sábado, 23 de diciembre de 2017

Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD BOLÍVAR Y PALACIOS





                                                                 Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017


SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD BOLÍVAR Y PALACIOS


(CARACAS 24 DE JULIO DE 1783-SANTA MARTA 17 DE DICIEMBRE DE 1830)















Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – EL LIBERTADOR A LOS COLOMBIANOS







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EL LIBERTADOR A LOS COLOMBIANOS



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Colombianos: habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aún mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad, y hollaron lo que me es más sagrado: mi reputación, y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo les perdono. Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del Santuario dirigiendo sus oraciones al Cielo, y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.

COLOMBIANOS: Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria; si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.

                                                                  SIMON BOLIVAR

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Yo el infrascrito escribano público certifico: que el Excmo. Señor Libertador de la República de Colombia, Simón Bolívar a mi presencia y la de los señores Ilustrísimo Obispo de esta Diócesis Dr. José María Estévez, general comandante del Departamento Dr. Manuel Pérez de Recuero, el coronel José de la Cruz Paredes, el coronel Belford Wilson, edecán de su S. E., el coronel de milicias de Santa Marta Joaquín de Mier, el primer comandante de milicias de Barranquilla y Soledad Juan Glen, el Juez Político de Santa Marta Manuel Ujueta, el médico de cabecera de S. E. el Libertador Dr. Alejando Próspero Reverend; el capitán Andrés Ibarra, edecán de S. E. Luca Meléndez, y el teniente de la misma guardia José María Molina, firmó la anterior alocución que dirige a los colombianos en su entero y cabal juicio el día 10 de los corrientes, después de haber recibido los auxilios espirituales en la hacienda de San Pedro Alejandrino, una legua distante de Santa Marta. Y para constancia firman los referidos señores en la indicada hacienda, a once de diciembre de mil ochocientos treinta_ José María, Obispo de Santa MARTA._ Mariano Montilla._ J. M. Carreño._ José L. Silva _ M. Pérez de Recuero. _ José de la C. Paredes _ Belford Wilson, edecán de S. E. el Libertador._ Joaquín de Mier._ Juan Glen._ Manuel Ujueta._ Alejandro Próspero Reverend._ A. Ibarra, edecán de S. E. el Libertador._ Lucas Meléndez._ José María Molina._ Ante mí: José Catalino Noguera, escribano.

Es copia de su original a que me remito. Y por orden del señor general comandante del departamento Mariano Montilla para asuntos del servicio, certifico y firmo la presente en este pliego papel sello oficio, en Santa Marta a once de diciembre de 1830._ José Catalino Noguera._ Escribano de oficio.
Es copia: Cartagena, enero 12 de 1831
El Secretario de la Prefectura,

                   JUAN B. CALCAÑO


Tomada de LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MEDICAMENTOS Y LOS FUNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR SU MEDICO DE CABECERA EL DOCTOR A. P. REVEREND – PARIS IMPRENTA HISPANO -  AMERICANA DE COSSON Y COMP CALLE DUFOUR – SAINTE – GERMAIN, 43 - 1866

                                                                                   Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – PROCLAMA RAFAEL URDANETA ENCARGADO DEL PODER EJECUTIVO, ETC.





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PROCLAMA
RAFAEL URDANETA ENCARGADO DEL PODER EJECUTIVO, ETC.



1866. LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MOMENTOS Y LOS FNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR… A.P. REVEREND- PARIS.


Colombianos: Agobiado por el peso del dolor, me esfuerzo, no obstante por cumplir con el más triste de mis deberes como Magistrado, como ciudadano, como amigo. Os anuncio que ha cesado de existir el más ilustre entre todos los hijos de Colombia, el LIBERTADOR, el Fundador de tres repúblicas, el inmortal SIMON BOLIVAR. Después de haber agotado hasta las últimas heces del cáliz de la amargura que le ofreció la suspicacia de algunos conciudadanos suyos, ha pasado a la región de las almas, dejando un vacío inmenso en Colombia, en América, en el orbe civilizado.

