El Mundo en el Aire" en la emisora Radio
Girardot. Luis Alfredo consintió, sin percatarse de que jamás obtendría la
devolución del "préstamo", no por la falta de estipulación del plazo,
sino porque Orlando sería más adelante su competencia en audiencia. Lo reseñado
tiene mucha similitud con el relato que hace la Revista Semana en su artículo
“Yamid, el hombre de la radio”, con motivo del otorgamiento a este destacado
periodista del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar: “En resumidas
cuentas, el principal mérito profesional de Yamid Amat está en haber forjado
una audiencia masiva para programas informativos y de opinión matutinos que
revolucionó la radio del país y lo convirtió en una de las naciones del mundo
donde la radio está más avanzada.--- El experimento posteriormente fue imitado.
Principalmente por RCN, que le sonsacó a Amat su llave en Caracol, Juan Gossaín.
Éste, respaldado por la organización Ardila Lulle, logró empatar a su rival, y
según algunas encuestas, hasta superarlo en sintonía…”. (*).
En marzo de 1971 el empresario
Antonio Forero Bonilla le ofreció la dirección del noticiero "Tribuna
Abierta" de la emisora Radio Ciudad de Flandes, al aire en horario de seis
a siete de la mañana, de lunes a viernes. Desde esa fecha han transcurrido 49
años y aún sigue en la misma entidad, detrás de un micrófono y con audiencia
propia. A ésta, diariamente y después de complacerla con una canción romántica,
le actualiza con temas curiosos del día a día: comunales, sociales, familiares
y políticos.
Ya integrado al trabajo radial,
desarrolló una cualidad esencial que identifica a todo buen periodista: “el
afán de saber más". Él ya formaba parte del gremio porque había surgido
para integrarlo y, en la práctica no necesitaba de título para evidenciar ante
la colectividad porteña su ocupación, que por ser frecuente y pública
constituía un hecho notorio. Sin embargo, sentía la necesidad de indagar,
precisar y hacer una lectura de los orígenes, los fundamentos y los efectos de
su profesión. Luego de dos años de estudios por correspondencia, obtuvo de El
Movimiento de Educación de Latinoamérica el cartón académico de periodista. La
“visa” que la confianza colectiva le había otorgado para entrar en todos los
hogares y espacios urbanos y rurales, la complementó con el
"pasaporte" que enriqueció la sana imagen de liderazgo, en los
asuntos y eventos formadores de opinión común en la gente del Puerto.
Su hija y colega Zulma Cristina lo
describe como “periodista a carta cabal”. Además de esta vital característica,
es buen escritor, autor de tres librillos con títulos que son verdaderos
llamados de solución a toda la ciudadanía, con diagnósticos crudos, claros y
precisos sobre los deportes que enumera en los dos primeros: “El Deporte de Girardot en Muletas” - con
prólogo de quien estas líneas escribe - y, “Buscando
un mejor futuro para el deporte de Girardot”. En el tercero, “La Cenicienta de Cotizas”, expone la
problemática de los barrios de Girardot y ofrece una serie de ideas aplicables
en beneficio de éstos. Pero la obra escrita que hizo sentir y acompañó los
pasos de nuestra localidad por tres lustros, fue la revista “La Caldera” ("La Caldera de
Orlando", la llamábamos sus lectores), surgida de un convincente
requerimiento: "usted puede, usted es capaz”, que le hiciera su amigo
abogado Jairo Cifuentes, en una noche de diversión en el establecimiento
recordado como "Los Chapulines". Fueron muchos números en 15 años de
esfuerzo y dedicación. Varios miles de días de la Ciudad de las Acacias en las
diferentes manifestaciones dieron contenido y color a sus páginas en un
discurrir muy particular, lleno de historia, movimiento, servicio, anécdotas y
amenidad.
Son muchos los reconocimientos de la comunidad
y de quienes llama "Los de patica al suelo", que Orlando ha recibido
en su condición de periodista, los que confiesa querer igual a los
agradecimientos que de forma habitual escucha de los beneficiarios de las
campañas radiales que abandera. El Concejo Municipal de Girardot exaltó tres
veces con resolución y pergamino su labor, la Junta Cívica de Turismo con el
Micrófono de Oro, el Club de Leones con el Escudo del León Dorado, la Cámara
Junior de Colombia con la Espiga de Oro, el Club Kiwanis con la Placa de Honor
al Mérito Periodístico y, la Junta Municipal de Deportes lo eligió seis veces
Mejor Comentarista Deportivo del Año.
En diálogo desarrollado en su
residencia del barrio San Jorge, Orlando no pudo ser ajeno al sentimiento que profesa por este terruño y la
región. Abordó, entre otros, dos temas trascendentes. El primero, la elección
directa de alcaldes, materia muy conocida y sentida por los colombianos; el
segundo, los hechos de ocurrencia diaria que afectan el ambiente urbano y dañan
a nuestro turismo. Aquél fue institucionalizado en el artículo 260 de la
Constitución política de 1991. Al respecto manifestó que la elección popular de
alcaldes no fue afortunada para el país, incluyendo a Girardot, porque en
"la política se conjuga el verbo primero yo, segundo yo y tercero
yo". Agregó que en Girardot "después de Luis Duque Peña, que lo
transformó, vivimos un caos". De las cosas que cotidianamente afean la
presentación de la ciudad, la tranquilidad y la industria turística, mencionó
la inseguridad, de la que afirma: "está desbordada, a pesar de todos los
esfuerzos de las diferentes autoridades, sostenible por la cantidad de
habitantes de la calle que llega de la capital a "turistear".
Zulma Cristina Ballesteros,
periodista egresada de la Fundación Universitaria INPAHU, en pocas palabras
hizo el semblante de su padre: "Es un ser creyente, de buenos
sentimientos, que le gusta ayudar a la gente. Sencillo, detallista y amigo de
sus amigos. Un romántico que disfruta oír y dedicar boleros y baladas.
Periodista a carta cabal. Ese es mi distinguido papá y el querido abuelo de mi
hija Luna"
(*) Revista Semana. Agosto 24 de 1987, Bogotá.
__________________
* FRANCO LOZADA, JOSÉ REYNALDO. Destacados ciudadanos servidores de Girardot Tomo I / Xpress- Kimpres
S. A. S. / Girardot – Colombia. / Primera edición, 2020.
** Abogado, político y escritor oriundo de Girardot,
Cundinamarca (1945-2021). Alcalde de Girardot en dos oportunidades, concejal y
presidente del Concejo municipal en varios casos. Autor y editor de Vida
y obra de Pedro Páramo Quintero, Apóstol de la educación.
*ADMINISTRADOR Y COMPILADOR: CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO.