Edición Número 9, Girardot, Noviembre 29 de 2017 – OTROS TIEMPOS Y OTRAS ARMAS
Edición Número 9, Girardot, Noviembre 29 de 2017
OTROS TIEMPOS Y OTRAS ARMAS
Es para conjeturar, esto de que nos salga hoy el Dr.
Concha renunciando la jefatura de la Concentración Conservadora, cuando ayer no
más, si no nos es infiel la memoria, amenazaba al Dr. Restrepo con la soltada
de sus fieras encadenadas y con el desborde de sus Daguas.
¿Acaso
con su grito despertó el carnívoro instinto de aquéllas y le ha sido imposible
contenerlas luego hasta el punto de tener hoy que alejarse de ellas para no
servirles de pasto; o dado el grito y preparado
el circo, le resultan las fieras sin dientes, sin garras y sin coraje?
Nosotros
estamos por lo último. Es que eso de amenazar con la guerra, proclamarla y
decretarla en convenciones conservadoras, para animar al liberalismo a empuñar
el mohoso fusil y salir mal armado y peor municionado a saltar chamizales y a servir de blanco a la puntería conservadora, puede ser muy
productivo y divertido en otros tiempos: ¡hoy
estos han cambiado, porque aunque tarde, la experiencia enseña!
Aquellas
épocas en que el militarismo imperaba en Colombia, pasaron para no volver; hoy
a los Sargentones de machete pando, los matará en los oscuros rincones de sus
cuadras la nostalgia de la sangre. ¡Estamos
convencidos de que el liberalismo es ciencia, es idea que germina y fructifica
al calor de la razón; no exprimida por la mano de la fuerza!
Apurado
hasta las heces, en la guerra pasada el cáliz del dolor, del sufrimiento y de
las más amargas decepciones, sobre los despojos de hermosas esperanzas hechas
trizas, la nueva generación liberal, apartó sus ojos del camino seguido por sus
mayores, y con mirada inteligente vislumbró un campo más propicio donde
continuar la lucha: el de la Paz! Amplio campo es este donde más libremente
puede replegarse el liberalismo y lucir la majestad de su poder y su grandeza,
suelta al viento su bandera; y donde su enemigo no puede llevar armas de igual
alcance al de las suyas.
Queden
los fusiles que ayer apagaron ignominiosamente en los patíbulos conservadores
preciosas vidas liberales, guardando entre sus cañones la despectiva mirada de
las víctimas, como un eterno torcedor para las almas de los victimarios; quede
a estos su hambre chacalesca mordiéndoles las entrañas y fingiéndoles liberales
amarrados por los brazos y el cuello marchando serenos a rendir a su causa el
holocausto de la sangre de sus venas, quede a carceleros de torva mirada y
corazón de acero, el infernal deseo, la criminal esperanza de poner en práctica
sus suplicios reformados, mientras la
juventud liberal, taja la pluma y pule la frase que hablada o escrita, penetrando
indolora en el cerebro, lleva la libertad a la conciencia.*
Firmantes del Tratado de Wisconsin. Izquierda a derecha Gral. Víctor M.
Salazar, Gral. Alfredo Vásquez Cobo, Dr. Eusebio A. Morales, Gral. Benjamín
Herrera y Gral. Lucas Caballero.
(http://www.asisucedio.co/wp-content/uploads/2017/07/Tratado-de-Wisconsin-1024x768.png)
Nada importa que algunos liberales de poca fe,
desesperando del triunfo se lancen a la peligrosa aventura de la deserción en
busca de nuevo campamento donde no abunden
el peligro y la escasez, que en el nuestro abundan; para su nueva táctica,
el Liberalismo y su actual jefe cuentan con soldados que pelearán sin ración
hasta caer desvanecidos; a el alma de los que siguen combatiendo por la idea
liberal, en el campo de la paz, no les arredra el peligro y les
sobra nobleza y poderío para vencer y perdonar a unos y a otros; “El ave canta aunque la rama cruja; como que
sabe lo que son sus alas.”*
Girardot,
Noviembre 14 de 1912
FRANCISCO DE A. SALIVE
(LA PLUMA.
Serie I, Girardot, Noviembre 17 de 1912, Número 2. Editorial.)
*N. del C.: La cursiva es del compilador (CARB).
Edición Número 9, Girardot, Noviembre 29 de 2017
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