Colombianos: Las pasiones contemporáneas, aún las más encarnizadas, deben darse ya por satisfechas. Bolívar no pertenece desde hoy sino al dominio de la historia; y mientras ella le asigna en sus páginas el prominente lugar a que le han hecho acreedor sus relevantes servicios a la causa de la humanidad, nosotros, los que tenemos la desgracia de sobrevivirle, debemos reunirnos en torno de su tumba helada, o llorar la pérdida que hemos tenido, a meditar sobre la situación de Colombia, y presentar los auxilios de que tanto necesita la Patria para revivir.

Colombianos: Deseoso de que no se malogren los esfuerzos inauditos de aquel Varón esclarecido, por la independencia y libertad de nuestra tierra, me ocupo actualmente de dictar aquellas medidas que demandan el reposo y bienestar de los que viven sometidos al gobierno nacional, y de negociar con los que no lo están, los medios de llegar a un avenimiento amistoso, que tenga por resultado reorganizar a Colombia y presentarla de nuevo a los ojos de las naciones en su pasada majestad y esplendor. En nombre de la independencia y de la libertad, convido a todos los que abriguen en su pecho sentimientos nobles y generosos a que coadyuven a la bella empresa de restaurar a Colombia. Venid pues, colombianos, al templo de la concordia, venid conmigo a darnos un abrazo fraternal. Solo así evitaremos que el país sea patrimonio de la anarquía más espantosa y devoradora que jamás vieron los siglos.
                   Bogotá, Enero 9 de 1831.- 21.

                                                        RAFAEL URDANETA



Tomada de LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MEDICAMENTOS Y LOS FUNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR SU MEDICO DE CABECERA EL DOCTOR A. P. REVEREND – PARIS IMPRENTA HISPANO -  AMERICANA DE COSSON Y COMP CALLE DUFOUR – SAINTE – GERMAIN, 43 - 1866



Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – TESTAMENTO DE SU EXCELENCIA EL LIBERTADOR DE COLOMBIA GENERAL SIMON BOLIVAR






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TESTAMENTO
DE SU EXCELENCIA
EL LIBERTADOR DE COLOMBIA
GENERAL SIMON BOLIVAR



1866. LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MOMENTOS Y LOS FNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR… A.P. REEREND- PARIS.


En el nombre de Dios Todopoderoso. Amén. Yo Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legítimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad; hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la beatísima y santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree y predica y enseña nuestra santa madre Iglesia, católica y romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte como católico fiel cristiano, para estar prevenido cuando la mía llegue; con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi testamento en la forma siguiente:

1ª.- Primeramente encomiendo mi alma a Dios Nuestro Señor que de la nada la crio, y el cuerpo a la tierra de fue formado, dejando a disposición de mis albaceas el funeral y entierro y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el Gobierno.

2ª.- Declaro fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno.

3ª.- Declaro que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa no introdujo a él ningún dote, ni otros bienes y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.

4ª.- Declaro que no poseo otros bienes más que las tierras y minas de Aroa, situadas en la provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del señor Juan de Francisco Martín, vecino de Cartagena.

5ª.- Declaro que solamente soy deudor de una cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Powles y compañía, y prevengo a mis albaceas que estén y pasen por las cuentas que dichos señores presenten, y las satisfagan de mis bienes.

6ª.- Es mi voluntad que la medalla que me presentó el Congreso de Bolivia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto que aún en mis últimos momentos conservo a aquella república.

7ª.- Es mi voluntad que las dos obras que me regaló mi amigo el general Wilson, y que pertenecieron antes a la Biblioteca de Napoleón, el Contrato Social de Rousseau y el Arte Militar de Monte-Cúculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.

8ª.- Es mi voluntad que de mis bienes se den a mi fiel mayordomo José Palacios ocho mil pesos en remuneración a sus constantes servicios.

