viernes, 1 de septiembre de 2017




Edición Número 6, Girardot, Septiembre 1° de 2017 – Guataquí:  Historia de Guataquí 





Edición Número 6, Girardot, Septiembre 1° de 2017

HISTORIA DE GUATAQUÍ

POR CARLOS ARTURO RODRÍGUEZ BEJARANO

(RESUMEN LIBRE)

REGION CENTRAL

POBLAMIENTO PREHISPANICO SIGLOS XVI, XVII, XVIII Y XIX

El comienzo de la unión no solicitada entre la víctima y el verdugo con todas las variantes creadas, Fabio Zambrano en Ciudad y Territorio la explicita certeramente.

La organización de la lógica del espacio anterior a la invasión española en lo fundamental fue una creación social. En él se resumían las contradicciones del medio, su concepción del mundo, su producción y su espiritualidad.

Una lógica española de la organización del espacio aparece atropelladamente. Para España lo importante se concentró en la obtención de riqueza a cualquier costo; extraer lo máximo y enviarlo lo más rápidamente posible a la urbe trasatlántica que se convirtió en la lógica socioeconómica inicial. De esta manera una zonificación económica en función de la distancia aparece con respecto a los puertos marítimos; presionando para que las actividades creando entre estas dos regiones confrontaciones intensas que perduraron por más de trescientos años. Se hizo realidad en los territorios conquistados los conceptos de “interior” para designar la Provincia y el “exterior” para designar el extranjero. Se fue creando lentamente una infraestructura territorial con énfasis en puertos fluviales que sirvieron como ejes de penetración hacia el sur del territorio. Lentamente España fue implementando una jerarquización del espacio en función del poder.

Un fenómeno importantísimo fue la fundación y creación de ciudades para blancos expresado en lo urbano y para indios expresado como pueblo de indios que residían en el campo. Concomitantemente aparece la segregación racial y espacial. Rápidamente se designaron lugares para las ciudades; es necesario precisar que la dominación se hizo a través de la fundación de ciudades que permitió poseer las tierras y sujetar pueblos aborígenes. Desde la ciudad se organizaba la explotación de las nuevas tierras y se administraba la producción económica. La jerarquización era: ciudad, villa, parroquia y lugares.




Templo Católico Santo Domingo de Guzmán, Casa Cural y árbol de Guayacán  
(Colección Particular)


De esta forma la vida de estas fundaciones se expresó como enclaves en tanto que su relación más importante era con la Corona Española y no entre ellas. La ciudad en América tomó el formato de la clásica ciudad de frontera española resultado de la ocupación árabe y las huestes de la Corona Española por recuperar su territorio. Era típicamente medieval con forma de tablero de ajedrez. Hay que precisar que la primacía urbana no residía en el número de pobladores, sino que lo que la explica es el elemento político (sociabilidad, status, cultura). El hecho es que allí reside el verdadero poder y el Estado teocrático con la abierta intervención de la religión católica entrelaza todo el tejido que hizo posible el resultado de esa ciudad. El espacio urbano reflejaba el orden, el esplendor, la riqueza, la opulencia y los hombres iban tras de todo ello. Todo lo anterior se mezcla y mixtura para elaborar las estructuras de dominación y explotación. Su interés estético se mezclaba con el de la defensa por su importancia militar en tanto un sentido de lo geométrico y de lo exacto.

El poder de la Iglesia Católica creó y alentó una red de órdenes religiosas con obispados, curatos, parroquias y misiones que contribuyeron a consolidar la red que nacía y su propia red urbana de poder. Sin duda la relación urbana – rural fue expresión de la necesidad de civilizar el medio a través de la explotación agrícola de extensos predios y la creación de mano de obra necesaria.

Un poco antes de la barbarie en el territorio colombiano actual moraban diversas comunidades indígenas, disgregadas por una geografía limitante, culturas diversas y guerras permanentes de conquista. Algunas eran nómadas (valles interandinos y Orinoquía), otros se asentaban en poblados (Zonas Andinas y Costa Atlántica).


Río Magdalena y Playas de Guataquí (Cundinamarca), durante el fenómeno de la Niña (2015)
(Colección Particular)



Su cultura poco desarrollada hasta ese momento no había originado centros asimilables a los urbanos en otros lugares de América, pero si abundaban poblamientos muy importantes que se convirtieron en centros urbanos españolizados (las ciudades). Estos núcleos indígenas generalmente eran los más avanzados y de cuyas regiones fue lógicamente asimilado que poseían condiciones geográficas, climáticas y productivas que influían poderosamente en su explosión demográfica y en su desarrollo. Fueron comunidades mejor organizadas y establecidas regularmente en el tiempo. Sin pérdida de tiempo los españoles agruparon indígenas en muchas ocasiones de diversos territorios.