9ª.- ordeno que los papeles que se hallan en poder del señor Pavageau se quemen.
10.- Es mi voluntad que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal.

11.- Mando a mis albaceas que la espada que me regaló el gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su viuda para que la conserve como prueba de amor que siempre he profesado al expresado gran Mariscal.

12.- Mando a mis albaceas den las gracias al señor General Roberto Wilson por el buen comportamiento de su hijo Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida.

13.- Para cumplir y pagar este mi testamento y lo en él contenido, nombro por mis albaceas testamentarios fideicomisarios, tenedores de bienes a los señores general Pedro Briceño Méndez, Juan de Francisco Martín, Dr. José Vargas y general Laurencio Silva, para que de mancomún e insolidum entren en ellos, los beneficien y vendan a moneda o fuera de ella, aunque sea pasado el año fatal de albaceazgo, pues yo los prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre, franca y general administración.

14.- Y cumplido y pagado este mi testamento y lo en él contenido, instituyo y nombro por mis únicos universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar, y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber:  Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas dos hermanas y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan y disfruten con la bendición de Dios.

Y revoco, anulo y doy por de ningún valor ni efecto otros testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de éste haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma, para que no prueben ni hagan fe en juicio ni fuera de él, salvo el presente a que ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma de más haya lugar en derecho.

En cuyo testimonio así lo otorgó en ésta hacienda de Santa Marta, a diez de diciembre de mil ochocientos treinta. Y S. E. el otorgante, a quien yo el infrascrito escribano público del número certifico que conozco y de que al parecer está en su entendimiento natural, así lo dijo, otorgó y firmó por ante mí en la casa de su habitación y en este mi registro corriente de contratos públicos; siendo testigos los señores general Mariano Montilla, general José María Carreño, coronel Belford Hinton Wilson, coronel José de la Cruz Paredes, coronel Joaquín de Mier, primer Comandante Juan Glen y doctor Manuel Pérez de Recuero, presentes.- SIMON BOLIVAR.- Ante mí.- JOSE CATALINO NOGUERA, escribano público.- Es copia: Cepeda, secretario.
Es copia: Cartagena, enero 12 de 1831.

El secretario de la Prefectura,                    JUAN B. CALCAÑO



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  Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – CARTA DEL LIBERTADOR A DON GABRIEL CAMACHO







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CARTA DEL LIBERTADOR
A DON GABRIEL CAMACHO





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Señor Gabriel Camacho:
Mi querido amigo: Al fin he salido de la Presidencia y de Bogotá, encontrándome ya en marcha para Cartagena, con la mira de salir de Colombia y vivir donde pueda; pero como no es fácil mantenerse en Europa con poco dinero, cuando habrá muchos de los sujetos más distinguidos de aquel país que querrán obligarme a que entre a la sociedad de alta clase, y después que he sido el primer magistrado de tres repúblicas, parecerá indecente que vaya a existir como un miserable. Por mi parte, le digo a usted que no necesito de nada o de muy poco, acostumbrado como estoy a la vida militar. Más el honor de mi país y el de mi carácter me obliga imperiosamente a presentarme con decoro delante de los demás hombres, mucho más cuando se sabe que yo he nacido con algunos bienes de fortuna, que tengo pendiente todavía la venta de las minas heredadas de mis padres, y cuyos títulos son los más auténticos y solemnes.

Yo no quiero nada del gobierno de Venezuela; sin embargo no es justo por la misma razón que este gobierno permitan que me priven de mis propiedades sea por confiscación o por injusticia de parte de los tribunales. Me creo con derecho para exigir del Jefe de ese Estado que ya he dejado el mando de mi país solo por no hacerle la guerra; se me proteja a lo menos como el más humilde ciudadano. Mucho he servido a Venezuela, mucho me deben todos sus hijos, y mucho más todavía el Jefe de su gobierno, por consiguiente sería la más solemne y escandalosa maldad que se me hubiese de perseguir como a un enemigo público. No lo creo sin embargo y por lo tanto le ruego a usted se sirva hacer presente todo lo que llevo dicho y todo lo que usted sabe en mi favor al general Páez, y al doctor Yáñez, porque estos deben ser los que más influyan, sea directa o indirectamente en este negocio. Se sabe que tengo justicia y que estoy desvalido. Con estos títulos solos me creo ya en seguridad contra los tiros de mis enemigos.

No sé todavía a donde me iré, por las razones dichas; no iré a Europa hasta no saber en que para mi pleito, y quizás me iré a Curazao a esperar resultado, y si no a Jamaica, pues estoy decidido a salir de Colombia, sea lo que fuere en adelante. También estoy decidido a no volver más, ni a servir otra vez a mis ingratos compatriotas. La desesperación sola puede hacerme variar de resolución. Digo la desesperación, al verme renegado, perseguido y robado por los mismos a quienes he consagrado veinte años de sacrificios y peligros. Diré, no obstante, que no los aborrezco, que estoy muy distante de sentir el deseo de la venganza, y que ya mi corazón les ha perdonado, porque son mis queridos compatriotas y sobre todo caraqueños.

Tenga usted la bondad, mi querido amigo de escribirme a Londres por medio de sir Robert Wilson, y a Jamaica por el señor Heilop. Ambas cartas deben ser duplicadas, para que me llegue alguna, aunque se pierda otra y porque las primeras las escribiré en las Antillas. Escriba Ud. además a l señor Madrid sobre todo lo que ocurra en el pleito.
En el correo anterior escribí a Usted diciéndole que había aprobado la transacción propuesta por el señor Ackers, debiendo yo pagar por ella las cuatro mil libras esterlinas, pues quiero terminar el negocio de cualquier modo y sobre esto he escrito ya también al señor Madrid.

El congreso ha mandado que se me pague fielmente la pensión, y me ha dado las gracias por mis servicios, a pesar de todo no puedo contar con esta gracia, porque nadie sabe los acontecimientos que sobrevendrán y las personas que tomen el mando. Por lo mismo, lo más seguro es mi propiedad que reclamo una y mil veces, para vivir independiente de todo el mundo.

Salude usted a su mujer y mis hermanas. De usted de corazón,
                                                                                              BOLIVAR


Tomada de LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MEDICAMENTOS Y LOS FUNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR SU MEDICO DE CABECERA EL DOCTOR A. P. REVEREND – PARIS IMPRENTA HISPANO -  AMERICANA DE COSSON Y COMP CALLE DUFOUR – SAINTE – GERMAIN, 43 - 1866


    Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – INTRODUCCION





                                                                 Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017



INTRODUCCION


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París, Enero 29 de 1866
Sr Dr. ALEJANDRO PROSPERO REVEREND
PRESENTE.
Muy señor mío y amigo:
He leído con mucho interés el manuscrito de usted sobre LA ULTIMA ENFERMEDAD Y LOS ULTIMOS MOMENTOS DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR, y creo que los curiosos detalles allí contenidos serán leídos con el mismo interés en los Estados Latinoamericanos.

Muchos años, variados acontecimientos y profundos cambios políticos se han sucedido en América después de 1831, y nuevas generaciones han venido renovando nuestros pueblos. A medida que esta transformación ha ido verificándose, Bolívar ha aparecido más grande en su genio y en su raro desprendimiento y todo lo que se relaciona con su historia despierta vivamente la atención pública.

Nada me parece tan interesante en ella como sus últimos días. Ver morir al Héroe y al gran Patriota de la América del Sur, el que había consagrado su fortuna, su existencia en independizar y organizar varias Repúblicas, verle morir, digo, en una modesta casa de campo, pobre, perseguido y acompañado solamente por unos pocos amigos y servidores fieles es un espectáculo bien digno de las serias modificaciones del filósofo y del político americano.