La fundación de ciudades era encomendada por el Rey o un vasallo suyo a través de un compromiso escrito denominado Capitulaciones, le otorgaba  privilegios como el de conquistar y gobernar un territorio, con la obligatoriedad de fundar ciudades, villas y lugares; poblar, repartir encomiendas y aplicar la Justicia Civil, en nombre del Rey. La primera ciudad en tierra firme se fundó en 1509 y fue San Sebastián de Urabá, terminando destruida. En 1510 le sucedió la ciudad de Santa María la Antigua del Darién que duró 9 años. En 1525 se funda Santa Marta. A partir de allí se da el primer reparto geográfico de la Corona y se crean nuevas ciudades y villas, se organizan las Gobernaciones y se determinan como bases aquellas para el proceso de expansión militar hacía el sur. El Poblamiento de la región Centro – Oriente se hizo con cierta rapidez, en particular la Cordillera Oriental por razones demográficas, productivas y climáticas. Se fundan ciudades con villas subordinadas en sus límites con otras Gobernaciones. La primera etapa de fundaciones (1525 – 1550) deja 93 poblaciones que en la actualidad son Municipios.

Gonzalo Jiménez de Quesada funda Santafé de Bogotá, Tunja y Vélez. En la zona concerniente a los actuales Departamentos de Cundinamarca y Tolima se fundaron ciudades como Ibagué (1550), Mariquita (1551), Tocaima (1554), San Juan de los Llanos (1556), y villas, pueblos y lugares como Guaduas (1551), Villeta(1551), Pasca (1552), Fusagasugá (1540), Sasaima (1541), San Juan de Rioseco (1543), Honda (1560) declarada villa en 1640 y Guataquí (1539), todos ellos Municipios actualmente.

Conformaban una red urbana desintegrada sin verdaderos lazos económicos – sociales entre sí. Su incipiente tejido se desdibujaba por la necesidad e interés de preferir sus lazos con la metrópoli como se dijo más arriba. La característica jurídica feudal de entregar privilegios produjo fuertes y agrios enfrentamientos entre elites locales por territorios y mano de obra indígena. Estas elites con el transcurso de los siglos conformarán uno de los elementos que contribuyeron a “cocinar” la nacionalidad colombiana. Con respecto a la ciudad la expansión y la legislación fueron hechos unísonos de permanente retroalimentación. Inicialmente no existían reglas claras en materia urbanística, amén de los excesos y crueldades no dejaban prosperar algo claro en este sentido. Fue en 1526, cuando Carlos V expide una ordenanza que organizaría el desbarajuste. Posteriormente se añadió a esta las leyes nuevas de 1542, rematando Felipe II la de 1573, como una Ordenanza de Descubrimiento, Nueva Población y Pacificación de las Indias.



Calle de Guataquí (Colección Particular) 


La ciudad fundada en América era una copia de la española. La plaza mayor era el elemento fundamental que estructuraba el espacio urbano, era el lugar del poder, el encuentro de todas las funciones sociales públicas. En el texto de Fabio Zambrano a la ciudad se le señala como “elemento fundamental en la estructura y funcionamiento de la Colonia, actuando como un complejo de cuatro realidades distintas, pero históricamente inseparables: 1) Un espacio organizado, un conjunto de edificios, tierras y agua. 2) Un sistema social completo. 3) Un sistema económico completo y autónomo, que busca ser suficiente, y 4) Una entidad política”.

Los poderes locales se originaron en las encomiendas reales que concedían privilegios. En las ciudades todos aquellos del grupo del fundador o fundadores ocuparon los organismos institucionales de administración, control y enriquecimiento. Todas las ciudades eran iguales hasta donde el tamaño y la importancia lo permitían. A todas las regía el Cabildo con sus miembros.


Alcalde y Regidor eran designados por el jefe conquistador y generalmente eran de su grupo, aquellos se convertían en el ayuntamiento, este era el Tribunal de Justicia. Había varios tipos de Alcaldes, el corregidor era un funcionario nombrado por el Rey o su representante. En pueblos, aldeas y lugares reinaban los Alcaldes pedáneos, los oficios de pluma o de pueblo se vendían y concedían al mejor postor, era una manera sencilla de acceder al poder político con bastante dinero. Los ejidos comunales elemento importante para las economías lugareñas poco a poco fueron reduciéndose, lo perdido pasó a manos de las oligarquías de ciudades, villas y pueblos, incrementando sus poderes.

(Resumen libre para este caso específico del texto del Profesor Fabio Zambrano, mencionado más arriba)





 Río Magdalena a su paso por la vereda Las Islas
(Colección Particular)



Edición Número 6, Girardot, Septiembre 1° de 2017