A usted pertenece el honor de haber asociado su nombre a estos últimos y memorables días. Usted asistió al Libertador en su última y penosa enfermedad, sin separarse de su lado ni de día ni de noche, dedicándole desvelos muy asiduos y negándose después a aceptar recompensa alguna pecuniaria, satisfecho con el honor de haberle asistido y la gratitud que tarde o temprano debía granjearle en el ánimo de los americanos un proceder tan noble y desinteresado. Importa, pues,  no menos a Ud. que a la historia el recordar, en países en donde la sucesión y rapidez de los acontecimientos hacen olvidarlo todo pronto, que aún existe viviendo modestamente en el suelo americano, su patria adoptiva, el médico que recogió el último aliento del Libertador, y consoló y alivió su postrera agonía, sin otro interés que el honor que tan noble misión debía dejarle.

Todas estas consideraciones y otras de más elevada trascendencia que se desprende de la lectura de su manuscrito, me mueven a excitarle para que proceda Ud. sin demora a publicarlo. Si, como Ud. me ha indicado, en 1831 se dieron a la luz en pocos ejemplares los BOLETINES de la enfermedad del Libertador, es indudable que éstos han desaparecido, y que sin la publicación que Ud. solo pueda hacer hoy, las nuevas generaciones se encontrarían sin documentos auténticos que las instruyesen de los detalles y circunstancias relativas a la muerte del Gran Capitán de la América del Sur.
Quedo de Ud. muy obediente servidor y amigo,


                                                                  MIGUEL VENGOECHEA

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – DIARIO SOBRE LA ENFERMEDAD QUE PADECE S.E. EL LIBERTADOR SUS PROGRESOS Y DISMINUCIONES Y METODO CURATIVO SEGUIDO POR EL MEDICO DE CABECERA DR. ALEJANDRO PROSPERO REVEREND





                                                                 Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

DIARIO
SOBRE LA ENFERMEDAD QUE PADECE
S. E. EL LIBERTADOR
SUS PROGRESOS Y DISMINUCIONES
Y
METODO CURATIVO SEGUIDO POR EL
MEDICO DE CABECERA
DR. ALEJANDRO PROSPERO REVEREND
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BOLETIN NUMERO 1
S. E., llegó a esta  ciudad de Santa Marta a las siete y media de la noche, procedente de Sabanilla, en el bergantín nacional <<Manuel>>, y habiendo venido a tierra en una silla de brazos por no poder caminar, le encontré en el estado siguiente: Cuerpo muy flaco y extenuado; el semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos y de color verdoso. El pulso igual pero comprimido. La digestión laboriosa. Las frecuentes impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la enfermedad de S. E. me pareció ser de las más graves y mi primera opinión fue que tenía los pulmones dañados. No hubo tiempo para preparar un método formal; solamente se le dieron unas cucharadas de un elixir pectoral compuesto en Barranquilla.-Santa Marta, Diciembre 1° de 1830, a las ocho de la noche.-REVEREND.

BOLETIN NUMERO 33
Desde las ocho hasta la una del día que ha fallecido S. E. el Libertador, todos los síntomas han señalado más y más la proximidad de la muerte. Respiración anhelosa, pulso apenas sensible, cara hipocrática, supresión total de orines, etc. A las doce empezó el ronquido, y a la una en punto expiró el Excmo. Señor Libertador, después de una agonía larga pero tranquila.-San Pedro, Diciembre 17, a la una del día.-REVEREND.
Es copia. Fecha a la una y media de la tarde. Cepeda, Secretario.
Es copia: Cartagena, enero 12 de 1831.
El Secretario de la Prefectura
                                      JUAN BAUTISTA CALCAÑO

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Tomada de LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MEDICAMENTOS Y LOS FUNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR SU MEDICO DE CABECERA EL DOCTOR A. P. REVEREND – PARIS IMPRENTA HISPANO -  AMERICANA DE COSSON Y COMP CALLE DUFOUR – SAINTE – GERMAIN, 43 - 1866



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